El Episcopado católico de USA apoya a México en impedir que Bush levante un muro fronterizo

El gobierno de Vicente Fox anuncia una campaña internacional contra la propuesta de USA de construir un muro fronterizo similar al que Israel levantó en Gaza y Cisjordania. El Episcopado católico estadounidense ha anunciado su apoyo a Fox contra el objetivo de los conservadores estadounidenses. Hay mucha tensión en la relación bilateral. Guatemala apoyó a México. Se ignora cómo influirá el tema en la contienda electoral que ocurrirá en México.

El Gobierno mexicano se manifestó indignado por la propuesta de USA de construir un muro a lo largo de la frontera para impedir el paso a los indocumentados, y anunció que bloqueará el plan y organizará una campaña internacional en su contra.

En respuesta al creciente sentimiento antiinmigrante que hay en USA, el gobierno mexicano ha emprendido una campaña informativa en la que urge a los trabajadores mexicanos a denunciar las violaciones a sus derechos en USA.

También ha contratado a una firma de relaciones públicas para mejorar su imagen y enfrentar las crecientes preocupaciones acerca de la inmigración que hay en USA.

El presidente mexicano, Vicente Fox, dijo que las medidas de los Estados Unidos, aprobadas ya por la Cámara de Representantes, son "vergonzantes", en tanto su secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, dijo que la valla era una idea "tonta. México no va a soportar, no va a permitir una cosa tan tonta como ese muro", dijo Derbez.

"Lo que se tiene que hacer es levantar una tormenta de críticas y eso ya está sucediendo en contra de esto", agregó el canciller y prometió que obtendrá el respaldo de la comunidad internacional en contra del plan.

En México, numerosas páginas editoriales están dominadas por historietas del Tío Sam construyendo paredes, algunas de ellas con mensajes antimexicanos.

Quienes han pasado parte de su tiempo trabajando en USA, consideran la propuesta una bofetada a aquellos que trabajan legalmente y contribuyen al progreso económico de USA; por lo tanto el proyecto amenaza con afectar a familias que tienen vínculos a través de la frontera.

Se ignora si esta situación afectará el desarrollo del NAFTA, el tratado comercial que vincula a USA con México, que evidentemente sólo es comercial y no prevé ningún otro mecanismo de integración.

Los mexicanos anunciaron que contrataron a la firma de relaciones públicas Allyn & Company, con sede en Dallas, Texas, para frenar la reacción de los estadounidenses WASP (blancos, anglosajones y protestantes) contra los inmigrantes.

Sin duda que el tema impactará en la campaña presidencial que está comenzando en México, favoreciendo a quienes reclaman revisar el NAFTA y toda la relación con USA, acercando a México más a Latinoamérica.

Por su parte, el presidente de Guatemala, Oscar Berger, criticó también el propósito de USA de construir un muro en la frontera con México y calificó la medida como una ofensa a la dignidad humana.

"Me sumo a la crítica enérgica del presidente (mexicano, Vicente) Fox... es absurdo y ofensivo para la dignidad humana, sobre todo ahora que estamos en la época de la globalización", dijo Berger a los periodistas.

Berger dijo que "la mano de obra debería formar parte de la oferta en el mercado y habría que permitir que la gente vaya a trabajar y regrese y vuelva a irse", en relación con una propuesta de ley que se conoce en el Congreso estadounidense para autorizar permisos temporales de trabajo a los migrantes.

Para el gobernante guatemalteco, la migración no cesará hacia los Estados Unidos. "He oído comentarios que dicen que si 3 muros nos ponen (los guatemaltecos) 3 muros nos saltamos", señaló.

Guatemala ha pedido desde octubre que USA otorgue un estatus de protección temporal a los migrantes guatemaltecos para protegerles de la deportación y permitirles tramitar documentación válida y tener acceso a la seguridad social. El Salvador, Honduras y Nicaragua gozan de esa medida.

Iglesia Católica

En tanto, la Iglesia católica de USA se puso a disposición del gobierno mexicano para dar batalla contra las leyes antiinmigrantes y evitar la construcción de un muro fronterizo que divida a ambos países.

"Desde las iglesias pediremos a nuestros parroquianos influir en sus congresistas", dijo el director nacional del programa de Migrantes y Refugiados de la Conferencia del Episcopado de USA, Leo Anchondo.

También director de la "Campaña Católica para una Reforma Migratoria", Anchondo consideró que la ley impulsada por el congresista James Sensenbrenner no sólo "es miope" sino obliga a la Conferencia del Episcopado a tomar "una postura de rechazo firme".

"Para los obispos (de USA) obviamente es muy preocupante que existan medidas miopes" como la recién aprobada por la mayoría republicana en la Cámara baja estadunidense, lamentó el funcionario católico.

Anchondo fue claro: ante la aprobación inicial que ha tenido la propuesta de Sensenbrenner –falta aún que pase a debate en el Senado a principios del próximo año– "los obispos se encuentran preocupados".

En la jerarquía de la Iglesia católica estadunidense, indicó, ha quedado claro que "estas posturas de crear bardas no resuelven los problemas migratorios ni evitarán más muertes en el desierto. No únicamente no funcionará sino nos están llevando más atrás".

Insistió en que al tomar esta dirección, USA puede retroceder en los avances que había tenido en los últimos años, especialmente en el reconocimiento de la contribución de la comunidad mexicana a la prosperidad de USA.

Anchondo aseguró que, en distintas formas, el peso del catolicismo estadunidense se hará sentir en el rechazo al endurecimiento migratorio. "No cabe duda que los obispos y la Iglesia católica están fuertemente en contra de esta propuesta", dijo.

"Este no es un paso en la dirección adecuada".

En entrevista telefónica desde Washington DC, Anchondo definió también que la Iglesia católica será "aliada" del gobierno mexicano y de otras naciones latinoamericanas que busquen oponerse a la iniciativa de línea dura aprobada en la Cámara baja estadunidense la semana pasada.

"La Iglesia católica tiene todo el derecho de alzar la voz fuerte cuando se cometen injusticias contra la comunidad. La injusticia que se está cometiendo en contra de la comunidad inmigrante simple y sencillamente viene a violentar los derechos humanos", dijo.

Apenas la semana pasada, el canciller Luis Ernesto Derbez había anunciado que el gobierno mexicano se haría de aliados en distintas esferas de la sociedad estadunidense, para combatir el viraje hacia leyes más y más restrictivas en el ámbito migratorio.

Uno de esos aliados, según había expuesto el secretario de Relaciones Exteriores, sería la Iglesia católica estadunidense. Al respecto, Anchondo definió que, en efecto, el Episcopado comparte buena parte de los objetivos del gobierno mexicano, como regularización de indocumentados, reunificación familiar y programa de trabajadores huéspedes.

"Claro", respondió al preguntarle si la Iglesia y el gobierno mexicano serán aliados en esta batalla venidera, por evitar que el Senado estadounidense dé pasaje final a la iniciativa de Sensenbrenner.

Como parte de la campaña que mantendrá la Iglesia para frenar o dosificar esta iniciativa, Anchondo mencionó un programa educativo en las 198 diócesis de Estados Unidos, en las que se darán a los parroquianos "paquetes informativos" sobre la importancia de una reforma migratoria positiva.

A través de un "trabajo de base", expuso, se buscará influir en los legisladores estadunidenses. "Obviamente el poder de influenciar a estos legisladores yace en las comunidades de base, en esos 67 millones de católicos en USA", añadió.

Al mismo tiempo informó que el Episcopado estadounidense hará 'lobby' profesional en Washington DC, como parte de la estrategia por conseguir una reforma migratoria y evitar que leyes como las planteadas por James Sensenbrenner y otros congresistas tengan éxito.

Dejá tu comentario