Fútbol de verano: Poco nivel deportivo pero.. de algo hay que vivir...

El debate está instalado. Para algunos estos partidos son vitales para encausar el rumbo del año que se inicia. Para otros, sólo sirven de prueba y sostienen que no son importantes. Reynaldo Merlo declaró hace días que no le importan los resultados sino prepararse para encarar los compromisos oficiales. Muchos creen que los partidos de verano son entrenamientos con públicos. Y sirven lo mismo que un entrenamiento. No se justifica, desde lo deportivo, todo el show televisivo que rodea a estos eventos. Pero... de algo hay que vivir...

El fútbol del verano está en el centro del debate.

Es que en este mundo tan competitivo es difícil jugar un clásico, perderlo, y decir que no ha sucedido nada por más que sea un amistoso veraniego.

En realidad, lo lógico sería que nada grave ocurra en caso de no lograr resultados positivos. Porque son partidos de preparación, que no sirven de medida.

Porque a la hora de enfrentarse, es poco el tiempo de preparación luego de un receso. Y no todos los equipos encaran el tramo preparatorio del mismo modo.

A algunos equipos se los puede ver más rápidos que a otros, pero no significa nada. Sólo tiene que ver con la estrategia de preparación.

Es decir, no habría que ser tan categóricos o dramáticos si un equipo no anda bien en el verano. Quiere el último caso reciente: San Lorenzo fue el campeón del verano 2005.

Luego, en el transcurso del año que se fue, San Lorenzo estuvo lejos del rendimiento del verano.

Quiero decir con esto que el verano es relativo. Pero también no debemos olvidar que en el verano saltaron técnicos por el aire.

Un caso resonante, si tomamos algunos hechos no muy alejados en el tiempo, fue el de Ramón Díaz con River.

Los pibes de Boca en el verano del 2000 le ganaron a los grandes de River 2 a 1 (Battaglia y Moreno los goles de Boca) y el riojano se tuvo que ir vapuleado por los conflictos y semejante cachetazo.

El verano fue determinante en este caso.

Y como alguna vez dijo Álvaro Alsogaray.. Ramón Díaz, usando la comparación, no pudo pasar el verano. Pegó el portazo y se fue luego de la derrota.

Por eso sostengo que, si bien el verano debe ser preparatorio, no se lo puede relativizar.

El mundo competitivo en el que vivimos y en el que sólo sirve ser 1º, exige triunfos constantes sin la posibilidad de contemplar objetivos a mediano y largo plazo.

Lo ideal sería, bajarle el tono a la trascendencia de estos partidos, y preparase con tranquilidad más allá de los resultados.

A veces los equipos prefieren hacer rodar a muchos pibes para bajar el tenor del impacto en caso de ser negativo el resultado mientras se los prueba y se buscan nuevos valores.

Luego, muchos de ellos, se instalaron a lo grande durante cada año en curso.

Y acá se me viene a la mente el verano del 2004, cuando Astrada con pibes complicó y mucho a los grandes de Boca y de Bianchi. Resultó airoso en los choques del verano.

Es por estos temas que el debate está planteado.

El fútbol comienza a jugarse esta noche en Salta con el partido que protagonizarán San Lorenzo y Racing.

La idea es abordar este tema contemplando todos los aspectos posibles que deben tenerse en cuenta en esta época del año.

Es la hora de confrontar. Ahora que cada quien haga su propio análisis y maneje su exigencia de acuerdo a su criterio.

Comienza el fútbol, y es probable que también con él, la locura del éxito permanente.

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