Israel vs. Palestinos: Spielberg también duda

Ya puede verse en la cartelera cinematográfica local la película 'Munich', de enorme actualidad por el ascenso del conflicto entre israelíes y palestinos. El film es de lo mejor que ha dirigido Steven Spielberg, y plantea un debate sin final -hasta ahora- en la historia de la humanidad. Además, la película llega en el momento perfecto, cuando en el mundo occidental se encuentra sumergido en una continua tensión con el mundo árabe y cuando hace un par de días hemos conocido la victoria de Hamás en las elecciones palestinas y a la vista están las de Israel. Es un buen momento para volver la mirada a Oriente Medio.

Director: Steven Spielberg.
Guión: Tony Kushney Eric Roth, basado en el libro Revenge de George Jonas.
Productores: Kathleen Kennedy, Steven Spielberg, Barry Mendel y Colin Wilson.
Fotografía: Janusz Kaminski.
Montaje: Michael Kahn.
Música: John Williams.
Intérpretes: Eric Bana (Avner), Daniel Craig (Steve), Ciarán Hinds (Carl), Mathieu Kassovitz (Robert), Hanns Zischler (Hans), Geoffrey Rush (Ephraim), Ayelet Zurer (Daphna).

Steven Spielberg vuelve de nuevo a mirar al pasado. Después del enorme oficio que demostró recreando momentos de la 2da. Guerra Mundial en títulos como 'La lista de Schindler' o 'El rescate del soldado Ryan,' él se traslada ahora en Munich al conflicto entre Israel y Palestina en los años '70.

La cinta narra los terribles acontecimientos sucedidos en el contexto de los juegos olímpicos celebrados en Munich en 1972. En ellos, un grupo radical palestino (hasta entonces desconocido, Septiembre Negro) secuestró en la madrugada del 5 de diciembre a 11 miembros de la delegación israelí que se encontraban en la villa olímpica.

En el asalto inicial murieron 2 atletas y después, en el aeropuerto (los secuestradores habían pedido un avión para fugarse), debido a una falta de coordinación de los servicios de seguridad alemanes y a la negativa de Golda Meir, 1ra. ministra de Israel, a negociar con los palestinos (ellos pedían la libertad de 200 presos políticos), ocurrió una masacre, y murieron todos los rehenes y todos los secuestradores, excepto 3 palestinos, que fueron liberados más tarde como rescate en el secuestro de un avión de la Lufthansa.

El gobierno israelí decidió dar una respuesta contundente a estos hechos, encargando una misión de terrorismo de Estado que tenía el objetivo de acabar con 11 altos cargos palestinos identificados como los organizadores del secuestro.

Debían ser asesinados, preferentemente con bombas, para llamar la atención "y porque los terroristas temen las bombas".

Fue una operación secreta de la que aún hoy se niega su existencia a pesar de los diversos testimonios de personas implicadas directamente. Gracias a ellos surgieron numerosos textos como éste en el que está basada esta película, 'Revenge' (Venganza), de George Jonas, que tomaron los guionistas Tony Kushne y Eric Roth (responsable de la genial 'El dilema') para construir este thriller en el que Spielberg demuestra el enorme control de su oficio y que maneja el suspense como nadie.

Eric Bana es Avner, el cabecilla del grupo encargado de esta operación conocida como Cólera de Dios. Es un comando de 5 hombres 'y un destino' en el que cada uno es una pieza clave: un experto en falsificación de documentos, otro en explosivos, un 'limpiador' de la escena, un hombre de acción, y el líder y encargado de contactar con la gente que les facilite el paradero de cada uno de sus objetivos.

Se da la casualidad de que uno de los actores, Mathieu Kassovitz, le dijo medio en broma a su agente que no le avisase para trabajar en ninguna película salvo que le llamase Spielberg. Y al poco tiempo le llamó este director para proponerle el papel de Robert, el experto en explosivos.

Al reparto se sumaron los experimentados Ciarán Hinds (de la serie 'Roma', en el papel de Julio César), y Hanns Zischler, junto con el nuevo James Bond, Daniel Craig, el Steve McQueen que necesita toda operación, ya sea de fuga, de protección de un sospechoso, o de atraco a un banco.

Porque si hay algo a lo que recuerda la cinta es a esos famosos títulos de Hollywood en los que a un grupo de hombres se les encomienda una de esas misiones vitales para la política exterior de un país del tipo Doce del Patíbulo, Los cañones de Navarone, o la más reciente Misión Imposible, pero en este caso fue una historia real.

Lejos de lo que se pudiera esperar de Spielberg, que se declara abiertamente pro-israelí, se permite dudar acerca de la claridad del enemigo y de las justificaciones de los israelíes para llevar a cabo este tipo de misiones terroristas, que violan el Derecho Internacional, entre muchos otros derechos, tanto como lo hacieron sus victimarios.

De esta manera, en el personaje de Avner se hacen patentes las dudas razonables que surgen en todo ser humano con dos dedos de frente, que le hacen preguntarse hasta qué punto es buena la estrategia de asesinar a personas que son sustituidas por otras mucho más implacables.

La cinta demuestra que, con estos actos, se pone en marcha una espiral de violencia interminable que no parece llevar a ningún sitio y llega a poner en peligro la vida del protagonista, un hombre casado y reciente padre. Avner se transforma en una persona obsesionada por terminar asesinada por sus terrible actos en pos de la política de su país (6 años atrás había participado en la Guerra de los 6 Días, con la que ocupó los territorios de Gaza y Cisjordania).

Un guión trepidante unido al gran manejo del tempo narrativo de Spielberg deja en la retina escenas memorables, especialmente las de los atentados.

Además, Eric Bana, en un papel complicado y difícil de calibrar, está realmente intenso, pero se echa en falta algún apunte más de los otros personajes que forman parte del grupo, que se pierden por el bien de la espectacularidad de la puesta en escena.

El punto negro de la cinta es el absurdo que, a veces, produce todo lo que tiene que ver con la organización francesa que les vende la información.

Pero Munich es uno de los mejores títulos de Spielberg, que en esta ocasión se aleja de ese cine de dogmas irrefutables sin dejar de entretener al espectador.

Además, la película llega en el momento perfecto, cuando en el mundo occidental se encuentra sumergido en una continua tensión con el mundo árabe y cuando hace un par de días hemos conocido la victoria de Hamás en las elecciones palestinas y a la vista están las de Israel. Es un buen momento para volver la mirada a Oriente Medio.

Dejá tu comentario