CAMBIOS EN LIBIA

Sudáfrica, el país clave en la salida de Gadafi

Pese a que el Gobierno de Pretoria niega haber ofrecido asilo político a Muamar el Gadafi, "el país del arco iris" es pieza clave en las conversaciones para precipitar una posible salida pacífica.

por EDUARDO S. MOLANO 
 
NAIROBI (ABC). Ya sea para satisfacer una traumática experiencia pasada o por simple altruismo, en los últimos tiempos, el Gobierno sudafricano se ha convertido en pieza clave de cada una de las negociaciones de la infamia continental. Muamar el Gadafi no es una excepción.
 
Este lunes 22/08, la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, tuvo que salir al paso de los últimos rumores que denunciaban que el “país del arco iris” habría ofrecido asilo político al dictador libio. 
 
“El Gobierno de Sudáfrica refuta los rumores que aseguran se ha producido un envío de aviones a Libia para posibilitar la salida del coronel y su familia. Nadie ha solicitado asilo en Sudáfrica, y por lo que le concierne a Johannesburgo, Gadafi continúa en Libia”, reconoció la canciller, quien agregó que el futuro del dictador “debe ser decidido por los libios”
 
Sin embargo, y pese a las palabras de Nkoana-Mashabane, según asegura la emisora Al Jazeera, en las últimas horas, el Gobierno sudafricano lidera las conversaciones para lograr una salida pacífica del mandatario hacia el extranjero, con Angola, Zimbabue o la propia Sudáfrica como destinos posibles.
 
La vinculación sudafricana en el futuro de Libia no es nueva. 
 
La pasada semana, el ex presidente Thabo Mbeki ya aseguró que “el conflicto de Libia podría haber finalizado mucho antes si Occidente hubiera escuchado a los líderes africanos”.
 
Para Mbeki -quien en abril lideró la “hoja de ruta” de la Unión Africana para garantizar la salida pacífica del poder-, en aquel momento, “las grandes potencias optaron por crear una zona de exclusión aérea en lugar de escuchar a los promotores de la paz”.
 
Otros promotores, sin embargo, de la infamia ya lograron su objetivo. Desde febrero de 2010, el general ruandés Kayumba Nyamwasa reside en territorio sudafricano, pese a ser reclamado por la Audiencia Nacional por crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, así como por ordenar y supervisar la muerte del misionero catalán Joaquim Vallmajó en 1994 y la de los miembros de Médicos del Mundo, Flors Sirera, Manuel Madrazo y Luis Valtueña en 1997. 
 
De igual modo, a principios de año, el Gobierno sudafricano ofreció asilo político a otro mandatario con “conflictos internos”: el ex presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo
 
En aquel momento y sumergido en un enfrentamiento político con su rival Alassane Ouattara, el mandatario africano prefirió rehusar la oferta de amnistía por parte de Pretoria y seguir con su cruzada belicosa.
 
Ahora, palidece en una cárcel marfileña. 
 
De Gadafi, ya veremos. Los “promotores de la paz” pueden hacer su agosto.

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