AUDAZ NINGUNEO AL PRESIDENTE URUGUAYO

"Mujica es una transición entre Tabaré y Tabaré"

El uruguayo Adolfo Garcé es investigador del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales, en Montevideo, y autor de diversas publicaciones. Según él, José Mujica no tiene ascendiente suficiente en el Frente Amplio ni en su propio sector, el Movimiento de Participación Popular.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Para ubicarlo en su justo término: el politólogo uruguayo Adolfo Garcé pronostica desde hace tiempo el final del liderazgo de José Mujica en el Frente Amplio.

 
Por ejemplo, en mayo, durante la votación del proyecto interpretativo que pretendía dejar sin efecto la llamada ley de caducidad (suerte de indulto a quienes participaron de la represión a la guerrilla), cuando el diputado frenteamplista Víctor Semproni se retiró de sala, e hizo naufragar esa iniciativa, Garcé sostuvo que “Semproni le hizo un enorme favor” al presidente José Mujica, ya que si el Parlamento hubiera aprobado el proyecto su liderazgo “habría estado herido de muerte”. 
 
Y él agregó: "Desde mayo del año pasado hasta ahora, en el último año, no hemos visto otra cosa que el desgaste, la erosión del liderazgo presidencial y de la imagen de Mujica. Las encuestas lo revelan bastante sistemáticamente, es así."
 
Por lo tanto, no debería llamar la atención que Garcé haya insistido en su diagnóstico previo. En todo caso la novedad es su enfoque de que Mujica es un gobierno de transición entre 2 mandatos de Tabaré Vázquez.
 
Garcé habló en el foro titulado “Balance político y económico del primer año y medio del Gobierno de Mujica”, organizado por el Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (Cadal) en la Torre de los Profesionales, en Montevideo.
 
Según él, en las elecciones de 2014 es “casi imposible” que el Frente Amplio pierda con Tabaré Vázquez como candidato presidencial.
 
Pese a ello, Garcé alertó que la izquierda, que llegó al Gobierno en base a “un discurso de alternativa”, de a poco “se va quedando sin libreto”.
 
Al analizar a los partidos de la oposición, señaló que los blancos (Partido Nacional) están enfrascados en la discusión interna sobre la modernización del partido y sufren una dispersión del liderazgo, que contrasta con el liderazgo “súper unificado” de Pedro Bordaberry, en el Partido Colorado.
 
El diario El Observador realizó la siguiente cobertura de la disertación de Garcé:
 
"Qué locura”. Eso pensaron muchos cuando a fines de mayo el presidente José Mujica anunció públicamente que aumentaría la carga tributaria a las grandes extensiones de tierra sin antes haberlo discutido en profundidad con sus ministros.
 
Sin embargo, esa era la única manera que tenía el mandatario para imponer una medida que era rechazada por una parte del Poder Ejecutivo, opinó el politólogo Adolfo Garcé. 

Es que el experto considera que más allá de tratarse de una característica inherente a su personalidad, la constante aparición de Mujica en los medios de comunicación se debe a una “necesidad” para suplir su falta de liderazgo hacia la interna del Frente Amplio. 

“No le quedaba otra porque no tiene recursos de poder para hacer valer frente a sus ministros o para negociar con (Danilo) Astori”, dijo Garcé este jueves en un evento organizado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal) realizado en la Torre de los Profesionales.
 
La conferencia tenía como eje el análisis del gobierno de Mujica a un año y medio de gestión y el politólogo centró su exposición en advertir las dificultades que tiene el presidente para ejercer el poder.“Mujica ha abusado de la exposición pública, en parte por descuidado y en parte por necesidad. Él no manda en el Frente Amplio, ni siquiera en su fracción porque uno ve todo el tiempo a gente del MPP (Movimiento de Participación Popular) haciendo cosas diferentes a las que dice el presidente”, sostuvo Garcé.
 
Ante ese escenario político, el  politólogo cree que era “difícil” que el presidente tuviera “alguna chance” de convencer a Astori. Entonces, “instaló el tema en la opinión pública” como una etapa previa a la discusión apelando a un “gran aliado” que lo acompaña desde hace años: el público.

Más allá del caso concreto, utilizar sus apariciones en los medios ha sido un intento para paliar su falta de liderazgo en la izquierda, según analizó ayer el experto, y en ese sentido marcó grandes diferencias entre Mujica y su antecesor, el ex presidente Tabaré Vázquez. 
 
“Hay razones estructurales por las cuales a Mujica le cuesta ejercer el poder. Vázquez mucho antes de ser Presidente se convirtió en el líder de la izquierda, con un estilo duro, vertical y a veces despiadado”, opinó Garcé.

Además de su estilo de conducción, durante la conferencia el expositor hizo un análisis del perfil que le ha impregnado Mujica al gobierno y afirmó que si hay un giro hacia la izquierda, este es “muy moderado”.
 
Garcé recordó que en 2008, cuando Mujica fue electo candidato del Frente Amplio con el apoyo del Partido Comunista del Uruguay (PCU), se habló mucho de una radicalización de medidas, pero eso no sucedió. Incluso en algunos casos hubo movimientos pero esta vez hacia posiciones más de derecha. “En materia de política económica quizá se puede hablar de un leve giro a la izquierda”, a través de algunas “concesiones” a los sectores más radicales. El ejemplo más claro es el impuesto a los campos de más de 2.000 hectáreas. 

En la administración pasada, el astorismo tenía una “completa hegemonía” y el que no estaba de acuerdo no tenía “ninguna chance” de imponer sus ideas. Por eso, lo novedoso de este período es que el mujiquismo sí tiene cargos específicos para lanzar ideas como la Oficina de Planteamiento y Presupuesto (OPP). A juicio de Garcé, antes lo único que podían hacer era vetar iniciativas en el Parlamento y ahora asumen una postura más activa. 

“El ala izquierda del FA ahora tiene técnicos instalados en cargos públicos desde donde pueden generar alternativas. Ganaron un poco más de poder, no mucho. Mucho menos de lo que los comunistas y los militantes del MPP hubieran deseado. Capaz que menos de lo que el propio Mujica quería”, dijo.

Pero en otras áreas claves de la administración, el politólogo ve que las medidas que impulsa el gobierno de Mujica están en el otro extremo del espectro político. “¿En la política de seguridad ciudadana hay un giro a la izquierda? Lo que hay es en todo caso un giro a la derecha porque hay un gran esfuerzo por construir autoridad, imponer el orden. Hay un giro hacia la mano dura”, sostuvo.

Para Garcé, Mujica no pasará a la historia como un Presidente que impulsó “grandes cambios” en Uruguay. Vaticina un final del mandato sin “catástrofes ni grandes modificaciones” y la analiza más que nada como una suerte de “transición” entre dos gobiernos de Vázquez. “Ese es el escenario”, dijo y realizó una comparación entre la presidencia de Claudio Williman entre los dos mandatos de José Batlle y Ordóñez. 

Garcé considera que cada vez es más claro que el ex presidente Vázquez será candidato y cree que lo más probable es que vuelva a ganar las elecciones. “Le encanta el poder, le encanta mandar y es un estratega muy hábil”, dijo y opinó que no intentó la reelección porque calculó que fracasaría. 

De todos modos, advirtió que se viene una nueva etapa del líder del Frente Amplio. Pronosticó que enviará  “señales” hacia sectores más radicales de la izquierda y que intentará “no chocar” con los comunistas porque sabe que tienen un gran peso en el Congreso del Frente Amplio. 

A juicio de Garcé, Vázquez ya ha lanzado realizado pronunciamientos para conquistar al público más de izquierda como cuando dijo estar a favor de la anulación parlamentaria de la ley de Caducidad y cuando dijo que se podía gravar más al agro.

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