Confirmado: Valori es el hombre de Bulgheroni en Europa

En Italia, la empresa Torno Internazionale confirmó que Giancarlo Elía Valori, aquel integrante de la logia Propaganda Due, y como tal fue el nexo con Juan Perón e, inicialmente, con el propio José López Rega, es su presidente y que sus accionistas controlantes son Carlos y Alejandro Bulgheroni, tal como lo anticipó la revista EDICIÓN i. López Rega terminó organizando la versión argentina de la 'Estrategia de Tensión' que propiciaba la P-2, y que aqui se llamó 'Triple A', acontecimiento muy importante de recordar a propósito del 24 de marzo. La violencia como barrera al comunismo, en Italia se llamó Operación Gladio. Aqui una breve biografía de Valori: POR MARÍA JOSÉ BONACIFA

El omnipresente y omnipotente empresario italiano que fue el nexo entre Juan Domingo Perón y la P2; profesor de la Universidad de Jerusalem y ‘lobbysta’ de las más grandes empresas italianas, hacedor de las privatizaciones en las autopistas italianas, hoy es cabeza del grupo Bulgheroni en Italia.

Plan Europa

Cuando se habla de la P2, inmediatamente se piensa en Licio Gelli, su creador. Pero este organismo creado en los ´70 bajo el lema Propaganda Due, contó con otros hombres clave sobre los que vale la pena indagar, sobre todo en su relación con la política argentina de antes y de ahora.

No puede dejarse de lado la figura del prominente empresario Giancarlo Elía Valori. El periodismo italiano lo define como "potente, misterioso, casi temido, casi inoxidable".

Citado en varios textos sobre la P2, también aparece en los libros ‘La fuga del Brujo’, de Juan Gasparini; y en ‘López Rega’, de Marcelo Larraquy.

Gasparini cuenta la llegada de López Rega a Europa y cómo llega a conocer a Licio Gelli: "Enviado por el General a Italia, el Brujo lo conoce entre fines del 70 y del 71, por conducto del empresario Giancarlo Elía Valori, quien era Jefe del Gran Maestre Masónico Español".

Larraquy, en su capítulo 12 que titula ‘La Conspiración’, cuenta:

"Valori también era un miembro de la P2, incluso había hecho un paso por la Logia Romagnosi, pero sus redes de sustentación estaban más ligadas a la curia romana: muchos cardenales lo consideraban una eminencia gris. Era el rol en el que Valori se sentía más a gusto. Nacido en 1940, a los 30 años se había graduado en economía en los Estados Unidos, era director de la Radio y Televisión Italiana (RAI) –a través de allí capitalizó su amistad con el presidente rumano Nicolás Ceaucescu –y especialista en la geopolítica de China y el Mediterráneo. Como miembro fundador del Instituto de Relaciones Internacionales de Roma, Valori frecuentaba a empresarios, intelectuales y jefes de Estado. También era lobbysta de la FIAT".

Los vínculos de Valori con la Argentina se cimentaron con sus conferencias en la Universidad del Salvador, en esos años vinculada a la Compañía de Jesús, dictadas en los años ’60.

Pero, fundamentalmente, a través de Arturo Frondizi. Valori oficiaba de ‘embajador’ del ex Presidente argentino y cada vez que éste viajaba a Europa le organizaba encuentros políticos y religiosos. También visitaba a Juan Perón en Puerta de Hierro, en Madrid, España.

Lo hacía acompañado de su mamá Emilia, quien había salvado la vida de 120 judíos durante la ocupación nazi de Italia, y quien además se había hecho muy amiga de María Estela Martínez de Perón, ‘Isabel’.

Esto le agregaba una cualidad emotiva a cada encuentro. Pero el vínculo de Perón con Valori también se sostenía en el recuerdo del fallecimiento de su hermano Leo Valori, hermano de Giancarlo, quien como representante en la argentina de la empresa estatal de hidrocarburos italiana ENI, había conocido al General durante su 2do. mandato.

A partir de la relación bilateral con Frondizi y Perón, Valori empezó a batallar por la concreción del ‘Plan Europa’, un proyecto estratégico para la Argentina afirmado sobre bases políticas y empresariales que vinculaba a la fuerza popular del general Perón, con la visión política y el prestigio europeo de Frondizi, el respaldo y tutelaje de poderosas empresas italianas como Fiat, Impregilo y Pirelli, y del Mercado Común Europeo, dispuestas a invertir en el Cono Sur.

También Organización Techint fue mencionada en el proyecto de Valori.

Una visión interesante aún hoy día, en un momento del país cuando un gobierno peronista intenta imponer el modelo de burguesía nacional y que se asume como melancólico del ‘frondicismo’.

El Plan Europa había empezado tras los dos encuentros que el 13 y el 29 de marzo de 1972 mantuvieron Perón y Frondizi en Puerta de Hierro, y de los que Valori fue uno de los artífices, junto a Rogelio Frigerio.

Como resultado de aquellas reuniones, Frondizi declaró a la prensa que habían alcanzado acuerdos para la conformación de un frente cívico.

El General no hizo comentarios, aunque alrededor suyo algo se movió: Jorge Antonio trató de quitarle relevancia a la figura de Frondizi, López Rega grabó las conversaciones entre los dos ex presidentes y Valori reportó la información de lo conversado a la embajada estadounidense en Roma.

Agnelli y Gelli

Como miembro de la P2, Valori presentó sus relaciones en la Argentina a Licio Gelli. Perón aterrizó en el aeropuerto de la ciudad de Roma en noviembre de 1972, una escala hacia la Argentina del vuelo ‘charter’ de Alitalia, de regreso de un largo exilio.

De Madrid a Roma, Perón viajó en un avión del entonces dueño de la Fiat, Giovanni Agnelli, bajo la protección de Valori, hoy presidente de los industriales de Roma.

Todo indica que Valori le presentó a Perón un amigo llamado Licio Gelli, quiien se vinculó con aquel gobierno gracias a la relación que trabó con José López Rega.

"Si Perón accede de nuevo al poder" -había dicho excitadísimo Valori a Gelli antes de partir de Roma a Madrid – "las industrias italianas, más bien, ¿qué digo?, las industrias de la Comunidad Europea se beneficiarán". Y el jefe de la P2 le creía porque conocía que Valori, a pesar de su trabajo aparentemente insignificante (era funcionario de la RAI), desarrollaba una serie de actividades encubiertas de gran importancia.

Sin embargo, el plan de Gelli respecto de Perón era distinto al plan de Valori. Para Gelli, el general era la persona indicada para contener el desborde comunista que se daría en la Argentina como resultado del desprestigio militar y el contagio del resto de la región. En esto Gelli coincidía con López Rega.

Así, los planes de Valori fueron perdiendo fuerza por desconocer la importancia que ya tenía López Rega desde los días en Puerta de Hierro.

De todos modos, semejante frustración no le impidió ser uno de los hombres más poderosos de Italia. Fue él quien llevó adelante el proceso de las privatizaciones de las autopistas en Italia, y de esas operaciones quedó como presidente de la concesionaria, un caso que se considera único.

Valori nunca se detuvo en una frenética colección de pergaminos, medallas y espacios de poder. Sobrevivió al derrumbe de la P2 y hasta se lo mencionó para una postulación política, aunque no se sabe si representando a la derecha o a la izquierda.

El gran misterio que provoca Valori tiene que ver, por sobre todas las cosas, con su capacidad de perdurar en el tiempo y en lo más alto del mundo empresarial italiano.

Sus títulos son muchos más que los de profesor de la Universidad de Jerusalém en Economía y Política Internacional. Es Caballero de la Gran Cruz de la República italiana, Caballero de la Orden de Isabel la Católica, Caballero de la Legión de Honor... tiene condecoraciones en la Argentina y en Corea del Norte, pero esto no le impidió ser designado embajador de Buena Voluntad de la Unesco para la preservación de las tradiciones.

Él se define como un profundo admirador del arte y la cultura, y creó, en asociación con la Unesco, el ‘Fondo Emilia Valori para la preservación de las tradiciones’, que financia él mismo y es en honor de su madre. Este fondo se utiliza para hacer inventarios y grabar canciones y poesías tradicionales y étnicas de todo el mundo.

Las relaciones de Valori con la Argentina continúan muy firmes a través del grupo Bridas-Bulgheroni. Valori y Carlos Bulgheroni a menudo viajan juntos; por ejemplo se los recuerda en el 80 cumpleaños de Simón Peres, en Israel.

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