REPSOL YA NO ES YPF

Brufau reacciona durísimo... pero tarde

Si Antoni Brufau hubiese reaccionado como ahora cuando Néstor Kirchner le ordenó cederle acciones a los Eskenazi, operación que financió la propia Repsol, probablemente se hubiese ahorrado la pérdida que ahora debe afrontar la empresa que gestiona (situación que bien puede costarle el despido).

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Antoni Brufau es quien le reprochaba a Gonzalo Pascual Arias, de Marsans, que los Kirchner le quitaban Aerolíneas Argentinas porque no había realizado un apropiado plan de negocios.
 
Mucho antes, Brufau fue quien se felicitó porque había alcanzado un acuerdo con Néstor Kirchner por el que le cedía un paquete accionario a un grupo empresario argentino elegido por el líder del Frente para la Victoria (los Eskenazi), transferencia que pagaría la propia Repsol con ganancias de YPF.
 
Sin embargo, si Brufau hubiera resultado más rígido en el pasado, probablemente hubiese podido vender sus acciones en YPF en vez de, ahora, enfrentar el peligro de malvender, en el mejor de los casos.
 
Es cierto que Brufau, en el pasado, no contaba con la ayuda de los socialistas que lo encumbraron en Repsol pero que eran amigos de los Kirchner.
 
Luego, que España, antes y ahora, ha demostrado una incapacidad diplomática llamativa para un país con ínfulas de despliegue planetario.
 
Pero Brufau deberá dar muchas explicaciones a los accionistas de Repsol, segun evolucione o involucione la crisis por YPF.
 
Ahora
 
El martes 16/04, en Madrid, Antonio Brufau ha manifestado que la nacionalización del 51% de YPF por parte de la Argentina es un acto "ilegítimo e injustificable precedido de una campaña de hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas", que no quedará impune, y que todas las maniobras de Cristina "han sido calculadas para causar el derrumbe del precio de YPF y facilitar la expropiacion a un precio de saldo". 
 
Brufau aseguró que la petrolera española "tomará todas las medidas legales a su alcance" contra el Gobierno argentino, y recordó que la Argentina tiene el "compromiso" de lanzar una OPA por el 100% si quiera tomar el control de la filial.
 
El líder de la empresa española considera que "la expropiación es una forma de tapar la crisis social que vive Argentina" y que la nacionalización discrimina a la empresa argentina sobre otras del país y a Repsol sobre otros accionistas.
 
Por este motivo, Repsol exigirá en los tribunales un "resarcimiento por daños y perjuicios", y presentará demandas que van de lo contencioso administrativo a reclamaciones ante los mercados de valores y los tribunales internacionales de arbitraje.
 
"Lamentamos haber llegado a la situación de no poder comunicarnos. Entraron en nuestras instalaciones al amparo de una ley de (Jorge Rafael) Videla, que fue un dictador, antes incluso de que la Presidenta acabase de explicar el decreto de intervención. No es propio de un país moderno, esta no es la Argentina querida. La gente de este país se merece otra cosa", ha dicho.
 
Brufau ha recordado que el matrimonio Kirchner aproyó la privatización de YPF en 1999. Entonces, el ex presidente Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz. "En 2008, escuchando los deseos del Gobierno argentino dimos entrada a un grupo argentino, con financiación bancaria y de la propia Repsol. Fue absolutamente aprobada por Kirchner y su señora y se aprobó el pago de dividendos" ahora criticado.
 
"Habría que mirarse un poquito en el recordatorio de cada uno", ha reprochado en relación a las críticas de Kirchner contra la política de dividendos. "Hasta finales de 2011 solo recibíamos beneplácitos, ya ahora se nos acusa de una década de depreciación.
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"Somos una compañía española y a lo mejor hay ganas de bronca. No está justificada la medida desde el punto de vista de la utilidad pública y resulta inadmisible tachar la política de YPF de cortoplacista y reductora de reservas", dijo Brufa, quien ahora 'recordó' que desde que Repsol aterrizó en YPF ha doblado la plantilla y que se paga una elevada factura en impuestos. "$ 30.000 millones en 2011", detalló.
 
Tras afirmar que no ve motivos para la expropiación, Brufau ha asegurado que la medida "solo es una forma de tapar la crisis social y económica que está enfrentando Argentina", con una elevada inflación y conflictos en sectores como el transporte. 
 
"A través de levantar la bandera de la expropiación y buscar un responsable en YPF se oculta la realidad", ha afirmado.
 
El presidente de Repsol ha asegurado que la expropiación no está justificada por utilidad pública y rechaza las acusaciones del Gobierno argentino de que la petrolera tiene una actitud "depredatoria" sobre los recursos del país. 
 
"La decisión viola los más elementales principios de la igualdad de trato", ha dicho. 
 
Repsol
 
En una presentación de actividad de YPF, Repsol calcula que el valor de YPF es de US$ 18.300 millones, US$ 46,55 por acción, mientras que el de la participación del 57% de la española en la argentina asciende a US$ 10.500 millones. 
 
"Todos los Estados tienen derecho a expropiar, pero a pagar también el precio justo", afirmó Brufau.
 
En cuanto al papel desempeñado por el Gobierno de Mariano Rajoy como mediador del conflicto, ha asegurado que "tenga éxito o no, merece mi agradecimiento". 
 
Brufau ha extendido su gratitud al resto de autoridades que han tratado de interceder en favor del grupo español y ha destacado su voluntad de negociar aunque el gobierno argentino"no haya querido".
 
En este sentido, recordó que él mismo había solicitado mantener un encuentro con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, con la intención de evitar llegar a la actual situación, pero no tuvo éxito. "No ha sido posible, la Presidenta está muy ocupada", ironizó.
 
El presidente de Repsol también explicó que la nacionalización de su filial argentina YPF no afectará ni al suministro de hidrocarburos a España ni al precio de los combustibles, ya que el negocio en la Argentina es "cerrado" y tiene como destino el propio mercado del país.
 
Brufau señaló que el petróleo extraído en las cuencas argentinas tiene como destino las refinerías del país, y dejó claro que España no importa combustibles del país austral. "La repercusión será cero en compras, precios y aprovisionamientos", ha apuntado.
 
Por otro lado, ha considerado que la "batalla" en Argentina "no está perdida y va a durar mucho", y ha adelantado que la compañía española tiene intención de mantener 6% en el capital de YPF mientras "va a por todas" y le reclama al Estado argentino US$ 10.500 millones.
 
Brufau ha indicado que la nacionalización de YPF no afecta al conjunto de la compañía fuera de Argentina ni a su generación total de caja, si bien está trabajando en un nuevo plan estratégico, que será presentado a finales de mayo, para poner al día los principales proyectos de futuro.
 
El presidente de Repsol también se mostró "enormemente preocupado" con la situación de Enrique Eskenazi y el Grupo Petersen, que tienen 25% en YPF y que deben refinanciar los préstamos con los que adquirieron esta participación.
 
"Si YPF no paga dividendos y Eskenazi no puede pagar la deuda, algo va a pasar. No creo que sea un plato de buen gusto para un financiero fino" revisar las condiciones del préstamo del empresario argentino, indicó Brufau.
 
Sobre el período de duración del proceso de tasación de YPF, consideró que, según la norma que se contemple, puede ser de "90 días o de 2 años. No hay nada claro, y menos en Argentina", añadió.

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