PROBLEMAS CRECIENTES EN LA ECONOMÍA

Desacelerando demasiado rápido

La economía argentina ha comenzado a desacelerarse en los últimos meses, afectada por un freno en la industria fabril que impuso el corset a las importaciones. Todavía no hay liquidación suficiente de dólares sojeros, y el gasto público no se detiene. El 'modelo' tiene problemas pero Cristina Fernández de Kirchner no quiere enterarse.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El reporte de la consultora Orlando Ferreres y Asociados afirmó que la inversión bruta cayó 5,3% en marzo. En febrero, cuando comenzaron a implementarse las restricciones a la importación, la medición registró su 1ra. baja desde el último trimestre de 2009. 
 
El informe detalla que el sector de la Construcción registró a marzo, en términos interanuales, un crecimiento en la inversión del 1,2%. Sin embargo, también muestra signos de desaceleración, cada vez más pronunciada.
 
"El menor nivel de inversión se explica exclusivamente por la reducción en la importación de bienes de capital, ya que los demás componentes, aunque muy moderadamente, continúan creciendo", dijo el informe. 
 
"De esta forma, las restricciones a las importaciones empiezan a evidenciar efectos negativos en la economía real que pueden condicionar el crecimiento", agregó. 
 
La inversión en maquinaria y equipos registró una caída de -13,3% interanual, a marzo. 
 
Los dólares
 
Las importaciones se encuentran restringidas a causa de las dificultades en la liquidez cambiaria del Banco Central de la República Argentina.
 
La gran apuesta es que ingresen muchos dólares por la cosecha de soja para reconstituir el poder de compra del comercio exterior.
 
Pero la Administración Cristina comienza a preocuparse porque no está ocurriendo una liquidación de exportaciones agropecuarias de acuerdo a las expectativas gubernamentales.
 
En el diario BAE, Patricia Valli y Merino Soto explicaron la dificultad del comercio exterior argentino, en general:
 
"(...) Las exportaciones crecieron 8% en lo que va del año, por debajo del 20% promedio de los últimos años en un contexto de crisis internacional. Y la baja en el consumo de la Unión Europea empezó a mostrar más su incidencia en marzo. 
 
Las exportaciones, en general, crecieron sólo un 2%, con caídas del 3% en alimentos procesados y una desaceleración en productos primarios. Los bienes industriales tuvieron una mejor performance, con una suba del 16%, pero en el sector automotriz hubo una baja del 13% en los envíos a Brasil, el principal mercado para las terminales locales, por una nueva norma para la homologación de motores.
 
En el caso de los productos primarios, después de las ventas de febrero de trigo y maíz, los productores se concentraron en acopiar la soja a la espera de que mejoren los precios internacionales. 
 
La oleaginosa llegó ayer (martes 24/04) a los US$ 538 por tonelada en Chicago para la posición julio, con un pico de US$ 540 que la llevó hasta igualar el máximo de 2011. Desde diciembre pasado, acumula una recuperación del 34% desde el piso de US$ 404.
 
Para los analistas, los precios seguirán subiendo. El productor prefiere tener la mercadería en la mano. Hoy la ventaja del silobolsa hace que haya una mayor capacidad de almacenaje. 
[ pagebreak ]
Los granos que deberían llegar entre marzo y junio (el 53% de la cosecha nacional) dejan la estacionalidad y las ventas se reflejan en otras etapas del año. Eso también marca que no haya existido una necesidad por sacar producción en marzo, y se refleja en la balanza comercial.
 
La suba de los precios está vinculada a las menores cosechas sudamericanas y una mayor producción de maíz en USA, lo que deja menos hectáreas para la oleaginosa. La cosecha de soja de la Argentina será de 42,5 millones de toneladas, contra 49,2 millones del ciclo anterior, según la revista Oil World.
 
En el mercado local, la soja marco un nuevo récord, con $ 1.550 la tonelada. Pero en la búsqueda de un mejor precio, en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), sólo se comercializaron 2.640 toneladas ayer. (...)".
 
Según el análisis de Oil World, difundido en Hamburgo, Alemania, la cosecha de soja de la Argentina será en esta campaña de 42,5 millones de toneladas, contra 49,2 millones del ciclo anterior. 
 
La sequía en el norte de la Argentina ha resultado ser la peor en al menos 50 años; el abandono de los campos de soja es grande y el rendimiento en las áreas afectadas ha disminuido en cerca de 50%: un recorte de 1,5 millón de toneladas.
 
Oil World también citó los daños que registraron los cultivos de soja en Brasil y Paraguay. 
 
De acuerdo al analista Manuel Alvarado Ledesma, "3 fuerzas nuevas alientan los precios": 
 
> El dólar nuevamente está en proceso de depreciación respecto al euro, y "promueve la capacidad compradora por parte de los importadores de soja y de granos en general y de los subproductos correspondientes". 
 
> Las estimaciones de baja en la producción tanto de la Argentina como de Brasil. 
 
> La casi certeza de que en mayo el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) revisaría también a la baja las proyecciones de soja para América del Sur hechas en abril. 
 
“Ya liquidarán”, se ilusionan en el Gobierno, acerca de la disponibilidad de producto que tienen los productores. Pero hay nerviosismo.
 
Dinero
 
El problema de fondo es que, además del impacto manufacturero de las importaciones sujetas a control, hay menores ingresos tributarios por el comercio exterior y el gasto público no bajó. En el arranque de 2012, Cristina Fernández tenía previsto reducir el gasto, eliminando progresivamente subsidios a las tarifas de servicios públicos, pero luego ella frenó la iniciativa por temor a ser impopular.
 
El gasto público demanda financiación y con la inflación no alcanza. El Banco Nación (BNA) le prestará al Tesoro Nacional más de $ 12.817.603.333 a 2 años de plazo, en el marco de un endeudamiento con diferentes organismos del Estado que en lo que va del año alcanza ya a $ 19.230 millones.
 
La Resolución 5/2012 de Hacienda, y 8/2012, de Finanzas, establece un financiamiento del BNA por $ 10.417.603.333.
[ pagebreak ]
La 13/2012 de Hacienda, y 12/2012 de Finanzas, estipula un financiamiento de $ 2.400 millones.
 
Ambas normas especifican que los desembolsos estarán condicionados al nivel de liquidez del BNA.
 
20 días atrás, se había formalizado la colocación de un remanente de US$ 534.749.609, de una colocación de US$ 3.500 millones dispuesta para fines de noviembre del año pasado. 
 
A esa colocación se suman una letra del Tesoro por $ 160 millones suscripta por Lotería Nacional, otra por $ 819,8 millones por el Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Empresa; y un pagaré a favor de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) US$ por 692 millones.
 
El modelo
 
En ese contexto, muy interesante la columna de Juan Cerruti en el diario El Cronista Comercial:
 
"El kirchnerismo se enfrenta por estas horas a un escenario inédito en 9 años de gobierno: la primera desaceleración marcada del nivel de actividad por causas exclusivamente internas, propias del modelo (en la jerga de los economistas, endógenas). Si bien Cristina ya padeció una caída abrupta de la economía en el bienio 2008-2009, en aquel momento se combinaron factores externos (crisis mundial) con internos (pelea con el campo). 
 
La incógnita es cómo reaccionará el Gobierno a una economía que dejó de crecer, y por largo tiempo, a 'tasas chinas'. La Presidenta generó expectativas cuando 6 meses atrás habló de la 'sintonía fina'. Pero la intención oficial parece haberse diluido con el tiempo. 
 
El modelo de fuerte impulso a la demanda (con el consumo, el gasto público y la inversión pública a la cabeza) fue exitoso para generar un crecimiento inédito entre 2003 y 2011. En este período el PBI prácticamente se duplicó
 
(...) La Argentina se encamina hacia tasas de crecimiento de 'economías maduras', en torno al 3,5%/5% anual, si no se cometen errores. El contexto internacional sigue siendo favorable (soja, tasas internacionales y Brasil).
 
A la 'previsible' desaceleración de la economía, se le sumaron algunos desaciertos. Entre ellos la persistencia de una inflación por encima del 20% por 4 años que ha erosionado sensiblemente la competitividad del tipo de cambio. A lo que el Gobierno respondió atacando la consecuencia (avalancha de importaciones) y no la causa. 
 
(...) Para pretender un 'aterrizaje suave' de la economía, el avión luce demasiado inclinado hacia tierra (y a excesiva velocidad). Al tomar en cuenta 15 de los principales indicadores de la economía argentina 13 ya muestran variaciones negativas. Y la inflación saltó en marzo del 1,6% mensual al 2,7%, llevando la estimación interanual cerca del 24%."

Dejá tu comentario