ESCENARIO MUY COMPLICADO

Es la economía, muchachos de La Cámpora... y Uds. de eso no entienden

Lo dicen las encuestas en las que aparece con nitidez que la Presidente de la Nación no mejoró su imagen ante la opinión pública con el tema YPF, pese a las expectativas al respecto aún de los opositores cobardes. Cristina Fernández necesita de anuncios espectaculares para mantener vigente la mística kirchnerista. Desde octubre, Cristina Fernández ha relanzado su gobierno 3 veces. Y todo indica que deberá seguir haciéndolo muchas veces más.

 

por CLAUDIO M. CHIARUTTINI 
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata - Radio El Mundo). Una operación épica –para la construcción de la identidad cristinista- como fue la confiscación del 51% de las acciones de Repsol en YPF y la masiva aprobación en el Senado (que se adelanta a la que veremos en Diputados) tuvo un triste broche por el pobre acto que la militancia oficialista organizó en la cancha de Vélez Sarsfield.
 
Ni el Movimiento de Unidad Popular, ni el Frente de Tierra Vivienda y Hábitat de Luis D´Elia; ni la Tupac Amarú, ni el Movimiento Evita, ni el Frente Transversal, ni la agrupación Kolina de Alicia Kirchner, ni los aportes de la Central de Trabajadores Argentinos, ni La Cámpora pudieron regalarle a Cristina Fernández una movilización como ella esperaba para relanzar su gobierno a menos de cuatro meses de haber jurado su segundo mandato.
 
El contraste fue notable: Hugo Moyano reunió en Parque Roca 20.000 camioneros y todo el aparato cristinista y kirchnerista no peronista apenas si pudo llenar la cancha de Vélez Sarsfield y sus alrededores. Incluso, en el palco, pese a que fueron invitados a último momento, no había más de seis gobernadores e igual cantidad de intendentes.
 
¿Cómo pudo haber ocurrido esto a una Presidente de la Nación que fue votada hace seis meses por 54% de los argentinos, retomó el control de YPF (medida que fue apoyada por 65% de los encuestados, según diversos estudios), se impuso en el Senado por 63 votos contra sólo 3 en rechazo y espera más de 200 votos de aprobación en la Cámara de Diputados?
 
Si bien se trata sólo de indicios, los estudios de opinión están detectando un comienzo de separación entre el relato épico, los gestos para acumular capital simbólico y la construcción del relato que se intenta realizar con ciertos anuncios y el contraste con los problemas reales, por eso Cristina Fernández dijo el viernes que es necesaria más creatividad para llevar adelante la intervención del Estado en la economía.
 
Desde su reelección, Cristina Fernández demuestra un interés creciente en mantener las grandes variables productivas, macroeconómicas y financieras intervenidas para evitar que la economía, el gran aliado del kirchnerismo desde 2003, no se convierta en su flanco más débil.
 
El cepo cambiario e importador, la autorización para tener acceso ilimitado a las reservas del Banco Central, intentar desarmar la maraña de subsidios a los servicios públicos, la creciente presión recaudatoria y los esfuerzos por controlar los precios son algunos ejemplos.
 
Por eso no sorprende que se cambie con Uruguay medidas proteccionistas contra desaparición del secreto fiscal para las inversiones argentinas, la obligación que se impuso a las empresas cotizantes para no distribuir dividendos y canalizar esos fondos a inversiones o la reducción de plazos para ingresas las divisas provenientes de las exportaciones.
 
Néstor Kirchner se movió cómodo con los bolsillos llenos. Cristina Fernández tuvo menos suerte y recurrió a estatizar las AFJP, intentó quedarse con la renta agraria, tomó por asalto el Banco Central y reabrió el canje de deuda para tener fondos suficientes para financiar la fidelidad. Ahora, la Presidente de la Nación sabe que debe llegar hasta 2015 y no hace más que acumular dinero para enfrentar la creciente interna que nace en el seno del peronismo, del kirchnerismo y del cristinismo.
 
A menos de 2 meses de haber cambiado la Carta Orgánica del Banco Central, la Casa Rosada pide US$ 5.674 millones, que serán pagados en varios tramos; retira del Banco Nación (es decir, es dinero que no irá a crédito productivo) $ 12.800 millones y avanza sobre el Fondo de Sustentabilidad del ANSeS y obtiene otros US$ 342 millones. De esta forma, en lo que va del año, Cristina Fernández retiró liquidez de organismos públicos por casi $ 32.000 millones y todavía faltan otros 8 meses para finalizar 2012. Proyectar cifras espanta.
 
La voracidad recaudatoria del gobierno llevó a la primera demostración de preocupación de los bancos, aunque fue tratado como un pedido extraoficial: la solicitud al Banco Central para que instrumente líneas de cortísimo plazo en dólares (call y pases) para evitar cuellos de botella ante la demanda de divisas por parte del público o los exportadores. Fue, apenas, un llamado de atención, pero habría otros más en carpeta.
 
Cuando la Casa Rosada actúa, no mide consecuencias. 
 
Todos aplaudieron, y están votado en favorablemente en el Congreso, la confiscación del 51% de las acciones de Repsol, pero recién ahora se comienzan a ver los efectos. 
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Por ejemplo, 
 
> el Fondo de Sustentabilidad, que asegura el pago de jubilaciones a futuro, perdió $ 2.000 millones de valor y, ahora, recompra acciones de YPF para ayudar al gobierno a controlar la empresa y recuperar el dinero perdido; 
 
> por la confiscación, Repsol dejará de enviar los 11 embarques de Gas Natural Licuado que le había comprado Enarsa, las provincias se diputan una tajada de la petrolera para tratar de acceder a los US$ 1.500 millones de utilidad que prometen los balances; 
 
> el gigante brasileño Vale duda en invertir US$ 5.000 millones porque no tiene la seguridad de obtener el gas prometido por YPF, y 5 gremios se disputan el control de los trabajadores que se tomarán en los yacimientos que recuperaron las provincias patagónicas.
 
Cuando el gobierno hace un anuncio, los efectos no se estudian porque la combinación de objetivos es clave en la acción del cristinismo y se imponen a las posibles consecuencias. 
 
La carambola a 3, 4 o 5 bandas es la especialidad de la Casa Rosada. Tomar por asalto YPF apuntó a recuperar la iniciativa política, imponer una nueva agenda a los medios, hacer desaparecer el escándalo Boudou-Ciccone, encontrar una caja que se haga cargo de la importación de energía y realinear a la tropa. 
 
De yapa vinieron la masiva adhesión de la oposición en el Congreso, el escaso poder de fuego de Repsol para plantear mediáticamente sus reclamo y las repercusiones internacionales fueron breves, circunstanciales y sin impacto en las necesidades oficialistas.
 
Otro caso
 
El gobierno sacó del escándalo Boudou-Ciccone al juez Daniel Rafecas y busca hacer lo propio con el fiscal Carlos Rívolo, pero en la Argentina, las causas judiciales nunca mueren y, si no, que le pregunten a Esteban Righi que nunca esperó ser despedido por los dichos de un joven ambicioso ni que su segundo lance una caza de bruja sobre el estudio legal que creó hace décadas. Hasta la Casa Rosada quedó sorprendida.
 
En este marco de múltiples objetivos hay que entender la posible estatización de Edenor y Edesur. Desde hace cinco años las distribuidoras de electricidad reclaman ajustar la tarifa. Las presentaciones abundaron. Sin embargo, el gobierno hace oídos sordos a los reclamos ante la necesidad de ofrecer a la mezquina (en votos) clase media electricidad a precios bajos para no detener la ola de compra de electrodomésticos.
 
Y los efectos están a la vista: después de varios trimestres de pérdidas, la falta de fondeo se siente y las distribuidoras advierten que casi no pueden hacer inversiones para mantener el servicio. De inmediato, parecen sospechosas declaraciones que desatan todo tipo de especulaciones, como el caso de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas, la misma que se quejó de la Ley de Promoción de Electrónicos en Tierra del Fuego, hasta que fueron incluidos; denunció la merma en la compra de insumos por Edenor y Edesur.
 
El accionar de la cámara empresarial estaría relacionada con el interés que tiene Oscar Lescano, titular de Sindicato de Luz y Fuerza, de quedarse con las dos distribuidoras (un intento para reflotar la vieja SEGBA), como el sindicato de empleados de Obras Sanitarias administra hoy AYSA. ¿Será por eso que el gremialista es el principal ariete contra el reinado de Hugo Moyano en la Confederación General del Trabajo?
 
En la lógica del gobierno, que uno de 'los Gordos' encabece el esmerilamiento al camionero le permite mantener las formas y decir que la Casa Rosada o Cristina Fernández no intervienen en la interna sindical, pero si tienen que estatizar las dos distribuidoras de energía para compensar los esfuerzos de algún aliado, lo usará también para acumular más capital simbólico, incrementar relato épico, unificar la tropa y buscar mejorar en las encuestas. Fines y medios se suman, siempre buscando la carambola a varias bandas.
 
Enel, dueña de Edesur, fue inhibida por el gobierno para girar al exterior los escasos dividendos acumulados y obligada a realizar inversiones en forma compulsiva. El Grupo Dolphin, dueños de Edenor, se han desprendido de varias distribuidoras que tenía en el interior para lograr liquidez. El gobierno sigue haciendo oídos sordos y construye el marco para un nuevo anuncio épico que le permita seguir dando golpes de efectos.
 
Desde octubre, Cristina Fernández ha relanzado su gobierno 3 veces: 
 
> con el discurso de nueva jura de mandato, 
 
> luego del carcinoma que se transformó en adenoma, cambió la Carta Orgánica del Banco Central; y
 
> ahora, luego del escándalo Boudou-Ciccone, la confiscación de YPF. ¿Cuántas veces más deberá relanzar su Administración la Presidente de la Nación?
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Cristina Fernández necesita de anuncios espectaculares para mantener vigente la mística kirchnerista. Sostener un relato mítico para acumular poder, se impone. Como si fueran anabólicos, el gobierno se fortalece con cada mito que construye, pero el efecto dura cada vez menos. Siempre aparece una nube en el horizonte.
 
El gobierno que sueña con habilitar a Cristina Fernández para un tercer mandato, observa la votación del Senado por el tema YPF (y la que se verificará en Diputados) como escalas para alcanzar la meta. Sin embargo, el titular de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y su par Carmen Arguibay Molina rechazan la reforma de la Constitución. Una de las tantas nubes que aparecen en el horizonte.
 
Un buen deportista sabe que alcanzar el máximo rendimiento implica un gran esfuerzo, pero en algún momento llega la decadencia. Además, la larga, los anabólicos matan. Cristina Fernández todavía tiene 42 meses de gobierno por delante. Veremos si le alcanzan los anabólicos para retener el poder que ganó en las urnas. El tiempo juega en su contra.

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