PEDIDO A LA UNIÓN EUROPEA

Santander reclama ayuda para los bancos españoles: 40.000 millones

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, considera que los problemas del sector financiero español quedarán resueltos si la UE acuerda que algún instrumento europeo aporte unos 40.000 millones de euros para Bankia, Catalunya Caixa, Novacaixa Galicia y Banco de Valencia.

 

En declaraciones a la corresponsalía de la agencia española de noticias Efe en Brasilia, donde integra la delegación empresarial que acompaña al rey de España, Juan Carlos I de Borbón, en su visita a Brasil, Emilio Botín, presidente del grupo bancario Santander, expresó su rechazo tajante a cualquier tipo de intervención o "rescate", que sería "malo para España", y defendió la búsqueda de una fórmula que permita a algún organismo o mecanismo de estabilidad europeo aportar dinero a los bancos en dificultades.
 
En este contexto, el presidente del Santander precisó que sí harían falta unos 40.000 millones en conjunto y se trataría de repartir este volumen entre Bankia, Catalunya Caixa -que iba a salir a subasta, pero en las actuales condiciones no lo hará-, Novacaixa Galicia y el Banco de Valencia.
 
"Y no hace falta más", recalcó Botín, quien consideró "un acierto" la fórmula elegida por el Gobierno de Mariano Rajoy para resolver la crisis de Bankia, un problema que era "excepcional" y a su juicio ha quedado resuelto "de una vez por todas", gracias a una solución "excepcional".
 
Botín se mostró seguro de que el Estado "acabará ganando dinero" con la fórmula elegida para Bankia y "será un negocio rentable para el Gobierno", al tiempo que elogió al Ejecutivo de Rajoy por adoptar unas medidas económicas "importantes y muy incómodas", pero que son "adecuadas en todos los órdenes, también en el financiero".
 
Venta
 
En tanto, buscando realizar activos, el Banco Santander se ha desprendido de su negocio de gestión de patrimonios ocultos a Hacienda (offshore) en Ginebra, Suiza, a la firma local especializada UBP, según fuentes conocedoras de la situación. La entidad española dará a sus clientes la opción de regularizar su situación con la amnistía fiscal del Gobierno español; el patrimonio de los que lo hagan será gestionado desde Madrid; el de los que prefieran mantener su dinero oculto pasará junto con sus gestores actuales a UBP por un precio no revelado. Un portavoz de la entidad no hizo comentarios a esta información.
 
"Santander quiere vender su negocio en Suiza desde hace años, pero nadie ha querido comprarlo hasta ahora (algo parecido a lo que le pasa con su gestora de fondos). Hace poco vendió su fiduciaria, y ahora lo que están haciendo es vender su cartera offshore de clientes españoles. Este negocio es un estigma para muchas grandes instituciones. Si no crecen lo suficiente al año, es normal que las matrices quieran quitarse esta potencial amenaza a su negocio onshore y a su banca de inversiones", explica una de las fuentes consultadas.
 
Lo cierto es que la banca privada no declarada está sufriendo un acoso desde múltiples ángulos: los convenios cada vez más duros de intercambio de información, las brechas en el secreto bancario suizo, la mala imagen de los defraudadores con patrimonio oculto en paraísos fiscales en la crisis (agravada en este caso por la ofrecida en el 'caso Botín', sobreseído pero donde la familia sólo pagó al ser descubierta) y la amnistíá fiscal con el endurecimiento posterior de las penas para los que no regularicen.
 
Así pues, aquellos clientes que decidan acogerse a la amnistía española seguirán en el Santander y, aunque su dinero esté depositado en Suiza, la responsabilidad de las decisiones de inversión recaerá en la banca privada española del Santander. Los que prefieran seguir sin declarar -que algunas de las fuentes señalan que suponen un importe muy reducido para la dimensión del Santander-, pasarán justo con su gestor a UBP, con lo que en principio no notarán diferencia: la persona que maneja su dinero seguirá siendo la misma y sólo estará depositada en una entidad diferente.
 
UBP exige el traspaso de la custodia
 
UBP (Union Bancaire Privée) es una entidad especializada en banca privada propiedad de la familia De Picciotto cuya única capacidad para crecer es comprar carteras. Recientemente lo hizo con las de ABN Amro y ahora con el Santander. Curiosamente, UBP ha exigido al Santander que, inicialmente, le traspase la custodia de los activos para poder ir evaluando la cartera y facilitar la transición.
 
Un fleco de esta transacción es la situación en la que quedan los empleados del Santander en Ginebra. Para los senior -los que tienen cartera de clientes-, "es una situación idílica porque van a ganar más si mantienen su clientela y van a dejarse de las políticas típicas de los grandes bancos universales". El problema es para la gente no tan senior, porque no van a tener una marca detrás ni la ayuda de las sucursales o la banca de inversión para que les remita clientes.

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