UN DEBATE ETERNO

Amigovios vs. amigos: Los límites de la amistad

En teoría -pero en teoría- sí, y pueden ser realmente amigos. Sin embargo, los estudios indican que la atracción física está presente en la mayoría de esas relaciones y afirman, ademá,s que el sexo (para sorpresa de muchos) pueden fortalecer esos lazos.

 

S. PAULO (IstoÉ). "Entre un hombre y una mujer no puede haber amistad. Puede haber pasión, hostilidad, veneración, amor, pero amistad, no". La frase, pronunciada por el escritor irlandés Oscar Wilde (1854-1900), parece anticuada, pero no podía estar más en sintonía con los debates actuales sobre las relaciones entre los sexos. 
 
Visto por más de 6 millones de personas, un video amateur se ha convertido en viral en USA y Canadá, justamente por explicar la diferencia de opinión entre hombres y mujeres en lo que hace a amistades intersexuales. 
 
En el final del video, un estudiante universitario pregunta a sus compañeras de facultad si creen ellos que puede haber amistad entre un hombre y una mujer. ¿La respuesta? "Sí, por supuesto", dicen todas. Ya cuando se hace la misma pregunta a sus compañeros hombres, se oye de todos un "Hmmm ... ¡No!".
 
La cuestión, abordada de una manera lúdica en el video, ganó investidura científica en 3 recientes investigaciones que tratan de comprender mejor las implicaciones de la amistad entre personas de sexos opuestos. 
 
En uno, investigadores definieron los 4 tipos más comunes de las relaciones entre ellos y ellas. 
 
En otro estudio, los investigadores concluyeron que hay al menos un pequeño nivel de atracción en la mayoría de las amistades intersexuales, lo cual no es necesariamente malo, ya que el 3er. estudio se señala que el sexo, para sorpresa (y alegría) de muchos, puede fortalecer los lazos entre los amigos. 
 
Las amistades entre hombres y mujeres, pueden ser comunes hoy en día, lo que no sucedía hace algunas décadas. Teniendo en cuenta el punto de vista histórico, la interacción amistosa entre ellos y ellas es un fenómeno reciente que surgió después de la invención de la televisión a color en 1954. 
 
Hasta el siglo XIX, la amistad intersexual era considerada un "mal degenerador", como cuenta Rosana Schwartz, investigadora de género de la Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP) y también de la Universidad Presbiteriana Mackenzie. 
 
"Con argumentos religiosos o científicos, incluso, los hombres creían que las mujeres eran débiles y propensas a comportamientos desviados, por lo que convivir con un hombre que no sea de la familia podría degenerarlas", dijo Rosana. 
 
O sea, en ese momento se creía que la presencia de un hombre podría conducir a pobres mujeres indefensas a cometer un acto totalmente condenable: sexo fuera del matrimonio. 
 
En una sociedad donde la mayoría de las mujeres sólo convivía con figuras masculinas como su padre, sus hermanos o los sacerdotes, la amistad entre los sexos era muy difícil, si no imposible. 
 
Esta situación comenzó a cambiar cuando ellas llegaron en masa al mercado de trabajo, en el período pos 2da. Guerra Mundial. 
 
"Sin embargo, la amistad intersexual como la conocemos, sólo se consolidó en la década de 1970, ya que hasta una década antes los únicos amigos varones que las mujeres tenían eran amigos de su marido", afirma Rosana.
 
Más de 40 años después, la mayor interacción entre hombres y mujeres permitió que la amistad entre los sexos floreciera, pero no eliminó las complicaciones naturales presentes en este tipo de relación. 
 
Al final, el conocimiento popular sostiene que la línea que separa el amor de la amistad es tan delgada que, en una relación en la que hombres y mujeres disfrutan de la compañía el uno del otro, esos sentimientos seguramente se mezclarán. 
 
En la ficción hay muchos ejemplos de historias de amigos que descubren el amor e inevitablemente llegan a enamorarse. Pero ¿será que una amistad entre hombre y mujer siempre tiene un toque de amor o de la atracción sexual? 
 
Deseosos de saber, un equipo de profesores de la Universidad de Wisconsin-Eau Claire, en USA, realizó una investigación con 400 adultos de edades comprendidas entre 18 y 52 años, que mantenían amistad con personas del sexo opuesto. 
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La mayoría declaró sentir al menos un nivel de atracción por su amigo o amiga, pero los hombres, en general, demostraron ser más atraídos por ellas. También ellos se mostraron más dispuestos a tener una cita con sus amigas que ellas con los amigos.
 
En otro estudio realizado por el mismo equipo de investigadores, a los 400 encuestados se les pidió nombrar beneficios y daños de la amistad intersexual. 
 
En general, la mayoría dijo ver más cosas lindas que feas en ese tipo de relación. 
 
Sin embargo, la atracción sexual se consideró más una maldición que una ventaja. Ese sentimiento sería responsable de la infelicidad de los entrevistados en sus relaciones amorosas – cuanto más atraídos se sentían por los amigos, peor calificaron su satisfacción en sus noviazgos o matrimonios. 
 
Aceptar que la pareja tiene un amigo del sexo opuesto no es una tarea fácil para la mayoría de las personas, garantiza la estadounidense Lillian Rubin, autora del libro "Just Friends" (Sólo amigos). 
 
En la obra, la psicóloga analiza las alegrías y los dramas inherentes a las amistades intersexuales. 
 
"Amigos, independientemente del género, existen para llenar los vacíos que no se llenan en el matrimonio y de esa forma hacen que el matrimonio sea posible", dijo Lillian a IstoÉ. "Y es porque sabemos esto que los amigos, en especial los del sexo opuesto, son vistos como una amenaza". 
 
Incluso con el posible daño a las relaciones, las amistades entre ellos y ellas son deseadas por la mayoría. "La atracción sexual fue considerada frecuentemente una maldición, pero aún así, las personas han expresado su voluntad de cultivar las amistades con personas del sexo opuesto, porque se sienten realizadas en ese tipo de relación", dice April Bleske-Rechek, profesora de Psicología y una de las autoras del estudio de la Universidad estadounidense.
 
Otra investigadora estadounidense, Heidi Reeder, profesora de comunicación de la Boise State University, publicó recientemente un artículo en el que clasifica los cuatro tipos más comunes de amistad entre hombres y mujeres. 
 
Después de realizar cientos de entrevistas sobre este tema con alumnos y estudiantes de diversas edades, Heidi llegó a la conclusión de que el tipo más común de amistad entre ellos, como se experimenta en un 96% de los encuestados, no incluye interés sexual o romántico. 
 
En 2do. lugar se ubicó la atracción objetiva física o sexual, en la que amigos reconocen que el otro puede ser atractivo, pero no alimentan esa atracción física. Este es el caso de los amigos Nicolly Mira, 25 y Aluisio Nahime, de 28 años. Los dos se conocieron hace 7 años, mientras cursaban en la universidad. 
 
De tanto encontrarse en los pasillos y en los festivales, fueron acercándose poco a poco y ahora se consideran mejores amigos. "Para mí, Aluisio es lo mismo que un hermano. Dormimos en la misma cama varias veces, incluso lo vi desnudo, pero nunca hubo nada entre nosotros", dice Nicolly, quien admite que el amigo es lindo, pero dice que no es su tipo. 
 
Nahime, a su vez, también dice ver a Nicolly como una hermana. "Siempre puedo contar con su apoyo, ya sea en las buenas o en las malas", dice. "Y para mí, la palabra de una mujer vale más que la del hombre".
 
En opinión del psicoterapeuta Ailton Amélio, de la Universidad de São Paulo (USP), un especialista en relaciones entre hombres y mujeres, el tipo de amistad que disfrutan Nicolly y Nahime es muy beneficioso, sí ("siempre que no haya ningún interés romántico o sexual de una de las partes, ya que eso podría desestabilizar la relación", dice). 
 
Por su parte la investigadora Rosana Schwartz argumenta que la atracción física no impide que la amistad entre los sexos se produzca. 
 
"A menudo, esta primera aproximación se da a causa de un interés físico de al menos una de las partes", afirma Rosana. "Pero si esta atracción no es correspondida, la amistad prospera". 
 
Aunque no podemos garantizar que no nutre ninguna atracción por Nicolly hoy, Nahime admite que se acercó a ella porque la encontraba atractiva. 
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"Al principio yo quería salir con ella, sí. Lo intenté una vez, ella no quiso, yo respeté esa decisión y así creció la amistad", dice. 
 
Cláudya Toledo, directora de la agencia de relaciones A2 Encontros, sin embargo, ve más escéptica la supuesta amistad entre ellos, sin pretensiones. "En mi experiencia como Cupido profesional, creo que sólo los hombres mayores pueden tener una relación desinteresada con las mujeres", dice Claudya. "Los hombres jóvenes están muy preocupados por la conquista amorosa o sexual".
 
Polémicas aparte, la atracción física entre amigos de sexos opuestos puede no ser tan mala, como lo indica otro estudio realizado por la investigadora estadounidense Heidi Reeder
 
Al escuchar cerca de 300 personas de ambos sexos sobre sus amistades intersexuales, llegó a la conclusión de que el 20% de los encuestados habían tenido relaciones sexuales con una amiga o un amigo al menos una vez en la vida. De éstos, el 76%, sorprendentemente, dijo que la amistad mejoró después del sexo. 
 
Entre ese 76%, la mitad comenzó un romance con su amigo, incluso no siendo esa su intención original. La otra mitad continuó con la amistad, muchas veces, colorida. 
 
El término, que define las relaciones en que los amigos son sólo amigos pero tienen intimidad física, es bien conocido desde los días de amor libre, en la década de 1970. Hoy en día, sin embargo, muchas personas desaprueban este tipo de interacción entre los sexos. 
 
"La sociedad todavía condena este comportamiento, especialmente en las mujeres", dice Ailton Amélio. "Es difícil encontrar una que admita que disfruta de una amistad colorida, porque todas tienen miedo de quedar como prostitutas, ya que una relación de ese tipo implica que tanto el hombre como la mujer tienen otras parejas sexuales".
 
Asumir la decisión de una amistad colorida no es un problema para la publicitaria Grace Kelly Toledo Dorta, 33 años. 
 
Hace más de 10 años, ella tiene una relación de "amigos con beneficios" con el gerente de ventas Alex Savi Monteiro, también de 33 años. En una relación, a veces cercana, a veces distante, están con otras personas durante ese período, pero siempre terminan volviendo al contacto. 
 
"Cuando ella salía con alguien, me ponía celoso, pero no decía nada", dice Monteiro. "Y cuando estamos solteros, uno busca al otro, pero no siempre estamos disponibles", dice Kelly. Entre encuentros y desencuentros, la amistad se fortaleció. 
 
"Nuestra relación es muy fuerte, es amor. Sé que puedo contar con ella para todo", dice Monteiro. "Realmente disfrutamos de la compañía el uno del otro y si esta relación nunca llega a romance, por lo menos será una buena historia para contarle a mis nietos en el futuro", dice Kelly.
 
No siempre, sin embargo, mezclar sexo con amistad es bueno para las relaciones. 
 
El gerente de marketing de la CRS, de 28 años, que pidió no ser identificado, perdió a una amiga después de involucrarse con ella románticamente. Los dos se conocieron hace 6 años, cuando trabajaban juntos en un centro comercial en la capital del estado. Almuerzo va, almuerzo viene construyeron una relación de amistad. 
 
Sin embargo, C., que era soltero en ese momento, se involucró con la prima de su amiga. 
 
"Un día, sin embargo, me di cuenta de que realmente me gustaba mi amiga. Así termine la aventura con su prima y empecé a salir con ella", dice C. 
 
El problema fue que por miedo a herir su prima, la amiga de C. no quiso asumir el romance, lo que llevó a muchas peleas. 
 
"Por supuesto, esto causó un gran desgaste entre nosotros e hizo que me alejara de ella. En el punto en el que nos encontrábamos, no había término medio, no daba simplemente para continuar siendo amigos", dice. 
 
Después de que rompieron la amistad, la amigo de C.  se casó con otro hombre, pero aún hoy se arrepiente de lo que pasó. "Perdimos una gran amistad y una relación fantástica que nunca tuve con otra persona desde entonces". 
 
Para Ailton Amélio, la relación romántica o sexual entre amigos puede ser un factor de riesgo para las amistades, sobre todo cuando el interés romántico o sexual es unilateral. "En este caso, el sexo probablemente aumente la relación romántica del que sentía este tipo de atracción y la persona puede querer transformar la relación en noviazgo, lo que violentará a la otra", dice.
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Para la felicidad (o infelicidad) de los amigos de sexos opuestos, lo que perpetúa la sabiduría popular, y los expertos refuerzan, es que enamorarse de un amigo es muy fácil. 
 
"Es más fácil enamorarse de alguien que está a tu lado, alguien con quien vos te conocés y podés entregarte", dice Cláudya Toledo. Fue lo que sucedió con los empresarios Camila Balthazar, de 27 años, y Marcos Trinca, de 35 años. Los dos se conocieron hace tres años. 
 
En un primer momento, lo que los unió  fue una empatía mutua. Ambos eran solteros y se hicieron amigos íntimos, del tipo que duerme en la misma cama e intercambia revelaciones de sus experiencias sexuales y amorosas."No había atracción de ninguna de las partes", dice Camila. 
 
Hasta que el asunto "estar" entró en la agenda. 
 
"Hablamos acerca de cómo sería si nos besamos", dice Trinca. "Había un deseo, pero, al mismo tiempo, también temíamos que perjudicara nuestra amistad". 
 
Una noche, el beso sucedió. Un mes más tarde, los dos habían cultivado una relación amorosa. Hoy viven juntos, pero no se declaran casados. "Estar en una relación amorosa con tu mejor amigo es muy bueno. No hay secretos entre nosotros ", dice Camila. 
 
Por más que la amistad intersexual sigue siendo vista con escepticismo por mucha gente, especialmente por los hombres, la interacción amistosa puede ocurrir incluso en las situaciones más inverosímiles, como lo demuestra la historia de la asesora Erika Digon, 35 años, y del gerente comercial Tuco Oliveira, de 36 años. Erika y Oliveira estuvieron casados 7 años. 
 
Argumentando con el desgaste de la relación, ella se decidió a pedir la separación. "En ese momento, Tuco estuvo muy molesto y estuvimos unos meses sin hablarnos", dice. 
 
A medida que el golpe del divorcio fue pasando, los dos reanudaron el contacto.
 
"Cuando veía algo que me recordaba a Tuco, lo llamaba en el momento para contarle", dice Erika. Pasaron ex marido y ex mujer, a mejores amigos, al punto de que  Oliveira fue a la fiesta del segundo matrimonio de Erika. 
 
"Creo que lo que quedó en nosotros fue un vínculo mucho más fuerte de lo normal, de poder intercambiar confidencias acerca de las relaciones profesionales e incluso de nuestra dirección en la vida. Querer el bien del otro es lo que impulsa nuestra relación", dice Oliveira. 
 
Y los celos, garantizan los dos, quedó atrás. "La atracción y lo sexual se terminó, pero el amor entre nosotros se mantuvo", dice Erika. Prueba de que incluso Oscar Wilde, a pesar de ser un gran creador de frases, no siempre podía estar en lo cierto.

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