LEJOS COMO DE VIDO

A Rudy Ulloa le queda Máximo

Después de cerrar 'El Periódico', otro hombre de la "pingüinera" se aleja cada vez más de la fuente de poder. Quizás con destino similar al de la familia Ezkenazi, de Julio de Vido, Aníbal Fernández, o peor aún, de Claudio Cirigiliano, este hombre logre resistir de la mano de Máximo Kirchner. Aunque hoy Máximo está lejos de Santa Cruz.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) No sólo el ministro de Planificación, Julio de Vido, siente que Cristina Fernández se aleja de los postulados económicos y políticos del fallecido Néstor Kirchner después de perder el área de Transporte, que esta semana pasó a manos de Florencio Randazzo.

Sucede también que un empinado miembro de la denominada "pingüinera", como el empresario y ex chofer de Kirchner, Rudy Ulloa Igor, tomó distancia de la Presidente porque ella no lo consulta ni lo considera como hacía el ex presidente.

En el mejor de los casos, Ulloa conserva una relación con Máximo Kirchner, el hijo de la jefa del Estado, con quien suele verse seguido en Río Gallegos.

"De Vido y Rudy Ulloa son como la familia de la doctora, pero ella se apoya hoy en otros sectores", explican en ese sector.

Comparten la opinión de que la Presidente se alejó del modelo tal como lo concebía su propio esposo.

Por un problema de salud, hoy Máximo Kirchner está lejos de Santa Cruz, y por ende, un poco lejos de Rudy, otro de los hombres de estrecha confianza del difunto Néstor Kirchner, que tuvo que cerrar el diario 'El Periódico Austral' por falta de publicidad oficial, combustible del medio. Algo similar a lo que ocurrió con otros amigos del poder como Claudio Cirigliano de TBA, y la familia Ezkenazi en YPF.

Aunque también le tocó el turno a los  funcionarios. Sino, que lo niegue Julio de Vido, a quien le sacaron la Secretaría de Transporte, y con ella la distribución de $20.000 millones de pesos en subsidios, además de sacarlo de YPF, y de la relación con los empresarios y con los gremios.

También Aníbal Fernández, hasta hace una semana principal vocero en la cuestión del dólar, ridiculizado finalmente en público por la Presidente, que le ordenó pesificarse y lo puso en penitencia con el bonete en la cabeza, lleva todas las de perder.

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