ALERTA

Más de US$2.300 millones se fugaron de los bancos por temor a la pesificación

En los últimos 30 días los bancos perdieron más de US$ 2.300 millones de depósitos por temor a la pesificación. Pero desde el Gobierno no se mostró preocupación... y eso que el principal afectado por el drenaje es el Banco Central.

Ni el Gobierno ni el Banco Central demuestran demasiada preocupación por los US$2.300 millones adicionales que ya perdieron los bancos al día de hoy y en sólo un mes ante el temor de los ahorristas a una pesificación (o confiscación) de los depósitos en dólares.

El pánico dejó a las entidades con apenas US$9.600 millones en cuentas a la vista y plazos fijos (desde los US$15.000 millones que tenían en octubre pasado). Es exactamente lo mismo que en los primeros meses de este año tenían colocado en préstamos; lo que indica que desde entonces hasta hoy las entidades no sólo debieron dejar de originar nuevos créditos en dólares, sino recortar fuertemente la renovación.

"Hace unos días le pedí a nuestra gente del área de activos del banco que sólo empezáramos a renovar el 40% de los créditos que nos devuelven los clientes", ratificó a 'El Cronista' un alto ejecutivo de un banco privado.

Lo más curioso está en que el principal afectado por este drenaje es el Banco Central. El martes, las reservas volvieron a caer (US$60 millones) y acumularon un retroceso de US$800 millones durante los últimos 30 días, a pesar de que esta época suele ser estacionalmente de fuerte acumulación de divisas por la liquidación de exportaciones.

Pero, contrariamente a lo que podría suponerse, el drenaje no apurará ningún esfuerzo oficial por detenerlo: "La salida de depósitos sigue siendo decreciente, aunque seguramente la sigamos viendo esta semana. Los exportadores que necesiten financiamiento van a poder recibirlo en pesos", explicaron desde el Central. Dicen que esto mismo subrayó el miércoles, en una reunión con varias empresas francesas, la propia Mercedes Marcó del Pont.

El drenaje guarda una estrecha sintonía con el "plan pesificador" que puso en marcha el Gobierno semanas atrás. Y que ya empiezan a reconocer, sin ponerse tan nerviosos, muchos funcionarios oficiales.

Aunque también sea efecto, según juzgan los banqueros, de un mal diagnóstico oficial: "Parece resultado de la negación que hacen de la inflación y de una percepción equivocada que tienen sobre la macro", resumió el gerente de finanzas de un banco privado.

La pesificación quedó aún más en evidencia con la última decisión oficial de flexibilizar el efectivo mínimo diario en dólares que hasta entonces tenían las entidades en forma de encaje en el Banco Central. En el sector creen que la medida no los ayudó para detener el goteo, sino sólo a agilizar la salida y avanzar sin dificultades hacia la nueva pesificación.

Los bancos quedaron ahora con más del 90% de su fondeo completamente pesificado, y con menos del 10% en moneda extranjera. Los créditos en dólares, que representaban el 15% de las colocaciones hace exactamente dos años, participan sólo en un 11% del stock total.

El temor a un mayor contagio de la desconfianza apuró a los banqueros a subir en estos días las tasas de interés de los depósitos en pesos: unos 100 puntos básicos, desde un promedio del 11,5% para ahorros mayoristas a 30 días (la Badlar privada) a uno del 12,5%.

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