EN BAJADA EN LA EMBAJADA

Assange, entre la vida, la muerte y el show

Son horas decisivas para el fundador de WikiLeaks y principal “enemigo público no armado” de Washington quien afronta cargos penales por delitos sexuales en Suecia pero teme ser sentenciado a muerte en USA por terrorista. Y mientras Quito decide su suerte, Rafael Correa se muestra como el gran defensor de la libertad de expresión que no es.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Son horas decisivas para el fundador de WikiLeaks y principal “enemigo público no armado” de Washington, Julian Assange quien seguía este jueves (21/06) bajo protección diplomática en la embajada de Ecuador en Londres a la espera de una decisión sobre su solicitud de asilo de Quito, que evalúa la veracidad de las amenazas denunciadas por el hacker de origen australiano.
 
El vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, declaró a una televisión australiana que la decisión se haría pública hoy mismo, pero el presidente Rafael Correa matizó posteriormente en Brasil que podría tomar más tiempo y que se basaría en "si los causales son verdaderos". De paso cañazo, se apatrona de la situación. 
 
"Él ha hecho una exposición de motivos, vamos a verificarlos" en los plazos necesarios con "absoluta seriedad, absoluta responsabilidad", afirmó el mandatario socialista devenido en mediador internacional. 
 
La decisión será adoptada "soberanamente por el gobierno ecuatoriano, pero eso no excluye primero que podamos tomarnos el tiempo que necesitemos para analizar la solicitud, buscar la información pertinente y hacer las consultas, pedir opiniones que nos parezcan convenientes", agregó Correa.
 
"Hay que ver si hay peligro de muerte para Julian Assange (...) Hay que analizar si ha tenido el debido proceso. Ecuador es un país que rechaza la persecución por motivos ideológicos. Hay que ver si existe algo de esto", subrayó.
 
Assange, de 40 años, se refugió el martes (19/06) en la embajada del país andino en Londres, donde solicitó asilo político para evitar una extradición a Suecia, país que lo requiere para interrogarlo por cuatro supuestos delitos de agresión sexual por los que todavía no lo ha sido acusado formalmente.
 
Pero el verdadero temor de Assange es terminar sentado en el banquillo de acusados ante algún tribunal federal de USA para afrontar cargos de terrorismo o espionaje, lo que acarrearía la pena de muerte. 
 
En los 18 meses transcurridos desde su detención en Londres en diciembre de 2010, el australiano ha agotado todos los recursos de que disponía en el Reino Unido, cuya Corte Suprema autorizó la extradición a partir del 28/06. En este plazo tiene todavía presentar un recurso ante la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) y pedirle que suspenda temporalmente el proceso. Pero se le agotan las fichas. 
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Assange teme que el país escandinavo sea sólo una etapa antes de su entrega a USA, donde la difusión por WikiLeaks de decenas de miles de documentos secretos sobre las guerras de Irak y 250.000 cables diplomáticos estadounidenses confidenciales provocó una gran indignación y muchos juramentos de venganza.
 
En la carta que envió al presidente Correa con su solicitud, citada por el gobierno ecuatoriano, Assange alegó hallarse "en un estado de indefensión" por su posible extradición a Suecia, donde estima que será encarcelado, y por la investigación "por delitos políticos en USA, un país donde la pena de muerte por dichas ofensas aún está vigente".
 
Mientras Ecuador evalúa su solicitud, Assange está protegido en el interior de la embajada, pero la policía ya ha anunciado que si abandona el edificio puede ser detenido por haber violado las condiciones de su libertad condicional, y especialmente el toque de queda nocturno.
 
La embajadora de Ecuador en el Reino Unido, Ana Albán, mantuvo el miércoles una reunión con representantes del gobierno británico, y calificó las conversaciones de "cordiales y constructivas".
 
Albán indicó a sus interlocutores que no era intención de su gobierno "interferir con los procesos de los gobiernos británico o sueco", y les señaló su disponibilidad para reunirse "en cualquier momento para que podamos encontrar una solución justa a esta situación".
 
Las autoridades ecuatorianas anunciaron en un primer momento que buscarían "opiniones" de Suecia y de USA, pero Washington negó el miércoles (20/06) estar implicado en un diálogo.
 
"Es un tema entre Ecuador, Gran Bretaña y Suecia", indicó la portavoz del departamento de Estado Victoria Nuland, y cuando los periodistas le preguntaron cuál era la opinión del gobierno estadounidense respondió: "Sólo aspiramos a que haya justicia".
 
Pero lo que es un tema de vida y muerte para Assange es una nueva oportunidad para Correa para erguirse como showman político:
 
Como un “nuevo show” mediático y político calificaron expertos internacionales y politólogos al anuncio del Gobierno de Ecuador de analizar la solicitud de asilo del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado desde el martes en la Embajada ecuatoriana en Londres.
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“El presidente, Rafael Correa, tiene la gran habilidad y capacidad de desviar la atención pública hacia temas coyunturales”, opinó el politólogo Santiago Basabe, tras criticar que, mientas en el país se están tomando decisiones fundamentales, estas “bolas de nieve y globos de ensayo desvían la atención y, naturalmente, tiene éxito”, señaló.
 
El exembajador ecuatoriano en Londres Mauricio Gándara dijo que no hay que olvidar que en abril, el Presidente ya protagonizó otra “maniobra” que le permitió estar en todos los medios de comunicación cuando anunció su decisión de no asistir a la Cumbre de las Américas con el pretexto de que Cuba había sido excluida.
 
“Y, paradójicamente, hace 15 días optó por asistir a la Sesión de cancilleres de la OEA en Bolivia. Correa se olvida de su categoría y decide no ir a la cita de presidentes, pero va a la de cancilleres”,   reprochó Gándara. El exvicecanciller Marcelo Fernández de Cordoba también acotó que la estrategia del Régimen es aprovechar la coyuntura en temas con cierta importancia internacional para estar en la palestra política.
 
Por su parte, el periodista español Miguel Ángel Bastenir, exsubdirector de El País, opinó que esta “es una amistad puramente oportunista, que se debe a su (por otra parte, comprensible) tentativa de esquivar la acción de la Justicia". 
 
Muchos dudan que Assange supiera gran cosa de Ecuador antes de esta oportunidad. Y por lo que respecta a Correa, resulta curioso (si así ocurre) que se erija en defensor de la libertad de expresión en el mundo, cuando le pone trabas en su propia casa.

 

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