NUEVO ESTILO PARA GOLPES DE ESTADO

Golpe constitucional: Luego de Honduras, Paraguay

Los países latinoamericanos todavía no comprenden que hay una nueva realidad política regional: los golpes de Estado no convencionales, y carecen de un enfoque al respecto. Para Brasil, los acontecimientos de Paraguay resultan un mamporro durísimo: ocurrió en sus narices, ¿con qué cara sigue reclamando ahora un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU? En cuanto a la Argentina, confirma su falta de liderazgo regional.

Federico Franco habla en la CNN en Español

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El último intento de golpe de Estado convencional en Sudamérica ocurrió el 09/04/2002 en Venezuela, y terminó fracasando el día 14/04, cuando Hugo Chávez recuperó el poder.
 
En cambio ocurrieron al menos 2 golpes de Estado no convencionales exitosos:
 
> en la Argentina, el 20/12/2001, que concluyó en la renuncia de Fernando De la Rúa por presión de legisladores y líderes de su propio partido UCR; y
 
> en Honduras, el 28/06/2009, cuando el Congreso destituyó a José Manuel Zelaya Rosales por la supuesta comisión de traición a la patria y otros delitos.
 
Por lo tanto,  2 conclusiones iniciales:
 
> las democracias representativas de la región deberían cuidarse más de los golpes de Estado no convencionales de los convencionales, y
 
> las democracias representativas de la región no parecen estar preparadas para enfrentar los golpes de Estado no convencionales. No hay una doctrina de reacción cuando el Presidente cae sin que haya tanques en la calle.
 
En el caso de Paraguay, hubo formas irregulares de ruptura institucional, por llamarlo de alguna manera. No desde ahora. Desde el inicio del mandato de Fernando Lugo, Federico Franco promueve la destitución, en sociedad con otras fuerzas políticas. Sin embargo, nunca ocurrió una acción preventiva de resguardo del sistema institucional, de parte de los socios de Paraguay en el Mercosur y la Unasur.
 
Es más: los servicios de inteligencia de Brasil y la Argentina no informaron previamente a sus superiores, que incluyen a las respectivas mandatarias, acerca de la grave situación que estallaba. Todos fueron sorprendidos por los acontecimientos.
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En el caso de Brasil, supuesto líder regional, es catastrófico: Brasil intenta tener peso relativo allende el Océano Atlántico pero resulta que ocurre un acontecimiento grave en un país con el que comparte frontera y es su socio en la mayor represa hidroeléctrica (Itaiupú, un objetivo de seguridad nacional), y se entera mirando la TV.
 
¿Para qué quiere Brasil un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU cuando, al parecer, no lo sabría utilizar? En el caso de la Argentina, la Presidente no puede lidiar con un conflicto gremial de los choferes de camiones, y por eso regresó en forma anticipada de Brasil, donde al menos hubiera permanecido en sesión permanente con Dilma Rousseff. Ni frenó la huelga general a que confocó Hugo Moyano ni pudo reaccionar en conjunto ante el golpe en Paraguay...
 
Ahora habrá que conocer la reacción en el Mercosur y la Unasur. Es posible percibir un quiebre interno en la Unasur. Mientras que Colombia afirma que en Paraguay se preservaron las formas democráticas, Venezuela, Brasil y la Argentina opinan que es un golpe de Estado.
 
¿Habrá reacomodamiento? Con seguridad hay negociaciones,  pero es evidente que deberán definir una posición acerca de los nuevos estilos de ruptura institucional.
 
Una reflexión
 
 
"Es tan chocante la destitución del presidente Fernando Lugo que le permite a Alí ​​Rodríguez -un político de las entrañas del "chavismo", lo cual no es exactamente un modelo acabado de la democracia- dar una lección de democracia.
 
"Es un nuevo tipo de golpe de Estado constitucional, supuestamente", disparó Ali, ahora secretario general de la Unasur, dejando el Palacio de Gobierno en Asunción, minutos después de la destitución de Lugo.
 
No hay manera de discrepar. En primer lugar, porque no hay base suficiente para establecer un proceso de destitución. Acusando al Presidente derrocado de ser el responsable de 17 muertes en el enfrentamiento entre agricultores y fuerzas de seguridad, o es una exageración obvia o es una precipitación.
 
Si hubo abuso, el Presidente era responsable en última instancia, pero antes habría que establecer la cadena de responsabilidades para determinar con toda propiedad lo que sucedió, algo que el mismo Fernando Lugo decidió hacer al crear una comisión investigadora.
 
En segundo lugar, porque el juicio fue una ejecución sumaria. Tanto José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos, como Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, coincidieron en afirmar que, si bien la instalación del proceso siguió el marco constitucional, no hubo respeto por el derecho de defensa.
 
"Va en contra del espíritu de la democracia", dice Shifter, quien terminó, de forma indirecta, coinciendo con el chavista Alí ​​Rodríguez.
 
En la práctica, prescindiendo de las proporciones, se regresa al escenario de Honduras: los opositores que apartaron al presidente Manuel Zelaya, dijeron que sólo estaban defendiendo la Constitución.
 
Los países de América Latina juntos, exclamaron "golpe de Estado", suspendieron a Honduras de la OEA y adoptaron otras sanciones.
 
Se repite ahora la reacción, no por la OEA, que no ha tenido tiempo de reunirse, sino por la Unasur, más ágil, que envió a parte de sus ministros de Relaciones Exteriores, entre ellos el de Brasil, a Asunción, para supervisar la votación sobre el juicio político.
 
En el caso de Honduras, el golpe acabó siendo absorbido, con el paso del tiempo, inclusive ocurrió una elección, prevista antes del derrocamiento de Zelaya, que llevó a Porfirio Lobo al gobierno, y ahora ya no se discute en el resto del mundo.
 
En Paraguay, la elección se llevará a cabo en abril, un plazo de 9 meses, lo que implica un período de agitación, especialmente en sus relaciones exteriores.
 
Para Brasil, la gran diferencia es que Honduras está demasiado lejos, mientras que Paraguay es un socio en el Mercosur y la planta de Itaipú.
 
Por lo tanto, Brasil fue decisiva para evitar los intentos previos de golpe, pero de golpe convencional. Pero Brasil no consiguió lidiar con un "golpe supuestamente constitucional".
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Franco se defiende
 
A la cadena CNN en Español, Federico Franco le dijo, decidido a intentar mejorar su imagen de corresponsabilidad en un golpe de Estado: "Yo voy a terminar este mandato sin intentar candidatarme . No voy a quebrantar el estado de derecho. Soy consciente de que el momento especial que vive mi país necesita de sacrificios".
 
Sobre las posturas de los mandatarios extranjeros que no lo reconocen como presidente constitucional, aseguró estar convencido que sus pares sabrán sopesar los acontecimientos "ya que fue el Congreso el que le hace un juicio a Fernando Lugo y en este caso es el vicepresidente el que debe asumir automáticamente el cargo. Solo estoy cumpliendo con mi pueblo", dijo.
 
Además señaló que está dispuesto a conversar con los representantes de cada país para que no tomen decisiones sin previo consenso, esto con relación a lo mencionado por la presidenta de Brasil sobre la sugerencia de retirar a Paraguay del Mercosur.
 
Además, él dijo tener una gran voluntad para resolver los temas relacionados a la polémica Reforma Agraria.
 
Con relación a la lucha para frenar al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) dijo que la tolerancia sera "cero. Mi compromiso contra los terroristas es claro y trabajaré para es devolver la seguridad a los paraguayos".
 
Mercosur
 
Federico Franco le pidió a sus pares del Mercosur que comprendan la situación política que atraviesa Paraguay.
 
Él insistió en que el cambio se hizo de manera constitucional y que "no hay ambiente de bloqueo", refiriéndose a las posibilidades de que los países del Mercosur y Unasur pudieran poner barreras comerciales o diplomáticas.
 
"A los presidentes del Mercosur les decimos que entiendan esta situación. Vamos a hacer todo el esfuerzo para que esto (la crisis política) se normalice", exhortó.
 
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, dijo que la destitución de Fernando Lugo fue un golpe de Estado. 
 
Lo mismo manifestaron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Hugo Chávez y de Bolivia, Evo Morales, quienes anunciaron que no reconocerán al nuevo gobierno. 
 
Por su parte, Dilma Rousseff, de Brasil, sugirió que se expulse al Paraguay del Mercosur.
 
Colombia
 
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lamentó cómo se llegó a la "remoción" de Fernando Lugo como jefe del Estado de Paraguay, pero afirmó que "formalmente no hubo rompimiento de la democracia" porque se acataron las leyes de ese país.
 
Santos observó que si bien el Senado tomó la decisión de acuerdo con la Constitución y las leyes paraguayas, "no se deben utilizar procedimientos legales para abusar del poder, o por lo menos los requisitos básicos del debido proceso se deben respetar".
 
El mandatario hizo estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, quien prefirió no hacer comentarios "sobre una decisión tomada en el Congreso paraguayo".
 
El Presidente colombiano eludió declarar su postura y dijo que estudiará qué medidas tomará "en el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)".
 
"En la práctica le dieron sólo 2 horas para su defensa en el Senado porque (esta cámara) estableció su propio reglamento, lo cual va un poco contra el sentido común y la lógica", opinó al destacar que en ese tiempo no se puede justificar sus actos de Gobierno.
 
Además, aseveró que ha sido "la historia de una remoción anunciada, se sabía que iba a pasar".
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Costa Rica
 
El canciller de Costa Rica, Enrique Castillo, quien se encuentra acompañando a la presidenta Laura Chinchilla en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Brail, declaró que "Costa Rica deplora la destitución del Presidente del Paraguay, Fernando Lugo, mediante un procedimiento que muestra visos de golpe de Estado", señaló un comunicado oficial distribuido en San José.
 
"El Jefe de la Diplomacia costarricense expresó que al Presidente Lugo no se le otorgó las posibilidades ni el tiempo suficiente para un debido proceso de defensa", indicó la nota de la Cancillería.
 
El gobierno costarricense expresó sus deseos de que se restablezca la institucionalidad del país, "de conformidad con los instrumentos internacionales, en particular, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Carta Democrática Interamericana y la Convención Interamericana de Derechos Humanos, que contemplan la necesidad de un debido proceso".
 
Castillo dijo además que su país, que históricamente ha sido un territorio de refugio y asilo, "expresa la mejor disposición de considerar al Presidente Fernando Lugo o a algún miembro de su Gabinete, si tienen a bien formular una petición en ese sentido".
 
Denuncia
 
Según fuentes del diario ABC Color, de Asunción, una persona que se identificó como Cristian Vázquez, encargado de prensa del nuevo Presidente paraguayo, Federico Franco, irrumpió en forma violenta en el canal estatal, exigiendo revisar toda la grilla de programación de manera a que no se emita ninguna imagen de los eventos ocurridos entre el jueves y el viernes.
 
Posteriormente, Vázquez fue invitado a salir de las instalaciones del lugar, por lo que la situación no pasó a mayores, y la situación fue lamentada por el ex ministro de Comunicación, Augusto Dos Santos.
 
En contacto con 1080 AM, el titular saliente de la TV Pública, Marcelo Martinessi, confirmó la denuncia.
 
Cristian Vázquez, en su rol de comunicador del ahora Jefe de Estado, fue hasta IpParaguay y luego hasta el Departamento de Prensa de la Presidencia, a explicar que intentó hablar vía telefónica con Marcelo Martinessi pero este no le atendió el teléfono, por lo que decidió ir a su encuentro a conversar, y que fue recibido de forma hostil.
 
"No llevé ningún guardia, me fui solo, pedí la grilla de programación, para informarme de lo que estaban haciendo", explicó.
 
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Atropello de la TV Pública paraguaya

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