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Belgrano Cargas: Una mentira de patas largas

Muchos fueron los anuncios durante la era K sobre el Belgrano Cargas. Desde la concesión a Franco Macri, Roggio y compañia hasta la estatización y la entrega a empresas cerealeras como Ledesma, Dreyfus, Cargill, Bunge, El Tabacal y Deheza. La historia de un tren olvidado.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Belgrano Cargas es "una joya de la abuela" que recorre 7.347 kilómetros desde Retiro hacia el norte del país y llega a Bolivia y Chile. Atraviesa 14 provincias. Su esquema no partió de ninguna planificación, sino que fue el resultado aleatorio de la unión de diversos ferrocarriles regionales. El hecho fortuito de ser de trocha angosta -la misma métrica vial utilizada por Chile y Bolivia- le permite ingresar a estos dos países.
 
La política de Menem y Néstor K para el Belgrano Cargas fue que las directivas de La Fraternidad y la Unión Ferroviaria controlaran la caja de subsidios. Como parte del pacto con los sindicatos, Néstor colocó a Moyano como representante de la patronal del flete en camión. En esa sociedad, participaron Roggio, Romero y una empresa china con Franco Macri.
 
Por la profundidad del pacto Kirchner-Moyano, la CGT accedió a la dirección de la Subsecretaría de Transporte del Automotor en manos del camionero Jorge González, a la Subsecretaría de Transporte Ferroviario para Antonio Luna (La Fraternidad), a la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables para el portuario Ricardo Luján. Mientras, como interventor en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Moyano impuso a Eduardo Sícaro.
 
En 2006, cuando el Belgrano Cargas fue declarado en "emergencia", el gobierno ya había destinado unos 200 millones de pesos para sueldos y obras. "Los nuevos gerenciadores -la burocracia, Roggio, Romero y una empresa de Franco Macri- recibieron un subsidio mensual de $ 22,5 millones" 
 
Fracaso tras fracaso, en 2008, por el decreto 1771 se anunció la reestatización del Belgrano Cargas. La Presidenta dispuso rescindir la concesión otorgada en 1999 y transferir los bienes y activos a Adif y SOF. La concesión que debía dejar de funcionar continuó tres años más.
 
José Ignacio de Mendiguren señaló, en su discurso al asumir la presidencia de la UIA, que "el ferrocarril debe transportar el 25% de la carga del país y no el 10% como en la actualidad".
 
Con ese mandato, en mayo, la jefa de Estado anunció una profunda reestructuración del Belgrano Cargas, en la que desplazó a los gremios ferroviarios y camioneros. Propuso licitar obras por $ 2.322 millones para el Belgrano Cargas. La inversión anunciada de $ 2.300 millones se cubrirá con $ 1.000 millones del Tesoro Nacional y 1.300 millones de la Corporación Andina de Fomento (un pool de bancos). 
 
El crédito internacional que pagarán los trabajadores fue "transado" por Juan Pablo Schiavi. Los actuales concesionarios (Macri, Roggio, Romero, La Fraternidad, Unión Ferroviaria y Camioneros) cesan en sus funciones. Las obras se harán con la futura concesión, la cual sería mixta e integrada por el Estado, los ferroviarios -no los camioneros- y por las empresas cerealeras Ledesma, Dreyfus, Cargill, Bunge, El Tabacal y Deheza -todas cargadoras del Belgrano y cuyos directivos estaban presentes en el acto de la Rosada.
 
Este martes 26/06, la presidente volvió a hablar del Belgrano Cargas y realzó el acuerdo al que se arribó con China para que el país oriental financie obras de infraestructura que “modificará el sistema de transporte en la Argentina”.
 
“El Ferrocarril Belgrano Cargas se constituye así en un punto nodal para hacer una posibilidad el plan agroalimentario 2020”, planteó la jefa de Estado durante un acto en el Salón de Mujeres Argentinas de la Casa Rosada.
 
La Presidente se reunió el lunes (25/06) con el primer ministro chino, Wen Jiabao, con quien suscribió un acuerdo que implica la inversión de $ 11.500 millones que incluyen 1.400 kilómetros de vías, 50 locomotoras y 2.550 coches, con un plazo de ejecución de cuatro años a partir de la firma, con cinco años de gracia y una tasa de interés del 7,2%.

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