MOYANO, AHORA EL ENEMIGO

Cristina contra los H.M.

Cuando vuelva a escribirse la historia de "la Patria contratista", no deberán faltar los encuestadores de Néstor y Cristina, clientelar capítulo de la Argentina K, y tampoco los organismos de derechos humanos comenzando por el Centro de Estudios Legales y Sociales (y la Fundación Madres de Plaza de Mayo, obvio). Ni el multimedios Sergio Szpolski, Matías Garfunkel & Cía. (es probable que esos socios no identificados del emporio resulten más importantes que los 2 mencionados). En fin, todos contra su ex amigo/socio Hugo Moyano:

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Luego de Héctor Magnetto, Hugo Moyano. Ambos tienen las mismas iniciales, H.M. (aunque difieran en el 2do. nombre: Antonio es Moyano y Horacio es Magnetto. Sí vuelven a coincidir en el año de nacimiento: 1944. Bonaerenses los 2 aunque Moyano es de La Plata, y Magnetto es de Chivilcoy, igual que Florencio Randazzo). También ex socios de los Kirchner. Ex beneficiarios de la potestad del Estado K. Mientras duró la amistad entre Néstor Kirchner y Héctor Magnetto, ¿dónde estaba Horacio Verbitsky y su Página/12? Eran dóciles esbirros de Alberto Fernández, feroces contra el enemigo de Magnetto, Raúl Moneta
 
Hoy, Moneta es aliado de Cristina, y entonces Página/12 y Verbitsky callan. Susana Viau, quien firmaba las colisiones contra el fallido banquero, trabaja en Clarín. Y Alberto Fernández es menospreciado a diario por los escribas clientelares.
 
La suerte de Hugo Moyano es bastante parecida: fue el gran aliado desde 2003, incluyendo la Resolución 125/2008. Es más: fue Moyano y no Guillermo Moreno quien comenzó, en esos días, con los afiches de "Clarín Miente" y "Todo Negativo" (en referencia a la señal Todo Noticias, de Grupo Clarín), porque Clarín había publicado una nota que lo vinculaba, en su juventud, con grupos parapoliciales en Mar del Plata, acusación que ahora pretende retomar el kirchnerismo.
 
Hoy, Moyano es el enemigo de Cristina y el ladriprogresismo. Por lo tanto, él goza de buena prensa en Clarín.
 
En verdad, el malestar de los Kirchner con Moyano comenzó luego de la derrota electoral de 2009 porque Moyano, insaciable, embistió pretendiendo más poder para él, con la excusa de que era "para los trabajadores". Pero los Kirchner no podían expresar su tirria porque lo necesitaban.
 
Por eso Néstor Kirchner lo criticaba hacia adentro pero mantenía los privilegios y ventajas excepcionales, tan cuestionada por la Auditoría General de la Nación.
 
Muerto Néstor, Cristina intentó retomar la iniciativa aprovechando un exhorto de la Justicia suiza pero, por entonces, ni ella se encontraba preparada para la colisión ni Moyano estaba lo suficientemente erosionado.
 
Ahora, ella no tiene otra opción que colisionar como estrategia de un gobierno que huye hacia adelante, y él se encuentra acechado por sus adversarios dentro de la CGT (Confederación General del Trabajo). Es una disputa entre malos, no entre buenos y malos.
 
Acaba de ocurrir la marcha a Plaza de Mayo que Moyano prometió aquella vez, en 2010; pero los resultados no fueron tan dramáticos para Cristina, que tiene problemas mucho más importantes que Moyano.
 
Lo interesante es la reacción negativa de los empleados del kirchnerismo contra su ex amigo Moyano. Los diarios Página/12 y Tiempo Argentino son los voceros, cuando es inminente el pedido de impugnación, de parte del Ministerio de Trabajo, del cronograma electoral en la CGT previsto por el moyanismo, lo que acelerará la estrategia opositora de convocar a un Congreso propio para elegir autoridades.
 
El ministro Carlos Tomada dirá que el moyanismo “falseó” el quórum necesario en la reunión del Consejo Directivo del 23/04, lo que le permitió avanzar en un cronograma electoral propio que culminará el 12/07, con su reelección en el microestadio de la cancha de Ferro Carril Oeste.
 
El lunes 01/07 vence el plazo para que los de Moyano presenten su posición ante el Ministerio de Trabajo (donde ya hizo 2 presentaciones), que entonces resolverá, agotando la vía administrativa. 
 
La resolución impugnará el proceso electoral y Moyano recurrirá a la Justicia laboral.
 
En tanto, el periodismo kirchnerista se ha movilizado:
 
Raúl Kollmann en el diario Página/12 apeló a "la nueva Patria contratisa", la de los encuestadores profesionales a menudo contratados por el Ejecutivo Nacional. Nada de los que ellos opinan es novedoso, con excepción de Enrique Zuleta Puceiro, más hábil que la mayoría de sus colegas. El resto es más bien un compendio de obviedades profesionales. Eso sí: no explican si Moyano no puede beneficiarse del derrumbe de los salarios reales, que se aproxime. Probablemente sea porque los encuestadores escriben sus pronósticos a ojos cerrados. Lo interesante es que ellos lo manifiesten, y Página/12 lo publique, recién ahora:
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"(...) Para Luis Costa, hoy a cargo de Ipsos-Mora y Araujo, “Moyano está con altas chances de perder mucho espacio de poder en los próximos meses. El lado al que se está moviendo es de baja receptividad para la opinión pública. Ojo que todo esto no parece una decisión pura de Moyano, sino la consecuencia de acción concreta de Cristina Kirchner contra él. La que comienza el conflicto es ella y lo que hace el camionero es tratar de no perder completamente la escena. Scioli, por ejemplo, reacciona distinto: se mantiene paciente, no produce rupturas. La diferencia es que Scioli necesita la opinión pública y los votos, mientras que Moyano se inclinó por apoyos que no van mucho más allá que los propios afiliados a Camioneros. Por eso digo que tiende a perder espacios de poder”.
 
Como aliado del kirchnerismo, Moyano tenía una imagen mayoritariamente negativa. Como opositor al Gobierno, la situación es idéntica –analiza Ignacio Ramírez, de Ibarómetro–. Para él no rige lo que vemos con habitualidad: los políticos que se vuelcan a la oposición, crecen en imagen dentro de los votantes o ciudadanos que no están de acuerdo con el Gobierno. Pero la imagen de Moyano tiene rasgos específicos y no capitaliza ninguna mejora.”
 
Analía Del Franco, de Analogías, afirma que “merecido o no, Moyano nunca pudo perforar el techo del 25 por ciento de opiniones positivas entre los encuestados. Siempre se ubicó en el campo de la confrontación, los paros y bloqueos no caen bien y se lo ve como un dirigente con ambiciones desmedidas. De todas maneras, es posible que sea el opositor más dispuesto a choques fuertes, pero es un terreno que a los partidos opositores no les conviene. Por ello se pagan precios y no parece que esos partidos estén dispuestos a pagarlos de cara al 2015. No creo que sea un aliado deseado por los que están en esa carrera”.
 
No es creíble que Moyano piense seriamente en una comparación con Lula como una proyección personal –afirma Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados–. Son historias con diferencias, procedencias diferentes en un país con otro peso de las tradiciones partidarias. Su indiscutida popularidad dentro del gremio e incluso en algunos otros gremios no implica un reconocimiento de la gran mayoría de la sociedad, que lo rechaza. Aunque es justo señalar que gran parte de ese rechazo se funda en actitudes antiobreras y otras discriminatorias. Para colmo, en el acto formalizó una mirada opuesta al kirchnerismo, intentando devaluar un gobierno que hace pocos meses consiguió un apoyo mayoritario. Diría que su eventual aporte al arco opositor o a futuros ex kirchneristas será sólo un poco más que el sindicato camionero.”
 
Moyano es más un riesgo que una oportunidad –diagnostica Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP)–. Su distanciamiento del Gobierno lo dejó en una encerrona. En primer lugar, habrá que ver cómo le va en la elección de la CGT, pero la debilidad del paro y la movilización lo dejaron debilitado. Y en el terreno político se enfrenta al desafío de aglutinar al peronismo disidente. No parece muy atractivo. E insisto con la idea: los dirigentes opositores deben pensar que su pasado gremial y combativo lo hacen más un riesgo que una oportunidad.”
 
Artemio López, titular de Equis, cree que “más allá de que coyunturalmente puede haber tomado alguna ventaja de cara a la interna en la CGT, situación que tampoco es nítida, estratégicamente no parece posible imaginar su liderazgo. Y menos todavía, fortalecido. Y no veo que le den aire algunas de las alternativas al gobierno nacional, ni dentro ni fuera del peronismo”.
 
Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), tiene una visión distinta. “Moyano ha hecho lo único que podía hacer. Jugar a todo o nada su batalla final, capitalizar los problemas objetivos del Gobierno ante la crisis, esperando un lugar que después alguien le reconocerá. Muestra sus fuerzas y sus valores. En todo caso, lo que hace es ganar tiempo en la disputa por los espacios del poder que inevitablemente sobrevendrá a la hora de la crisis sucesoria, de cara a 2015.” (...)".
 
 
Eduardo Blaustein en el matutino Tiempo Argentino, quien luego de despotricar contra Moyano termina en la devastadora realidad del cambio en la CGT: los que lleguen, con el apoyo de Cristina, no serán mejores que Moyano. El aporte del periodista es descubrir el freno que los rivales intentaron cuando el choque podía ser atronador. Al final de cuentas, Cristina y H.M. son peronistas:
 
"(...) De la ruptura de Moyano con el kirchnerismo (o viceversa) no parece que vaya a surgir una construcción sindical superadora del mapa del que veníamos, aunque puede que sí surja una CGT más dialogante. Así como frágilmente Moyano se alía con Barrionuevo o el Momo Venegas, del otro lado abundan los impresentables. Se sabe que hasta último momento el Gobierno buscó acercar a los dirigentes habitualmente más serenos y capaces del moyanismo: Julio Piumato, Omar Plaini, Juan Carlos Schmid. De cara a lo sucedido en la semana parece que los esfuerzos llegaron tarde, pero eso puede cambiar. Desde el moyanismo suele decirse también que el secretario general de la CGT escucha poco y se manda solo. Pero también truenan broncas porque en la Rosada no atienden los teléfonos. Un año parece un tiempo interesante como para no recibir a la CGT, y más cuando algunos sindicalistas creen entender que la Presidenta les pega más palos a ellos que a los empresarios que, según dice la propia Cristina en según qué intervención, “en estos años la levantaron con pala”.
 
La Presidenta misma ofreció dos discursos con matices muy distintos el martes y el miércoles.
 
En el primero repartió bonito, no sólo cuestionando las razones de la movilización de Moyano, sino la capacidad de gestión de los gobernadores (en pleno discurso retrocedió unos casilleros y rescató lo hecho en varias provincias). 
 
El miércoles, desde San Luis, optó por paz y amor: “Esto no es River-Boca”, “Somos todos argentinos”, “Es cierto que no pensamos igual en todo, ¿pero acaso no necesitamos las mismas cosas? ¿No necesitamos los distintos gobiernos que su gente tenga trabajo genuino?”. Bajando el tono
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Un esfuerzo similar por bajar los decibeles y que pasó algo desapercibido provino desde la misma CGT, mediante un comunicado elaborado por Schmid y Facundo Moyano el martes 26. Ese comunicado comenzaba diciendo que “debido a las deliberadas acusaciones de ‘golpistas’ esgrimidas por funcionarios del Gobierno Nacional” era necesario aclarar lo que sigue: que “los argentinos no deben dejarse confundir por las adhesiones mediáticas (al paro) de quienes jamás se han preocupado por los derechos de los trabajadores”. Que se trataba de “reacciones oportunistas y desesperadas de sectores que no son una opción política real en nuestro país”. Y que “en esto hay que ser categóricos: de ningún modo las intenciones de estos sectores marginales representan el espíritu de la masiva movilización convocada para el próximo miércoles en Plaza de Mayo, ni la agenda, ni los reclamos que la CGT viene planteando desde hace más de un año y que no han obtenido ningún tipo de respuesta”.
 
Más aún, como manteniendo los pies mucho más cerca del interior que afuera del plato, el comunicado agregaba que “la fuerza social que se movilizará es obrera y como tal adhiere al proyecto nacional en la medida en que el mismo no se aleje del camino recorrido a partir del 2003. Los trabajadores jamás seremos ariete, ni mascarón de proa ni fuerza de choque de aquellos a los que poco les importan las negociaciones colectivas, el pleno empleo, los derechos humanos y la distribución justa de la riqueza. Quienes usufructúan esta división en el seno del Movimiento Nacional son adversarios tanto de la CGT como del Gobierno”. (...)".
 
 
Horacio Verbitsky, quien descubrió que consumir tiempo y saliva entre los diputados nacionales Facundo Moyano y Héctor Recalde, no obtuvo ninguna influencia sobre Hugo Moyano, escribió en Página/12. Todo un problema para el ego de Verbitsky. Pero ¿recién ahora descubren él y sus amigos kirchneristas las objeciones de la Auditoría General de la Nación a los intereses de Moyano? ¿Dónde estuvieron los últimos 9 años?:
 
"(...) Hace diez días Schmid escribió: “Cristina Kirchner y Hugo Moyano son dos líderes fuertes. Juntos suman; divididos, no se sabe. Una fractura entre el gobierno y los trabajadores es un contrasentido”. El y Plaini inspiraron el comunicado previo al paro, en el que la CGT analizó la posibilidad de levantarlo (¿cómo podría haberlo hecho si la medida hubiera sido sólo de Camioneros?) y se declaró parte del proyecto nacional que conduce Cristina, una ratificación incompatible con la insultante logorrea televisiva de Moyano y su primogénito Pablo. Otro hijo del camionero, el diputado del Frente para la Victoria Facundo Moyano, solicitó que se retirara de la plaza un grupo de caceroleros de pro, el sector de la sociedad al que su padre viene cortejando en el circuito de conferencias de las universidades privadas más prósperas. (...)
 
La idea de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo sólo es aplicable en los dilemas de vida o muerte. Y por más cultores conscientes o no que tenga la teología política de Carl Schmitt, su validez en la Argentina de hoy no pasa de una expresión de deseos de algunos. Por ejemplo, pese a los coqueteos de la UCR con Moyano, nadie ha hecho más por desnudar sus intereses extrasindicales que el presidente radical de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy. La calidad y orientación de su trabajo en la AGN no han oscilado según los vaivenes de la relación entre el kirchnerismo y el Secretario General de la CGT. Por lo menos desde 2006 ha producido informes críticos para el líder de los choferes pesados. Por ejemplo:
 
- El subsidio al gasoil. La Resolución 82, de 2006, cuestionó la falta de controles en el otorgamiento de subsidios por 1600 millones de pesos a empresas y sindicatos de transportes en el período 2002/2004, que la Secretaría de Transporte otorgó con recursos del fondo fiduciario del gasoil. Según la Auditoría, la obra social de Camioneros recibió un anticipo de 17 millones de pesos para realizar exámenes psicofísicos a los conductores, pero rindió cuentas por la mitad.
 
- La Administración de Programas Especiales. La Resolución 30 aprobada por la AGN en marzo de este año señala graves debilidades, desvíos, deficiencias, incumplimientos e irregularidades en el otorgamiento de subsidios a las obras sociales sindicales durante la gestión de dos funcionarios designados por indicación de Moyano en la Administración de Programas Especiales: el yerno de su esposa, Cristian Asorey, quien era coordinador del sistema informático, y su ex asesor legal Daniel Colombo Russell, quien fue la máxima autoridad de la APE hasta abril del año pasado. Durante la sesión de la Auditoría en la que se aprobó el informe, Despouy dijo que fue necesaria la intervención de la Justicia para que pudieran acceder a la documentación requerida a la APE y denunció penalmente al yerno Asorey porque “exhibió ostentosamente material confidencial de la Auditoría no tramitado oficialmente”. El auditado había conseguido infiltrar al auditor y se jactaba de ello. Según el informe de la AGN, está pendiente de rendición o recupero el 57 por ciento de los subsidios otorgados entre 1999 y 2010, por un importe de 690 millones de pesos. El 65 por ciento de estos fondos sin respaldo se concentra entre diez obras sociales. Las principales son las de Gastronómicos, Camioneros, Comercio, Personal Civil de la Nación y Bancarios, es decir todas las líneas internas sindicales. Como hay más de 25.000 expedientes atrasados resulta imposible detectar extravíos. En el 73 por ciento de los que analizó la Auditoría, la APE aconsejó aprobar la rendición de cuentas aunque faltaba la documentación que mostrara cómo se usaron los fondos. Los laboratorios no certificaron la legitimidad de una cuarta parte de los troqueles auditados, y en un 4 por ciento tampoco eran auténticas las facturas que acompañaban los troqueles. También se verificaron más de un centenar de beneficiarios que cobraron aunque habían fallecido antes de presentar la solicitud. En 2009 la APE ordenó pagar más de 10.000 expedientes en trámite cuando faltaban instancias de análisis para determinar sumas ciertas o “peor aún, que finalmente no se les reconoció monto alguno y se archivaron”. Estas irregularidades no sólo afectan la transparencia y eficiencia de la gestión, lo cual compromete el manejo de fondos públicos, sino también “el derecho a la salud de los beneficiarios de las obras sociales”, lo cual es mucho más grave. Despouy informó al cuerpo de auditores de pagos realizados a prestadores no inscriptos o con habilitación vencida, lo cual pone en duda “la autenticidad de los medicamentos entregados”. Agregó que se hallaron certificados médicos emitidos por “presuntos profesionales a los que no se pudo verificar la matrícula y firma”. En el caso de Camioneros, la Fundación de Hemofilia certificó que se usaron 71 envases de un medicamento, pero fueron pagados 86 troqueles. La proveedora de los medicamentos, Droguería Urbana, “no está inscripta en el Registro Nacional de Prestadores a cargo de la Superintendencia ni en el registro a cargo de la ANMAT”. Sus directivos fueron detenidos por la Justicia.
 
- A buen puerto vas por agua. La Resolución 45, de abril de este año, cuestiona el uso que se da a 15 hectáreas entregadas a la Federación de Camioneros y las empresas BACTSA y TRP en terrenos fiscales del puerto. El permiso de uso por diez años se otorgó para la construcción de un Centro de Transporte Multimodal sobre un área de relleno a ganar al río, operación que Camioneros comisionó al denominado Instituto Verificador de Transporte (IVETRA), con la misión de manejar la logística del predio, recibir los camiones, incorporarlos a una base de datos, controlar la calidad del transporte y ordenar el tránsito para que sea fluido, sin colas ni demoras. La AGN destaca que “la Federación de Camioneros comienza a pagar el canon a la Administración General de Puertos una vez finalizadas las inversiones en obras o a los tres años de iniciado el contrato; no obstante, el cobro del Certificado (17 dólares por camión) se efectiviza desde el inicio del contrato”. En la creación de IVETRA, en 2007, participó el ingeniero Oscar Vecslir, quien luego fue designado al frente de la Administración General de Puertos que debe controlarla. En IVETRA cuyos ingresos llegan a unos 12 millones de dólares al año, aparecen dos hombres de extrema confianza de Moyano: su abogado penalista, el ex juez Daniel Llermanos y el director suplente por Camioneros en el ferrocarril Belgrano Cargas, Gustavo “El Turco” Elías. La Auditoría afirma que (al margen del gran negocio que constituye) el proyecto contradice los lineamientos del Plan Maestro del Puerto: lejos de disminuir la congestión de tránsito, la incrementaría, porque su ubicación en el Relleno Norte genera viajes adicionales de camiones, alarga sus recorridos y mezcla diversos usos del suelo. Además, un tercio de la superficie concedida no se destina a las actividades específicas del puerto. Despouy dijo al presentar este informe que esperaba que la Justicia investigara, el Congreso (del que depende la AGN) discutiera el tema y el Poder Ejecutivo adoptara medidas. Por lo pronto, esta última rama del poder está escarbando en las cuentas bancarias de la familia Moyano y de empresas vinculadas."

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