GRADUADOS VOLVIÓ A GANARLE A BAILANDO

Graduados volvió a ganarle a Tinelli: Un divo en apuros

Marcelo Tinelli está viviendo su 23ra. temporada consecutiva en la TV. Sin duda, una carrera ascendente que lo convirtió en el único “divo” del medio. Fama, poder, dinero que dan muchos privilegios pero que también generan problemas, uno de ellos y en forma muy intensa hoy lo vive con su jefe (él mismo), a causa de que su rating no es el mejor, a tal punto que le cuesta hacer de su programa el más visto.

 

por JORGE HÉCTOR SANTOS
Twitter:@santosjorgeh
 
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Cuando el Grupo Clarín se hizo cargo de Canal 13, mi recordado amigo Abel Maloney tomó las riendas del área de Noticias. Maloney debió afrontar un desafío grande, el canal de TV y su productora de contenidos habían estado en manos del Estado y la nómina era inmensa. Dentro del plantel de cronistas  deportivos había un joven al que terminó echando "por vago”. Se llamaba Marcelo Tinelli.
 
Por aquellos años, finales de los '80, principios de los '90, Juan Alberto Badía ya tenía un nombre en el medio, especialmente en la radio. Su voz y su buen decir ya brillaban en la FM propiedad de Rivadavia, y otros trabajos.
 
Tinelli migró en busca de trabajo televisivo -porque en radio hacía colaboraciones en deportes con la vieja radio de la calle Arenales- hacia el embrionario Telefe, donde la fama le alcanzó.
 
La vida, el trabajo, enlazó los caminos de Badía y Tinelli.
 
A Badía yo lo conocí cuando él cursaba sus estudios en el ISER y su querido y recordado padre, Juan Alberto Ramón, era destacado profesor del instituto. Badía siempre fue el mismo. Sus valores personales no fueron modificados por su trabajo ni por la trascendencia pública que consiguió.
 
Badía ayudó mucho a guiar a Tinelli, no solo en la profesión, fundamentalmente en la vida.
 
Juan Alberto no fue un personaje bueno porque ya se marchó (hay cierta tendencia a hacer queribles a quienes están muertos). Él fue un ser humano íntegro mientras vivió.
 
Tinelli necesitaba de Badía. Badía no necesitaba de Tinelli. Pero a Badía no le importó semejan análisis utilitario.
 
Un grande, Gustavo Yankelevich, decidió innovar en un espacio marginal de la TV por esos años, la trasnoche.
 
Al inicio de cada nuevo día, Yankelevich quería poner en el aire un programa que denominó VideoMatch, y cuya conducción confió a Gustavo Lutheral quien lo meditó y dijo: “Esto no es para mí”.
 
Tinelli se ofreció a Gustavo Yankelevich para conducir ese espacio, para el que, en teoría, podría contarse con contenidos de ESPN (algo que luego no se pudo), y Yankelevich, sin nada que perder y todo para ganar, le dijo OK.
 
Pero Gustavo fue moldeando la figura de Tinelli, adaptándolo a la pantalla familiar de Telefe. Su imagen de chico bueno y sano iba conquistando rating mezclado con una banda de supuestos “amigos” que lo rodeaban. Marcelo se convirtió, por entonces, en el joven que toda madre quería como novio de su hija.
 
Badía, en lo humano, y Yankelevich, en lo profesional, fueron dándole forma a un triunfador, Tinelli, "el muchacho de las trasnoches".
 
Badía siempre contó una familia en la cual se privilegiaban los valores firmes; esas eran debilidades en Marcelo Tinelli, desde niño. Juan Alberto trabajó por estabilizarlo. Se transformó en un referente valioso, un amigo de verdad.
 
A Tinelli se le abrió un crecimiento impresionante a partir de “Ritmo de la Noche”. En esta etapa, también, comienza a virar en algo su forma de relacionarse con sus compañeros de profesión, y eso inmediatamente lo detectó Badía, quién al día siguiente del debut, lo llamó y le mostró su fastidio por lo que consideraba un “desperfil” del Tinelli que él conocía.
 
Aquellos minutos fueron un momento clave en la relación entre ambos porque la relación se quebró, y ese enfriamiento duraría años. Tinelli dejó de responder a su “maestro”.
 
El éxito marea.
 
Pero no podría frenar en ese momento a un Tinelli arrollador, que siguió creciendo en todos los terrenos y pasó de ser solo un conductor televisivo a influyente referente sociocultural y empresario.
 
Tinelli pasó a ser cada vez menos manejable. Tanto que años más tarde, Telefe lo dejó ir y no fue un problema de dinero. No le faltaban a Telefónica recursos para retenerlo, si resultaba una prioridad.
 
El 13 no lo quería en su pantalla, y Tinelli, el exitoso, migró a Canal 9, de Daniel Hadad y Raúl Moneta, donde descubrió que no contaba con los recursos para la producción a los que estaba acostumbrado, y hasta tenía problemas para que le liquidaran su dinero. Y, sin embargo, siguió mandando en el rating.
 
Héctor Magnetto, hábil como pocos, comprendió que una de sus empresas, Artear/Canal 13, podía llegar a perder el 2do. lugar en la tele si Canal 9 se consolidaba. Y el problema era grande: solo 2 canales son comercialmente viables con la torta publicitaria doméstica.
 
Ese fue el motivo determinante de la incorporación del agua al aceite. Tinelli en el 13, en ese entonces no pegaba.
 
Con el correr del tiempo, el 13 se fue convirtiendo en más Tinellidependiente y su programación fue ganada, en buena parte, por las producciones de Ideas del Sur.
 
¿Quién maneja Ideas del Sur? Tinelli, su accionista mayoritario, y Grupo Clarín administra las finanzas, por ser su accionista minoritario.
 
Tinelli es y se siente Ideas del Sur. Tinelli no es Canal 13. Tinelli es de Tinelli.
 
¿Qué significa esto en la práctica? Que Tinelli no tiene otro jefe que él mismo.
 
El séquito que rodea a Tinelli es como el séquito que rodea a Cristina Kirchner, todos le dicen “sí”.
 
El que luce con luz propia cerca de Tinelli, desaparece.
 
Tinelli no tiene amigos, todos van y quieren ser amigos del “poderoso”.
 
La fama es muy difícil de administrar.
 
Marcelo Tinelli está empezando a sufrir la ausencia de un Badía y/o de un Gustavo Yankelevich para dirigirlo, para guiarlo; pero Tinelli se volvió ingobernable. Se maneja solo. Él es su jefe, y comienza a notarse.
 
Sus propuestas televisivas son, todas, cortadas por la misma tijera. Todos sus productos son iguales, comenzando por “Bailando”. Ya es evidente que existe falta de creatividad.
 
3 de los 5 programas que Ideas del Sur tiene en la pantalla del 13 tienen jurados y los otros 2 son refritos de los 3 primeros.
 
La consecuencia lógica es que el rating de los 4 espacios está siendo menor.
 
Tinelli, por el rating mata. Es capaz de apelar a los más variados recursos, incluyendo los golpes por debajo de la cintura, incursionando en el dudoso o mal gusto, para conseguirlo.
 
Tinelli es muy dúctil y versátil como animador pero no puede ser el centro del programa, y menos tantas temporadas continuas porque, inevitablemente, agota.
 
Si su maestro, como él señala, fue Badía, Tinelli no fue un buen alumno....
 
Ni Mariano Iúdica ni José María Listorti son conductores hábiles ni preparados para estar a la altura de los desafíos que les otorgó.
 
Si Tinelli fuese un buen alumno de Badía, sabría que él debería volver sus fuentes y dejarse guiar tanto en creatividad como en su propia imagen.
 
El "divo" tiene de sobra tela para cortar en el carretel. Mucha es la gente que lo admira y le es fiel frente a la pantalla chica, pero él también debe considerar que está perdiendo parte del caudal que lo seguía y eso, más que desesperarlo, debería hacerlo reflexionar.
 
Marcelo está excesivamente autorreferente. Ya casi se asemeja a Cristina Fernández de Kirchner.
 
El martes 26/06 apeló a casi una hora de Antonio Gasalla en pantalla para doblegar a “Graduados”. Hoy 03/07, tratará de repetir aquella performance, desde las 21:30.
 
Anoche, 02/07, estuvo muchos minutos frente a cámaras rindiéndole renovados recuerdos a Juan Alberto Badía. Sin embargo, en las redes sociales comenzaron las críticas. Hubo comentarios acerca de la especulación con el rating que buscaba el homenaje. También acerca de cuál era realmente la relación entre Badía y Tinelli, a partir del cambio en la conducta de éste, cuando la fama lo inundó. En cualquier caso, sus ojos parecían que estaba leyendo lo que decía y no que improvisaba apelando al afecto. Sus dichos, valorables por cierto, fueron poco creíbles para mucha gente que insiste en que es excesiva su devoción por el rating. No es el único que padece semejante enfermedad pero el reclamo social siempre debe comenzar por alguien...
 
Precisamente ese fanatismo por el rating hace pensar mal de la extensión del tiempo dedicado al recordado Badía porque, justamente durante ese momento ("Estiralo, Marcelo, estiralooooo"), obtuvo los mayores picos de audiencia que, de no haber sido así, elrating  promedio del programa hubiese sido considerablemente más bajo.
 
El real amigo de Badía en el ambiente y en la vida es Fernando Bravo. Este calló, el mejor homenaje es el dolor y el respeto. Es mi manera ver y de pensar de un ambiente, el de los medios de comunicación, donde todo parece que vale pero no siempre es valioso y creíble.
 
Insisto, Marcelo tiene un problema con su jefe y está relación le está jugando en su propia contra.
 
Los números de la TV el lunes 02/07:
 
TOP 5:
 
1.    Graduados, 25.6 (Telefe).
2.    Bailando, 24.9 (13).
3.    Dulce amor, 17.8 (Telefe).
4.    Perdidos en la tribu, 16.8 (Telefe).
5.    Soñando por cantar, 16.2 (13).
 
Podio:
 
1.    Telefe, 13.6.
2.    El 13, 11.7.
3.    Canal 9, 5.9.
 
Promedios:
 
1.    Telefe, 12.5.
2.    El 13, 9.8.

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