03/07/2012

La noche en que Tinelli se pareció más a Cristina

Marcelo Tinelli y Cristina Fernández tienen muchas cosas en común: liderazgo, poder, dinero, etc. que se enuncian en esta nota y que tuvo origen en la noche del 3 de julio, donde el conductor se aproximó más a cierta semejanza o habilidad que poseen ambos.

 

por JORGE HÉCTOR SANTOS
Twitter: @santosjorgeh
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La noche del martes 03/07, en la que Marcelo Tinelli, el divo de la TV criolla rompió moldes impensados, sirvió como disparador en mi cabeza -mientras muchos se divertían y otros odiaban lo que él hacía por un punto de rating- para reflexionar acerca de los parecidos que existen entre él y la Presidente de 40 millones de argentinos, Cristina Fernández viuda de Kirchner.
 
Mientras que Charlotte Caniggia y Tinelli tomaban tragos, comían pizza, subían a un colectivo, se ponían tacos y desfilaban en la "Maratón gay" con el “Cabezón” luciendo una peluca rubia; yo me hice del primer anotador y lápiz que encontré.
 
Entonces, mientras que escenas inolvidables se sucedían todas carentes de escrúpulos pero repletas de audiencia, empecé a darle rienda al juego de las semejanzas; y así, como quien no quiere la cosa, fui escribiendo:
 
Ambos, Cristina y Marcelo, son líderes, cada uno en lo suyo.
 
Los dos alcanzan altos niveles de adhesión, Cristina en votos; Marcelo en puntos de rating.
 
Tanto ella como él son famosos.
 
Ambos disfrutan de fortunas personales, son multimillonarios.
 
Los dos se desviven por estar seguido y mucho tiempo frente a las cámaras de TV.
 
Tanto uno(a) como el otro(a) le gustan ser el centro de atracción.
 
Ambos detestan que alguien les haga sombra.
 
A los dos les encanta “gastar” a otros ante cámaras, vale decir en público.
 
Para los dos, recibir aplausos es tan indispensable como el aire que respiran.
 
A ninguno de los dos les gusta que el periodismo los critique.
 
Ambos sueñan con medios propios o a su servicio.
 
Ante cámaras, ambos pueden pasar con mucha facilidad de la euforia a la emoción.
 
Tienen ante la muerte de seres queridos un buen manejo del marketing del duelo.
 
Ambos saben rendir trascendentes homenajes:
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> Néstor tiene un Panteón en el medio de la nada;  
 
> mientras que Marcelo bautizó, el 02/07, con el nombre de su maestro el edificio de la productora donde, el 03/07, armó una fiesta electrónica.
 
Ambos se rodean de personajes serviles que nunca se atreverían a contradecirlos.
 
Todos los que dejaron de pertenecer a sus séquitos, son ignorados.
 
Ambos, ella y él, son capaces de extremar los recursos más inimaginables para seguir acumulando poder.
 
Los dos no reparan en límites a la hora de seguir teniendo votos o rating.
 
Tanto a  Cristina como a Marcelo les gusta aparecer como gente nacida bien abajo y que hoy, estando bien arriba, conservan sus orígenes.
 
Marcela Feudale acompaña a Marcelo desde sus comienzos; Julio De Vido es un símil de Feudale, desde que Cristina habita la Rosada.
 
Tanto uno como el otro disfrutan de la buena vida en los mejores hoteles cuando viajan al exterior. Marcelo con dinero propio, en el caso de Cristina con el de todos los argentinos; una pequeña diferencia nada más entre tantas similitudes no es nada.
 
Cristina ha bailado en la Plaza de mayo y en Angola; Marcelo no reparó-vestido de travesti- en hacer lo propio al lado de Aníbal Pachano, el "Piloto", Flavio Mendoza, Pablo Codevila, Manuel Navarrete, Moria Casán, Carmen Barbieri, Noelia Pompa y tantos otros y otras.
 
Cristina saca personajes de la galera como cuando reemplazó a Juan Pablo Schiavi por el ignoto intendente de Granadero Baigorria, Alejandro Ramos;  mientras que Marcelo no escatima esfuerzo en sacar de pantalla hasta al propio Antonio Gasalla, en el personaje de Bárbara Don't Worry, que hacía años no hacía.  
 
Cristina se siente la dueña de la Argentina, tanto que arregló y sigue arreglando la Casa Gobierno como para quedarse a vivir en ella por siempre; Marcelo no le apunta lejos al mismo propósito, basta recordar que anoche, Dady Brieva dijo "Entréguenle las llaves del Canal (13) a Marcelo";  y Pablo Codevilla, mano derecha de Adrián Suar, no sabía si era verdad o ficción.
 
Reunido todos estos lazos en común entre ambos y con el televisor ya apagado…se me iluminó la lamparita y dije, "Es cierto, esta noche -la de ayer, 03/02-, es la que Marcelo se pareció aún más a Cristina". ¿Por qué?
 
Los dos tienen la inmensa facilidad para crear cortinas de humo con las que reinventarse en los momentos donde parece que algo puede pasarles.
 
En medio del acuartelamiento de la policía de Santa Cruz, de la pueblada de Cañuelas y de los conflictos sociales en la provincia de Buenos Aires; Cristina apareció por TV vendiendo muñecas y muñecos. Todos terminaron hablando de los muñecos de Cristina.
 
Tinelli, cuando el rating le es esquivo y pierde frente a “Graduados”, manda al diablo a todos sus contratados, arma una fiesta y cambia el foco de atención. Todos terminaron hablando de Tinelli.
 
Los líderes son así, por eso son líderes.
 
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