DIFERENCIAS

Los enemigos de Scioli vs. los enemigos de Cristina

Mientras el cristinismo se obsesiona con los medios de comunicación y los fantasmas golpistas, el gobernador Daniel Scioli prefirió apuntar contra flagelos que cualquier ciudadano puede encontrar en la esquina de su casa.

 

POR GERÓNIMO CASTRO
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Daniel Scioli acertó en los enemigos que eligió. Son los mismos que identifica el grueso de la sociedad como propios. "Mis enemigos son la droga, la delincuencia, la injusticia social", dijo el gobernador bonaerense en la conferencia de prensa (con preguntas) que ofreció este sábado (07/07) en medio de la crisis financiera de la provincia y su enfrentamiento con el Gobierno Nacional
 
Acompañado de su gabinete, más no del vicegobernador Gabriel Mariotto, Scioli mostró una de sus grandes diferencias con el Poder Ejecutivo que comanda Cristina Fernández. 
 
Mientras el cristinismo se envicia apuntando contra "las corporaciones, los intereses oscuros" y otros blancos más bien abstractos para el común de la gente, Scioli apuntó contra azotes que cualquier ciudadano puede hallar en la esquina de su casa
 
Scioli prefiere combatir a "la droga" en lugar de "Magnetto y el Grupo Clarín"; a "la delincuencia" en lugar de "los destituyentes"; y a la "injusticia social" antes que a cualquier otro de los fantasmas que agitan la Presidente y sus colaboradores. 
 
El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina (h), estuvo la semana que pasó en la Cámara de Diputados y allí exhibió buena parte del manual cristinista: despotricó contra los medios de comunicación en general, contra el Grupo Clarín en general y, cómo no, negó que el INdEC estuviera intervenido, que es lo mismo que decir que los niveles de inflación en la Argentina no son preocupantes, como contrariamente lo indica la realidad.
 
Dificilmente los "enemigos" del cristinismo preocupen en niveles excesivos a las clases populares que dice representar. 
 
Y aunque el decálogo de "enemigos" de Scioli tenga gusto a frase hecha, a demagogia, no se puede soslayar que el discurso tiene un impacto considerable en una sociedad donde la inseguridad, o según el gobernador "la delicuencia", seguramente motivada por "la droga" y "la injusticia social", está al tope de sus preocupaciones. 
 
Y son los estratos más bajos de la escala socio-económica los que más expuestos están a esos flagelos. Pueden celebrar las condenas a los represores, pero su mayor preocupación se vuelve llegar sanos a sus casas. Pueden aprobar la ampliación de derechos civiles, pero la prioridad pasa porque el paco se encuentre lejos de sus hijos. Pueden compartir que haya que combatir a los medios concentrados, pero más les gustaría que se combata con la misma intensidad la marginalidad que los acecha.
 
Por otra parte, el gobernador quiso destacar a esos "enemigos" por encima de los "personajes" que parecieran estar conspirando en su contra. Intentó despejar los fantasmas destituyentes. Todo lo contrario al Gobierno Nacional, que se empecina en buscar agentes golpistas, pero nunca los encuentra. 
 
Scioli apuntó contra los enemigos reales que el cristinismo muchas veces prefiere ignorar. La sociedad presta atención a ese tipo de detalles.

Dejá tu comentario