VATICANO ENOJADO

Obispo preso y otro excomulgado en la China contradictoria

10 millones, de los 14 millones de católicos que hay en China, practican su fe en la clandestinidad. Los 4 millones restantes siguen los dictados de la Iglesia Patriótica oficial, que intenta mejorar sus relaciones con el Vaticano para que el papa Benedicto XVI establezca relaciones diplomáticas con China y deje de reconocer a Taiwán, la isla que permanece separada del régimen de Beijing desde el final de la Guerra Civil (1945-1949) y es un país de facto.

 

 
 
Regresaron las tensiones entre China y el Vaticano, que no mantienen relaciones diplomáticas desde que, 2 años después del triunfo de la revolución comunista, Mao Tse Tung expulsara en 1951 a los últimos misioneros católicos que quedaban en el país.
 
El Vaticano condenó la designación de un obispo católico chino sin su aprobación, horas después de que una fuente dijo que uno de los obispos ordenados recientemente por Roma había sido detenido en un seminario en China.
 
Aunque Beijing y el Estado Vaticano habían acercado posturas en los últimos tiempos, un nuevo conflicto ha estallado tras la detención del obispo auxiliar de Shanghái, Tadeo Ma Daqing, crítico con el régimen chino.
 
Un comunicado del Vaticano había celegrado: "Es motivo de aprecio y de ánimo la ordenación del reverendo Tadeo Ma Daqin como obispo auxiliar de la diócesis de Shanghai, que tuvo lugar el sábado 7 de julio del corriente. La presencia de un obispo que no está en comunión con el santo padre, era inoportuna y muestra falta de sensibilidad hacia una ordenación episcopal legítima."
 
Luego Ma Daqing, el sábado 07/07, anunció ante un millar de feligreses su renuncia a la Asociación Católica Patriótica de China, el organismo con el que el régimen controla este credo.
 
Entonces, medios de Hong Kong aseguraron que Tadeo Ma Daqin había "desaparecido". 
 
Los católicos chinos se reunieron el domingo 08/07 para la que sería su primera Misa como obispo pero él había desaparecido, supuestamente para un "período de descanso" en el seminario de Sheshan.
 
Independiente de la Iglesia Católica Apostólica Romana, la Asociación Católica Patriótica de China actúa bajo los designios de Beijing y no se somete a la autoridad del Papa, quien a su vez no reconoce a los obispos que nombra la Asociación sin su autorización y hasta los excomulga. 
 
En una medida muy drástica, el Vaticano informó el 06/07 que se negaba a reconocer la ordenación del sacerdote Joseph Yue Fusheng, como obispo Harbin, quejándose de que su nombramiento por la Asociación no había sido bendecido por el Papa y, por ende, carecía de sentido.
 
El Vaticano excomulgó a Fusheng y difundió un comunicado asegurando que "confiando en el deseo real de las autoridades gubernamentales chinas de dialogar con la Santa Sede, espera que no se favorezcan gestos contrarios al diálogo".
 
Calificando el acto de ilícito, agregó que esos nombramientos no sancionados "causan división y provocan sufrimiento para las comunidades católicas en China y la iglesia universal".
 
Cualquier obispo que haya participado en el ordenamiento tendrá que dar explicaciones, agregó.
 
"Todos los católicos en China, pastores, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, son instados a defender y salvaguardar lo concerniente a la doctrina y tradición de la Iglesia", dijo el Vaticano en un comunicado.
 
A causa de su desplante público al régimen chino, el obispo Ma Daqing fue detenido y trasladado a su seminario, donde permanece confinado y sin poder salir para oficiar misa, según informó la agencia Reuters.
 
El Vaticano aseguró que había comunicado previamente a Fushenbg que "no podía ser aprobado por la Santa Sede como candidato episcopal y varias veces le había pedido que no aceptara la ordenación episcopal sin el mandato pontificio".
 
El comunicado fue una escalada de una larga disputa por el statu-quo de la Iglesia Católica en China, y la Asociación respaldada por el Estado, que rechaza el control del Papa. Beijing y el Vaticano difieren sobre quién tiene autoridad para nombrar obispos.

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