LA GUERRA COMENZÓ

Fuertes acusaciones entre Tiempo Argentino (que es el gobierno) y La Nación

Tiempo Argentino publicó en su tapa de este martes (31/07) bajo el título “Reclaman a La Nación $162 millones por una deuda”, una fuerte acusación contra el matutino. La Nación eligió atacar al gobierno nacional por otra vía: La Ley de Medios. Así aparece publicada una editorial titulada: “Ley de medios, ficción de pluralidad, suma de autoritarismo”.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Las acusaciones entre Tiempo Argentino (que es el gobierno) y La Nación fueron noticia este martes (31/07) en lo que promete más debate, más críticas y más acusaciones en los próximos días.

Tiempo Argentino publicó en su tapa de este martes (31/07) bajo el título “Reclaman a La Nación $162 millones por una deuda”, una fuerte acusación contra el matutino.

La nota advierte que “la Administración Federal de Ingresos Públicos reclamó al diario que se ponga al día con la deuda impositiva contraída a partir de un beneficio fiscal que la compañía viene usufructuando de manera indebida desde hace casi una década”.

Asimismo, agregó que “se trata de una ventaja conseguida a partir de una medida cautelar interpuesta en la Justicia en 2003, que fue ratificada por la Suprema Corte en 2009 pero que todavía no se expidió en forma definitiva, aunque en 2010, la Procuración General de la Nación sostuvo que ese recurso extraordinario fue incorrecto”.

Según publicó el matutino porteño Tiempo Argentino, la apropiación ilegítima comenzó cuando La Nación dejó de cumplir con el requisito de no aumentar su precio de tapa, condición con la cual había accedido al programa dispuesto en 2001 por el gobierno de Fernando De la Rúa mediante el Decreto 730, en el marco de los denominados "Acuerdos de Competitividad".

Desde La Nación eligieron atacar al gobierno nacional por otra vía: La Ley de Medios. Así aparece publicada una editorial titulada: “Ley de medios, ficción de pluralidad, suma de autoritarismo”.

En la nota, La Nación destaca que “El Gobierno aplica sin controles la norma que ha creado con el fin de acallar al periodismo independiente” y agrega que “luego de haber perdido las elecciones de medio término en 2009, el kirchnerismo apuró la sanción de la denominada ley de medios, utilizando la mayoría parlamentaria que iba a perder con el recambio legislativo de diciembre de ese año, imponiendo así la norma que, desde entonces, viene siendo usada como un ropaje democrático que cubre arbitrariedades, abusos y hasta conductas ilícitas en que incurren algunos de sus funcionarios más notorios”.

Asimismo, expresa que “la oposición denuncia hoy que el Gobierno, a través de sus fortalecidos bloques parlamentarios tras los comicios del año último, bloquea en forma intencional tanto su ingreso en la comisión bicameral encargada de seguir la instrumentación de la ley, como en el directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), su órgano de aplicación. Claro que antes de que el kirchnerismo recobrara presencia parlamentaria, fue la propia oposición la que dejó pasar el tiempo sin conformar ese cuerpo. Según explican legisladores de ese sector, haberlo hecho hubiese significado legitimar una ley inconstitucional”.

Pegando aún más fuerte, la Nación señala que “la situación se ha agravado en los últimos días en los que el Gobierno, por medio de la Afsca -que a estas alturas bien podría escribirse Afska-, emitió resoluciones en las que se dejó sin efecto un concurso público para la instalación de 220 canales de televisión en todo el país y ordenó crear, con la sola presencia de representantes del kirchnerismo, la Comisión de Análisis, Asesoramiento y Seguimiento de los Procesos de Adecuación de la ley”.

La Afsca debe estar integrada, según la ley, por un directorio de siete miembros: un presidente y un director designados por el PE; tres directores nombrados por la comisión bicameral (uno por la mayoría, uno por la primera minoría y otro por la segunda minoría) y dos directores propuestos por el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual. Ni el PE ni el Parlamento deben trabar esa composición que exige la norma. De lo contrario, no tendría sentido haber incluido en la ley la necesidad de un órgano colegiado y multidisciplinario, salvo que se lo haya hecho como carnada para lograr un mayor consenso parlamentario al proponer su aprobación”, agrega.

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También, publica que “si nos atenemos a los hechos, fue una burda carnada, pues este año el PE, además de designar por decreto a sus dos representantes en la nueva integración de la Afsca -como presidente, a Santiago Aragón, vinculado a Mariotto, y, como vicepresidente, a Ignacio Saavedra, hombre de la agrupación La Cámpora, que ha pasado a controlar numerosos puestos en la conducción estatal-, logró que éstos también sean facultados para tener la exclusividad en la firma de las resoluciones del organismo, con lo cual, se reconoce expresamente que los otros integrantes del supuesto cuerpo colegiado tienen un papel meramente decorativo”.

Por último, expone que “para que la ley de medios no termine siendo, como lamentablemente muchos han previsto, un instrumento al servicio de un proyecto hegemónico tendiente a debilitar las voces disidentes o una ficción del verdadero pluralismo, sólo cabe esperar que la oposición política y la Justicia tiendan un dique de contención a una violación tan grosera que afecta a la vida democrática”.

La posibilidad de que esto sólo sea un comienzo es muy fuerte ya que la situación deja entrever que la guerra está desatada. Al cierre de esta edición, se espera una respuesta de La Nación ante las acusaciones del diario de Szpolski/Garfunkel.

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