LA SOLANO LIMA

Acerca del "populismo oligárquico kirchnerista"

Interesante documento, titulado "La Argentina trucha", difundió la agrupación properonista La Solano Lima, alter ego de La Cámpora:

CIUDAD DE BUENOS AIRES. El segundo mandato de la Presidenta de los kichneristas está pasando a la historia. Y no precisamente por aciertos de gestión. Sino por la profundización de la praxis destructiva que era una marca registrada en Néstor Kirchner y ahora una desfachatez promiscua en su esposa heredera. 

No vamos a suscribir una postura determinista para afirmar que lo que arrancó mal terminará peor. Pero quedamos tentados de hacerlo por las circunstancias particulares que definen un contexto colmado de agresiones al imperio de la ley. A la violación palmaria del Estado de Derecho. Al atropello de la Constitución.
 
Observamos errores en cadena (nacional) que en el mediano plazo surtirán efectos letales sobre la sociedad. ¿O acaso tanta burla del Indec, la corrupción galopante como la inflación, el cerrojo cambiario, los ataques a la libertad de prensa y de expresión, el avasallamiento de las instituciones republicanas, la persecución a la pluralidad política, son hechos neutrales, sin consecuencia ulteriores? 
 
El kirchnerismo ha logrado banalizar los flagelos que destruyen la decencia comunitaria. Pero ello no le da garantía de perpetuidad. 
 
El país se desliza por una pendiente peligrosísima. Mauricio Macri lo ha señalado con claridad meridiana: el “vamos por todo” presidencial es el avance hacia un sistema chavista, de pensamiento único y de aplicación sistemático del terrorismo de Estado con la disidencia. Sí, se plasma el terrorismo de Estado cuando adquiere materialidad el abuso del poder para linchar a los opositores, encarcelándolos, inventándoles causas judiciales, colocándolos ante la opinión pública en el papel de los enemigos de la Patria. 
 
El populismo oligárquico kirchnerista hace terrorismo de Estado, utiliza la AFIP como un grupo de tareas al servicio de la represión de los que osan manifestar su oposición al régimen. Es una abierta violación a los derechos humanos que los organismos de derechos humanos pasan por alto a cambio beneficios monetarios.
 
El régimen populista oligárquico (el kirchnerismo es una minoría que ejerce el poder con fines ajenos a un proyecto colectivo de nación) abusa de los recursos del Estado, se apropia de ellos para eternizarse. Que se gasten 3.800 millones de pesos para sostener el relato demuestra la impunidad en el manejo del dinero de todos los argentinos.
 
¿Cómo superar al régimen populista oligárquico? ¿Es posible derrotarlo en las urnas? Con voluntad política no alcanza. A un sistema de esta naturaleza, que ha logrado cooptar a opositores felpudos y a una legión de periodistas acomodaticios, que ha sometido al peronismo oficial, que ha extendido una red de espionaje y amedrentamiento desde el Conurbano hasta el último rincón de la Patria, habrá que oponerle una alternativa política amplia y organizada, de alcance nacional, fundada en la representación ciudadana, desintoxicada de populismo y fuertemente arraigada en la tradición republicana.
 
Competir honestamente con el kirchnerismo es viable. Resistir las tentaciones económicas que ofrece el régimen es el desafío. Que nadie se engañe. La coalición republicana creada en 2009 por iniciativa de Macri en la Provincia de Buenos Aires que tumbó a Néstor Kirchner, Daniel Scioli y el fraude de las candidaturas testimoniales, se licuó en la parafernalia de los individualismos de Francisco De Narváez y Felipe Solá, que lucharon por acercarse al oficialismo en nombre de una equivocada racionalidad opositora. Al kirchnerismo hay que enfrentarlo, no adularlo, porque es el poder populista dominante. Y todo poder populista dominante apuesta a ensanchar sus bases de sustentación reeditando a su manera la lógica del amo y del esclavo. 
 
La desarticulación de la coalición republicana bonaerense aumentó el pesimismo en el electorado independiente que soñaba con formar parte de un dispositivo electoral potente en 2011. Macri se cansó de llamar a la unidad opositora y terminó revalidando títulos en la Ciudad, al ganarle por nocaut al kirchnerismo completo: 64% de los votos. Una proeza.
 
Queda por delante levantar la esperanza de millones de compatriotas hastiados de la charlatanería presidencial y del aniquilamiento de las libertades individuales. Están dadas las condiciones para reagrupar fuerzas, sumar aliados e incorporar a nuevos dirigentes surgidos de la ciudadanía participante. 
 
Se juega un estilo de vida en 2013. El kirchnerismo intentará sacar de la cancha a Mauricio Macri apelando a su influencia en la Justicia. Quiere verlo esposado por la causa de las escuchas o por cualquier truchada. En esta apuesta mafiosa se mueven los funcionarios de Balcarce 50 encargados de repartir suculentos sobres en Tribunales. La división de poderes, una quimera. Oyarbide, una alegoría de la realidad judicial.
 
Pero ¿puede triunfar la truchada? Desde 2003 les ha ido fenomenal a los profesionales de la Argentina trucha, esa Argentina encerrada en los claustros del relato y que una Presidenta desinhibida elogia permanentemente como si se tratara de una conquista loable y es apenas una caricatura de la bajeza moral en la que hemos caído. Tocamos fondo.
 
El cuadrazo (así definió en numerosas oportunidades Anibaúl Fernández a la Presidenta) le baja línea al país y al mundo. Les explica a los europeos cómo deberían salir de la crisis, les enseña a los alemanes por qué surgió el nazismo, da cátedra de interpretación de textos periodísticos, habla de cualquier cosa diciendo cualquier cosa por cadena nacional. Luego de cada exposición recibe ovaciones de la claque rentada. Genio y figura.
 
Su última incursión discursiva sucedió en la Facultad de Ciencias Económicas el lunes 13 de agosto, donde disertó junto con el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz. Pueden leer el texto completo plagado de contradicciones y lugares comunes, perogrulladas varias y torpezas conceptuales
 
En la clase magistral, el cuadrazo cuestionó el papel de las calificadoras de riesgo, ya que deuda pública de la Argentina no tendría que tener una nota más elevada que España, dijo. Olvidó señalar que todavía estamos en default con el Club de París, y que, precisamente, gracias a su gobierno nacional y popular nadie viene a invertir por la ausencia de seguridad jurídica y por el escaso apego al cumplimiento de los contratos. Pequeño detalle.

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Eso no ha sido óbice para que el cuadrazo fustigara los datos difundidos por las calificadoras: “En fin -reflexionó en tono filosofal-, toda esta cosa trucha que le sirve a algunos pero ya que vamos a truchar, truchemos todos porque que no sean siempre los mismos los que truchan en detrimento de los que tratamos de hacer las cosas claras”. La Camporiuta aplaudidora se orinó encima ante tamaña genialidad dialéctica. Pañales nuevos.
 
Las cámaras de televisión registraron para la inmortalidad las caras alegres de los camporitas. El nivel académico del cuadrazo dejó estupefacta a la circunstancial y glamorosa audiencia. Stiglitz también aplaudió a la jefa de la Argentina trucha. Quizás piadosamente, o motivado por las cien mil razones verdes que lo llevaron a elogiar la reestructuración de la deuda externa que timoneó Roberto Lavagna. 
 
Pero la Argentina trucha conlleva a una modificación del sistema político. Nada de bromas. El kirchnerismo avanza a paso redoblado hacia el chavismo. Es decir, hacia un autoritarismo desenfrenado que pondrá en jaque la libertad de los argentinos. 
 
Ya no se trata, entonces, de sorprenderse por los ataques a Macri, Hugo Moyano, Daniel Scioli, Marcelo Bonelli, Nelson Castro, Jorge Lanata, José Manuel De la Sota, al Grupo Clarín o al titular de una inmobiliaria, montando una escena de linchamiento público y por cadena nacional. 
 
Los linchados por el terrorismo de Estado kirchnerista se convierten en carne fresca tirada a la jauría de los propagandistas orgánicos. 
 
La República sangra.
 
Somos ciudadanos y no súbditos.
 
Es hora de plantarse.
 
De ponerse de pie.
 
De no andar con tibiezas ni dudas.
 
Es hora de reivindicar el futuro.
 
Dejemos atrás al pesimismo. La esperanza en el cambio es más fuerte.
 
Los tiranos caen de su pedestal más temprano que tarde.
 
Enseña el prestigioso constitucionalista Germán Bidart Campos que  “(…) cuando el poder en relación con los hombres se ejerce respetando la dignidad, libertad y derechos de la persona humana, tenemos la democracia como forma de estado. O sea, un modo de ejercer el poder que da forma y estructura al estado mismo, al régimen político en sí mismo. El estado es democrático cuando el hombre queda situado dentro de la comunidad política en una forma de convivencia libre, que asegura su dignidad, su libertad y sus derechos individuales (…)”.
 
Vamos a seguir viviendo en democracia.
 
En una Argentina republicana. 
 
Superemos la pesadilla de la Argentina trucha liderada por una abogada trucha.
 
Un puñado de mafiosos nunca podrá doblegar a un pueblo.
 
La causa de la libertad vuelve a ser la causa dignidad. 
 
TENEMOS EL MANDATO DE VENCER.
 
LA SOLANO LIMA
 
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 14 de agosto de 2012.

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