ESCÁNDALO E INVESTIGACIÓN

Los 3 enigmas de la misteriosa Sala D

Hay casos judiciales en los que los protagonistas son integrantes de la llamada "corporación judicial". Y hay casos que, además, de pronto irrumpen en los medios de comunicación y poco tiempo después parecen haber desaparecido pero siguen transcurriendo solo que ya no tienen interés mediático. Por ejemplo, en de la Sala D de la Cámara de Apelaciones de la Justicia en lo Civil.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La noticia surgió de la web antes que de la prensa gráfica convencional. Fue DiarioJudicial.com quien arrojó el dato, el miércoles 02/11/2011:
 
"Piden que se investigue el conflicto que existe en la Sala D. El pleno denunció al juez Diego Sánchez por "no firmar las causas, de retener los expedientes y de exponer en los fallos sus diferencias con sus pares, Ana María Brilla de Serrat y Patricia Barbieri". Para la Cámara hay "gravedad institucional" y se afecta a la Justicia. “Ella es el conflicto”, dijo Sánchez sobre Brilla, para quien pidió su destitución." (...)
 
En el fuero civil hay mucha preocupación por el nivel del conflicto. “Como institución esto es tremendo porque nos salpica a todos”, opinó un integrante de la Cámara en estricto off de record, condición que pidieron todas las fuentes para hablar. (...)".
 
La Justicia en lo Civil se encuentra muy comentada por estos días a causa del proyecto de nuevo Código Civil. Muchos periodistas lucen entusiasmados con la novedad de que desaparecen todas las causales de divorcio. Segun explicó la jurista jurista mendocina Aida Kemelmajer de Cartucci, quien participó de la elaboración del proyecto, "la desaparición del deber de fidelidad se realiza por supresión como deber jurídico y su transposición como deber moral”.
 
El tema provocó no pocas bromas en el fuero civil donde hay un divorcio de 3 que no termina de resolverse pese a que nunca hubo amor entre ellos.
 
La Sala D de la Cámara de Apelaciones de la Justicia en lo Civil la integran:
 
Presidente: Dra. Patricia Barbieri,
Juez: Dr. Carlos Diego Sánchez,
Juez: Dra. Ana María Brilla,
Secretario: Dra. Marcela Liliana Alessandro, 
Prosecretario: Dr. Juan Carlos Insua, 
Prosecretario. Dr. Daniel Salvador Pittala.
 
Antes de aquella infidencia de 2011, la Sala D ya era conocida en los medios de comunicación.
 
 
"A más de 5 años de que la pantalla del canal América emitiera el programa Día D, conducido por Jorge Lanata, en el cual se hizo referencia a que la jueza Aída Kemelmajer de Carluccci "tenía causas abiertas por tráfico de influencia en perjuicio de un bodeguero de Mendoza" y que se la mencionara en una presunta actuación irregular en la regulación de honorarios en una causa en la que estaba involucrado su marido (el abogado Nedo Carlucci), se conoció el fallo por lo que la sala D de la Cámara.
 
Integrada por los jueces Patricia Barbieri (que actúo como pre opinante), Diego Sánchez y Ana María Brilla de Serrat, consideró que las expresiones habían causado "daño moral" a la jueza, ya que se basaron sobre "hechos inexactos" y haber actuado "de mala fe o con mal intención manifiesta".
 
Tras las consideraciones condenó al canal, su conductor y la productora Flipper, a indemnizar en $ 100.000 (valor que deberá ser actualizado al momento de su real pago) a la magistrada mendocina, que en aquel momento, vale recordar, se la mencionaba para integrar la Corte Suprema de Justicia, cuando comenzó el proceso de renovación del máximo tribunal nacional, situación que ella desmintió reiteradas veces, asegurando: "Mi nombre se ha difundido muchas veces cada vez que hay una vacante en la Corte Suprema desde hace varios años, pero en realidad la Corte nunca ha estado en mis planes ni en el plan de ningún Gobierno" (Los Andes, 29 de setiembre de 2004). (...)".
 
Todo indica que solamente el prestigio en el fuero de Aída Kemelmajer de Carlucci logró unificar los fallos de los 3 camaristas quienes ya habían convertido la Sala D en un escenario propicio para la guerra de guerrillas antes que para el debate de la Teoría del Derecho.
 
2 años después, el jueves 10/11/2011, Lucio Fernández Moores escribió en el diario Clarín:
 
"(...) El juez denunciado por la mayoría de sus colegas se llama Diego Carlos Sánchez e integra la sala D de la Cámara Civil. Este tribunal está dividido en 14 salas. A tres jueces por sala da un total de 42 magistrados. Como actualmente hay siete vacantes, son 35 los camaristas del fuero en funciones. Treinta de ellos -los otros cinco se ausentaron- acordaron en una reunión conjunta pedir la intervención del Consejo. (...)".
 
El martes 15/11/2011, el diario Página/12 explicó:
 
"El Consejo de la Magistratura hoy procurará reconciliar a los tres integrantes de la Cámara Civil que, desde hace más de un año, juegan desacuerdos profesionales y aun personales entre ellos en los fundamentos de sus fallos. La cita que los doce integrantes de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo dieron a los jueces de la Sala D podría ser decisiva para el futuro de uno de ellos, o para los tres integrantes, y también tener alguna consecuencia para el presidente de la Cámara, citado junto con ellos por no haber podido, hasta ahora, preservar el normal funcionamiento del organismo. La mayoría de los integrantes de la Cámara acusó al juez Diego Carlos Sánchez de haberse extralimitado al criticar en el texto de los fallos a sus colegas Ana María Brilla de Serrat y Patricia Barbieri; una minoría, en cambio, se inclinó por poner en tela de juicio el comportamiento profesional de los tres. (...)".
[ pagebreak ]
 
Todo indica que aquel intento de reconciliación fue un fracaso. De acuerdo a la web del Consejo de la Magistratura, el Expediente 154/11 se encuentra en trámite en la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo y solo ha demorado tanto tiempo porque todos y cada uno de los integrantes pidió expedirse al respecto.
 
Volviendo al recorte aquel del diario Clarín:
 
"(...) La mayoría de los jueces de esa Cámara le puso nombre y apellido al problema y le pidió al Consejo que investigue a Sánchez por presunto mal desempeño de sus funciones. La minoría optó por no personalizar el conflicto pero sí aceptó dar intervención al Consejo, que podría tratar el asunto en la reunión plenaria prevista para hoy, ya que la pelea afecta el normal funcionamiento del tribunal.
 
Sánchez trasladó a sus fallos la pelea con sus dos colegas de la Sala D, Ana María Brilla de Serrat y Patricia Barbieri, lo cual, para otros camaristas, quebrantó un límite, ya que el mundillo judicial tomó nota del problema que tiene un tribunal que goza de un alto prestigio entre los abogados y académicos. En sus sentencias, el magistrado suele criticar a sus colegas, y no de buena manera.
 
Por tal razón, la mayoría de los camaristas exhortó a Sánchez “a que en sus votos guarde el debido estilo, sin incurrir en excesos innecesarios, a fin de impedir que sus diferencias trasciendan el ámbito que le es propio y afecten el prestigio no sólo de la sala que integra sino el de toda la Cámara”.
 
El juez denunciado también trata de “compañeras” en sus fallos a sus colegas de sala.
 
“Como si la sala del tribunal que integran fuera algo así como un partido político” , se quejó otro camarista, Carlos Belucci, en el encuentro plenario de la Cámara en el que se decidió dar intervención al Consejo. (...)".
 
El diario Página/12 explicó que los acontecimientos no eran de 2011 sino de antes:
 
"(...) El conflicto que había larvado en la Sala D comenzó a aflorar en los fallos el año pasado. De acuerdo con un descargo que el juez Sánchez hizo días atrás en una entrevista con un medio especializado en noticias judiciales, su colega Brilla de Serrat, quien había pasado de revistar en la Sala J a la D de la misma Cámara en 2006, era “conflictiva”. (...)".
 
De acuerdo con la versión que Sánchez brindó al Diario Judicial, “la Sala era un ejemplo de orden, de eficiencia, de calidad hasta que ingresó la jueza Brilla de Serrat”. 
 
"Los integrantes de la mayoría del pleno–no todos- son más amigos de Brilla de Serrat que de la verdad”, dijo Sánchez, el único de los 3 jueces de la Sala D que aceptó hablar.
 
Sin embargo, en los fundamentos de los votos que la Comisión tuvo bajo examen, Sánchez arremetió tanto contra ella como contra Barbieri, la jueza que se incorporó a la Cámara (ascendiendo desde 1ra. Instancia) en agosto de 2009. (...)".
 
Los medios explicaron que la jueza Brilla de Serrat había pasado en octubre de 2006 de la Sala J –también por un conflicto con sus pares– a la D, donde estaba SánchezLa convivencia en el tribunal nunca fue buena“Serrat no es fácil”, señalaron por entonces en la Cámara – pero el conflicto se incrementó cuando las diferencias se comenzaron a exponer en los fallos.
 
Fernández Moores profundizó acerca de un tema muy delicado:
 
"(...) Más allá del término “compañeras” y de algún vínculo político que Sánchez le atribuye a Brilla para acceder al cargo de camarista, fuentes judiciales dijeron que no se trata de una cuestión política. Sánchez admitió discrepancias con su colega en torno a “honorarios” de abogados e “intereses” , aunque los choques más duros se habrían dado en juicios que involucran a compañías de seguros. (...)".
 
 
"(...) El cruce más fuerte se dio en el fallo “López Traynor”. 
 
“Se dictaron sentencias sin mi participación”, dijo Sánchez al señalar que se emitieron fallos el día inmediato a empezar una licencia modificando su postura. También sostuvo que el voto de Brilla de Serrat y Barbieri “se caracteriza por estar desprovista de todo apoyo legal”.
 
Las juezas suelen no contestar los dichos de Sánchez. Pero este caso fue la excepción. “Que si la preocupación del Dr. Sánchez es hacer oir su voz en todas las resoluciones y sentencias que se dicta, que por cierto son más que numerosos, la mejor manera de hacerlo es tal vez haciendo menos uso de las licencias a las que alude en su voto aunque reglamentariamente le corresponden, pero mal puede pretender que se paralice el trabajo diario de esta Sala en su ausencia”, le contestó Barbieri.
 
La magistrada también afirmó que la postura de Sánchez excede los planteos de la causa y que solo “revelan enconos personales”. 
 
Además, le pidió al juez que “de persistir en consideraciones en sus votos que ponen en duda mi idoneidad como magistrada….a que ocurra por la vía y forma pertinente para efectuar sus `veladas denuncias`”.
 
En el fallo “Salas”, Sánchez señaló que sus colegas contradijeron la jurisprudencia del plenario “Gauna”. 
 
“No puedo entender que mis compañeras sigan dictando sentencias sabiendo que serán revocadas por arbitrarias, por inconstitucionales”.
 
En otro antecedente, “Karall”, el juez acusó indirectamente, sin nombrarlas, a las juezas de hacer “terrorismo judicial”. Sostuvo que los artículos 16 del Código Civil y 887 del Código Procesal Civil “establecen un orden de métodos o de fuentes del Derecho” y que “en el caso de que los jueces no respeten este orden, cometen terrorismo judicial”.
[ pagebreak ]
 
La disputa también se da en el terreno interno de la Sala. En el fallo “Karall”, Sánchez acusó a Brilla de “no concurrir nunca a ninguna de las visitas realizadas por la Sala a los Hospitales de Salud Mental Borda y Moyano”.
 
Las diferencias son tan conocidas que Sánchez habla en sus fallos de “solitarios votos” y que las disidencias son “lamentablemente lo que ocurre casi a diario”.
 
Brilla no contesta las acusaciones de Sánchez en los fallos. Solo adhiere o no al voto y deja a salvo su discrepancia “con las inconducentes referencias y digresiones por completo ajenas al litigio”.
 
Pero las diferencias no son solo con sus colegas de sala. 
 
Sánchez recuerda en los fallos que votó en contra de la designación de Claudio Ramos Feijóo como presidente de la Cámara por no haberse excusado en distintos expedientes. 
 
Ramos Feijóo es conocido con el apodo de “Pájaro”, y Sánchez le dedicó con ironía, en el fallo “Delgado”, un párrafo aunque sin nombrarlo que es recordado en el fuero. “De un hombre que pretende ser pájaro, sin advertir que, amputado de sus raíces, sólo es un pajarón”, dijo citando un discurso de Bernardino Montejano en el Colegio de Escribanos de Buenos Aires, el 20 de noviembre de 2009. (...)".
 
Hay al menos 3 enigmas en el escándalo de la Sala D:
 
> Los tiempos, códigos y prioridades no escritas de los integrantes de la Sala de Acusación del Consejo de la Magistratura, que 1 año después no han 'matado' el expediente pero tampoco lo han definido.
 
> Cómo es que sigue el devenir de la misteriosa Sala D, con tantas diferencias. Unos dicen que el temor ha menguado algunos encontronazos. Otros afirman todo lo contrario: que el odio es indisimulable.
 
> Qué ocurre con los damnificados: quienes tienen intereses en los expedientes en trámite en la Sala D y deben litigar en un escenario donde ni el casco ni el chaleco antibalas aseguran salir indemne.

Dejá tu comentario