PREPARACIÓN PARA EMPRESARIOS

San Martín sigue siendo el modelo

Mientras la Asociación Cultural Sanmartiniana, con sede en Rosario, Santa Fe, ya prepara su cruce de la Cordillera de los Andes N°16 a Chile para recordar la hazaña de hace 200 años (información disponible en http://www.crucedelosandes.com.ar/), una consultora realiza cursos de liderazgo para ejecutivos en Uspallata basados en el modelo ético y moral de José Francisco de San Martín.

 

por CLAUDIO BARROS
 
CIUDAD DE MENDOZA (Los Andes). “Nosotros tenemos un gran CEO en el general San Martín porque es un conductor desde el punto de vista ético y moral. Del general uno aprende que hay que ser la misma persona antes, durante y después de la empresa y que la conducta como personas debe ser la misma 24 horas al día”, dice Víctor Hugo Rodríguez sobre la filosofía que despliega en los cursos de liderazgo que dicta en Mendoza a ejecutivos de empresas de seguros de todo el país. 
 
Su premisa es tan simple como contundente: no hay que salir a buscar modelos de inspiración para los empresarios argentinos afuera cuando desde adentro se puede aprender de Don José de San Martín. 
 
Así nació el seminario Alta Montaña que dicta Rodríguez, un ex combatiente de Malvinas, empresario y presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Rosario. 
 
Víctor Hugo Rodríguez basa su entrenamiento de liderazgo para ejecutivos de empresas de seguros en 2 pilares. 
 
> Por un lado la experiencia de pisar el suelo dónde San Martín se preparó para su campaña libertadora en la montaña mendocina, y 
 
> por el otro, con algunos principios bajo los cuáles el General vivía su vida: 
 
** “El hombre bajo todo gobierno será el mismo, con las mismas pasiones y debilidades”. 
 
** “La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien”. 
 
** "Si hay victoria en vencer al enemigo; la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo".
 
El hombre que bajó de la montaña 
 
Uspallata es el lugar que una vez al año concentra a un grupo de ejecutivos que llega a Mendoza a tomar el curso y terminan descubriendo un mundo nuevo. “Al principio no lo entienden y me miran como diciendo ‘Cómo me van a enseñar algo mí dando vueltas sobre una mula’”, dice riendo Rodríguez. 
 
El primer paso es arribar a Mendoza en marzo, tras las vacaciones de verano. Una vez en Uspallata pasan un día en un hotel y otros cuatro en carpas en la montaña. “Llegan a un lugar cómodo y antes de sentarse en un asiento bien mullido encuentran un huevo negro de mármol, ese es el huevo del nacimiento del líder que queremos meter en ellos. Adentro de eso está el espíritu sanmartinaniano, como hombre, no como militar. Rescatamos las batallas pero destacamos al hombre que renunció a la gloria y al dinero”, sostiene con orgullo el entrenador. 
 
Pero no todo es naturaleza pura y dura. La doctrina internacional y sus métodos de enseñanza no se quedan afuera. “En la montaña sacamos nuestros proyectores, pantallas y grupos electrógenos que también cargamos en las mulas. Así en el medio de una noche de luna llena damos una charla”, explica Rodríguez. 
 
El objetivo es formar en liderazgo pero antes hay un paso previo. “Les damos un espejo y los dejamos en el medio de la montaña. Los ponemos a hablar consigo mismos, para que se encuentren a sí mismos y se preguntan cosas sobre su familia y sus amigos que hace mucho no se dan tiempo de hablar”. 
 
“Es un espacio nuevo, que ellos desconocen. Por eso llevamos los empresarios a la montaña. Podríamos llevarlos a cualquier otro lado más cerca pero no es lo mismo”. Allí, en el medio de la inmensidad, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar y sobre el mismo suelo que pisó San Martín, los ejecutivos aprenden, según explica el coach, una lección más personal y vital: “Ponemos al hombre allí, lo dejamos solo consigo mismo y le decimos que puede ser diferente”. 
 
De la casa al trabajo 
 
El desarrollo empresario en los últimos años hizo familiar el término CEO (siglas en inglés de chief executive officer) que no es otra cosa que el director ejecutivo de una empresa. A ellos apunta el seminario que la consultora Orión ofrece en forma gratuita a sus clientes. 
 
“La idea surgió leyendo toda la parafernalia de doctrinas de liderazgo que andan dando vueltas por el mundo. En ellas lo que se muestra es el CEO de las grandes empresas multinacionales y yo me cansé de eso. Quieren vendernos globos de ensayo en los que los ejecutivos en la empresa son una cosa y en su casa son otra y no funciona así”, dice Víctor Hugo con un tono que mezcla queja y aclaración. 
 
Pero antes de llegar a los gerentes, Rodríguez hizo de la filosofía sanmartiniana su lema de vida, luego la pasó a sus empleados y de allí saltó al sector empresarial. “Si era bueno para mí como hombre imitar al general San Martín también era bueno que lo imitaran mis empleados y luego me di cuenta que era bueno llevarlo a mis clientes”, cuenta. 
 
Aunque vive en Rosario, este admirador de San Martín conoce bien la montaña mendocina. Organiza junto con su institución sanmartiniana el cruce a Chile que el Padre de la Patria hizo durante la campaña libertadora. Cuenta con la experiencia de 15 cruces y ya organiza el próximo para el verano de 2013. “En la vinculación con las empresas y teniendo el know how completo del Cruce de Los Andes, era lógico hacerlo con nuestros clientes”. 
 
Rodríguez creó a la consultora Orión, una empresa dedicada a brindar servicio a las principales compañías aseguradoras del país y ahora la manejan sus hijos. A ellos les legó la misma enseñanza para desterrar la idea de que ser ejecutivo en una empresa no es más que ser responsable de las acciones que se toman y que se viven. 
 
“No existe el verso de los yuppies y menos de la Generación Y. Es mucho mejor seguir el modelo de un hombre como San Martín con una gran pasión y que esa pasión y compromiso se lo pueden llevar con ellos”, afirma. 
 
Rodríguez suena convencido de que una empresa no necesita otra cosa más que un hombre como el general Don José de San Martín, algo que en principio puede sonar soberbio y, sobre todo, difícil de alcanzar. Pero en forma inmediata aclara que no habla del héroe militar que batalló por la libertad de la Patria, sino del hombre de a pie, del San Martín de carne y hueso. 
 
A ese hombre señala como modelo cuando dicta sus cursos y que es posible imitar por parte de los CEO argentinos. “El primer ordenado debe ser el propio empresario. El hombre que cumple su palabra, el que dice que va a hacer algo y lo hace. Un hombre de esas características es lo que rescatamos”. 

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