EXPECTATIVAS "DETERIORADAS"

Se frena la creación de empleo (en el mejor de los casos)

No se habrían generado puestos de trabajo en los 1ros 6 meses de 2012, como consecuencia de la "caída de la inversión y el estancamiento de la actividad", anticipa la consultora Ecolatina. Preocupa principalmente las situación de la Pymes, que dan dinamismo al mercado laboral. El Estado perdería su capacidad de empleador por la fragilidad de las cuentas públicas.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Ecolatina). En pocos días se conocerán datos oficiales sobre la situación del mercado de trabajo, correspondientes al segundo trimestre. Existen varios indicios acerca de que no se habría generado empleo durante los primeros seis meses de 2012, en concordancia con las últimas declaraciones del Ministro de Trabajo.

 
La caída en la inversión y el estancamiento de la actividad, el menor uso de la capacidad instalada en la industria y la mayor cantidad de suspensiones y despidos, configura en el mejor de los escenarios un freno en la incorporación de trabajadores (puede incluso haber reducción de la cantidad de ocupados).
 
Por ejemplo, los últimos datos oficiales correspondientes al primer trimestre de 2012 muestran una clara desaceleración de la creación de empleo con respecto al mismo período de 2011. La cantidad de ocupados creció sólo 0,6% interanual (i.a.), el menor incremento interanual para los primeros tres meses del año desde 2002.
 
También preocupa la fuerte caída de la cantidad de ocupados en el primer trimestre respecto de los últimos tres meses de 2011 (-1,5%). Si bien por cuestiones estacionales entre enero-marzo el empleo tiende a reducirse en relación al trimestre anterior, esta disminución supera incluso la registrada en el primer trimestre de 2009 (-0,7%). De hecho, en términos desestacionalizados, se observa una caída del empleo del 0,5% respecto de fines de 2011.
 
En particular, según datos también oficiales, la actividad económica se estancó en el segundo trimestre de 2012 y la industria registró una disminución de 3,3% i.a. en su producción cerrando el semestre con una leve caída (-0,6% i.a.) . 
 
Como consecuencia, el empleo industrial comenzó a resentirse. Aunque por el momento, el ajuste se concentró principalmente en las horas trabajadas. Según el INDEC, en el segundo trimestre del año la cantidad de obreros ocupados en la industria creció 1,6% i.a. desacelerando su ritmo de expansión respecto del alza del 3,3% de  2011, mientras que la cantidad total de horas trabajadas cayó 1,7% i.a.
 
Algo similar se observa en la Construcción. El Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que también elabora el 
INDEC, muestra una leve caída del sector durante el primer semestre. En este contexto, no sorprende que el empleo sectorial durante los primeros cinco meses del año no haya crecido respecto al mismo período de 2011 (-0,1% i.a.). 
 
Por su parte, el Índice de Demanda Laboral desarrollado por la Universidad Torcuato Di Tella se redujo 31% i.a. en el GBA y 21% i.a. en Rosario entre enero y junio de 2012. El dato de julio del Gran Buenos Aires confirma que la tendencia persiste en lo que va del tercer trimestre (-35% i.a.).
 
Además, en los primeros seis meses del año aumentó seis veces la cantidad de despidos con respecto al mismo período de 2011 y las suspensiones crecieron 47% i.a. En ambos casos, los registros son únicamente superados por los del primer semestre de 2009.
 
Vale destacar que la inversión cayó en el primer semestre ya que tanto la construcción como la cantidad de bienes de capital importados –factores que representan más de 80% del gasto de capital- se contrajeron 1% i.a. y de 32% i.a., respectivamente. Dada la fuerte correlación existente entre la inversión y la demanda de empleo, es poco probable que haya crecido la cantidad de ocupados. 
 
A diferencia de lo ocurrido en la crisis de 2008-2009, donde el empleo público compensó la caída en la ocupación en el sector privado, el deterioro de las cuentas fiscales de las provincias y, en menor medida, de la Nación, pone un límite a la capacidad del Estado como empleador.
 
Por último, preocupa especialmente la situación de las PyMEs, principales generadoras de empleo en la Argentina. A diferencia de las grandes empresas, el margen de maniobra de las firmas de menor tamaño es más acotado, particularmente en contextos económicos adversos.
 
Habrá que esperar a que se den a conocer cifras finales y oficiales del mercado laboral para saber si en el segundo trimestre efectivamente se destruyeron puestos de trabajo. Pero no hay mucho margen para buenas noticias: en el mejor de los casos, el empleo en la economía argentina se estancó.
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Perspectivas para el cierre de 2012
 
Las perspectivas de empleo para la segunda mitad del año son poco alentadoras. De hecho, las expectativas se han deteriorado tanto a nivel agregado como sectorial. 
 
Por caso, la expectativa neta de empleo  que surge del relevamiento de Manpower, se ubica en terreno positivo pero muestra una tendencia declinante para el tercer trimestre. Asimismo, de la encuesta de IDEA de Junio 2012 se desprende que los empresarios que prevén disminuir su dotación de personal en los próximos doce meses superan a los que esperan aumentarla.
 
Algo similar se desprende de las encuestas sectoriales del INDEC sobre la industria y la construcción: las expectativas netas de empleo para el tercer trimestre son magras.
 
Asimismo, si bien se espera que el nivel de actividad se estabilice, no se prevé un repunte de la inversión en lo que resta del año, ya que la mayor intervención sobre la economía ha afectado negativamente las expectativas.
 
Un punto adicional que tampoco favorece la creación de empleo es el encarecimiento relativo del costo salarial producto de la apreciación cambiaria. Además, en perspectiva, preocupa que el capital –principalmente importado– se ha abaratado significativamente respecto del trabajo.
 
Por todos estos motivos, las perspectivas de empleo lucen poco favorables para lo que resta de 2012, ratificando que éste será “un año difícil para el mercado laboral”. 
 
Más aún, como la ocupación no va a crecer, lo más probable es que se observe un leve incremento del desempleo en nuestro país ya que, año tras año, generalmente son más los trabajadores que entran al mercado laboral que los que se retiran.
 
En este contexto es deseable que el Ejecutivo reduzca la incertidumbre para ayudar al empleo y que tome medidas paliativas para sostener los ingresos de la población, como el Programa de Recuperación Productiva (REPRO).
 
Este último punto no es menor, ya que esperamos una reducción de la cantidad de horas trabajadas (son más flexibles al ciclo económico) y/o un deterioro de la calidad del empleo, lo que significa menores ingresos laborales.
 
La combinación de menor cantidad de horas trabajadas y aumentos nominales acordados en paritarias algunos puntos por debajo de 2011, le ponen un freno al gasto de los hogares. Efectivamente, a diferencia del año pasado, no hay boom de consumo en la economía e incluso se observan caídas en algunos sectores, como por ejemplo en las ventas minoristas.
 

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