EL 'MENSALAO' YA TIENE CULPABLES

Marcos Valério culpable: Un ícono del ladriprogresismo

4 de los 38 acusados de implementar un sofisticado esquema de corrupción durante el gobierno del ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fueron declarados culpables por el Supremo Tribunal Federal (STF): el ex presidente del Banco do Brasil, Henrique Pizzolato; el empresario Marcos Valerio -acusado de ser el "operador financiero" del esquema de "compra" de votos a parlamentarios-, y sus socios Ramón Hollerbach y Cristiano Paz. Ellos fueron declarados culpables por 6 de los 11 ministros que integran la corte suprema. Pero ¿quién es Marcos Valerio? Publicitario, millonario gracias a Luiz Inácio Lula da Silva y el Partido dos Trabalhadores, es un ícono del ladriprogresismo brasilero.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Siguiendo la línea del juez relator del caso, Joaquim Barbosa, y del revisor, Ricardo Lewandowski -que se expidieron la semana pasada-, 4 magistrados -Cármen Lúcia, Rosa Weber, Luiz Fux y Dias Toffoli- votaron por la condena de 4 reos. 
 
Según los magistrados, las pruebas que constan en los autos demuestran que, tal como denunció la Procuraduría General de la República, los reos desviaron dinero del Banco do Brasil hacia la agencia de publicidad DNA, de Marcos Valerio y sus socios, con el fin de organizar un fondo destinado a financiar el pago de sobornos del Ejecutivo a legisladores, a cambio de que apoyaran las iniciativas del Ejecutivo en el Congreso. 
 
La condena de los reos no es definitiva, ya que los ministros pueden cambiar su voto mientras dure el proceso, que se puede extender hasta fines de septiembre. Los 38 acusados -varios de ellos legendarios dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva-, están siendo juzgados por el Supremo agrupados de acuerdo al tipo de delito, por lo que el resto de los reos aguardan la nueva ronda de votación para conocer su veredicto. 
 
En tanto, el diputado del PT Joao Paulo Cunha, quien presidía la Cámara de Diputados en la época en la que presuntamente se llevó a cabo el esquema fraudulento y está acusado de corrupción pasiva, peculado y lavado de dinero, ya tiene 2 votos a favor de su absolución, por lo que su dictamen final aún se desconoce. 
 
Asimismo, el ex ministro de la Secretaría de Comunicación Social del gobierno de Lula Luiz Gushiken fue absuelto por falta de pruebas por los 6 magistrados que votaron hasta el momento. El llamado "escándalo del mensalao" -a raíz de que el pago sobornos a los legisladores aliados se realizaba en forma mensual-, mantiene en vilo a Brasil debido a que en su momento hizo tambalear al gobierno de Lula da Silva. 
 
De todos modos, todo el caso es patético: ¿cómo puede ser que Lula da Silva nunca haya llegado al banquillo de los acusados? ¿Quién puede creer que todo lo que ocurrió sucedía a metros del entonces todopoderoso Presidente y él no estaba enterado?
 
 
Marcos Valerio Fernandes de Souza nació en Curvelo, Minas Gerais, el 29/01/1961, y es un empresario brasileño del área de la publicidad.
 
Hijo de Aidê Fernandes de Souza y Adeliro Francisco de Souza, Marcos Valerio pasó su infancia en la zona noroeste de Belo Horizonte, que es donde su familia se estableció.
 
Su vida profesional comenzó en el Banco del Estado de Minas Gerais conocido como Bemge (comprado por el Banco Itaú, en 1998). Según sus amigos de trabajo, llegó a trabajar en el área de operaciones del banco como asistente del gerente o en posición similar. De acuerdo con el propio Marcos Valério, trabajó durante 20 años en Bemge. En el banco, conoció a Renilda que sería su futura esposa.
 
Marcos Valerio se casó con Renilda el 01 de agosto de 1986. Tuvieron un hijo, que murió de cáncer cuando tenía 6 años de edad. La pareja también tuvo una hija, Nathália y otro niño, João Vítor.
 
Marcos Valério trabajó durante 5 años como concejal, siendo destituido por sospechas de corrupción. Marcos Valerio se inició en la industria de la publicidad en 1996, abandonó en 2001 su carrera política, cuando entró en alianza con Clésio Andrade (PL) en la empresa de publicidad SMP&B. Algún tiempo después compró la parte de Andrade y adquirió acciones de otra agencia de publicidad, conocida como DNA.
 
Como uno de los socio-gerentes de 2 agencias de comunicación de Minas Gerais, DNA y SMP&B, comenzó a prestar sus servicios a las campañas electorales de políticos, en un principio para el PSDB (los tucanos, opositores a Luiz Inácio Lula da Silva y a Dilma Rousseff). 
 
Marcos Valerio organizó y administró, en 1998, el esquema de valerioduto tucano, que fue un supuesto esquema de financiación irregular  con fondos públicos y donaciones privadas ilegales- a la campaña de reelección del entonces gobernador Eduardo Azeredo (PSDB), creando un esquema que fue precursor y, en las palabras del Fiscal General de la República, fue el laboratorio del "mensalão". 
 
Luego, Marcos Valerio vendió su know-how al Partido dos Trabalhadores.
 
En 1997, su patrimonio declarado no superaba los R$ 400.000 (US$ 195.646). En 2005, superaba los R$ 16 millones (US$ 7.825.874), lo que alimentó las sospechas de enriquecimiento ilícito. Su patrimonio se cuadruplicó desde la asunción del presidente Lula en 2003.
 
En 2004, el segundo año del gobierno del presidente Lula, la DNA y SMP&B extendieron sus ganancias en contratos oficiales. Valerio ganó 2 nuevas cuentas, ambas estatales: el Correo y la Cámara de Diputados, y le renovaron otros 4 contratos antiguos.
 
Sus empresas ganaron cerca de R$ 150 millones (US$ 73.367.571) en contratos con 5 organismos y estatales del Ejecutivo. Según la Revista Veja, evaluados también proyectos a largo plazo, el total de los negocios de Valério con el gobierno podría llegar a R$ 400 millones (US$195.646.857).
 
Valerio ganó la atención de la escena política brasileña a principios de junio de 2005, cuando el diputado Roberto Jefferson (PTB - RJ) hizo sus primeras acusaciones sobre el supuesto esquema del "mensalão".
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Jefferson, hasta entonces un aliado del presidente Lula, fue señalado, en un video difundido por la revista Veja, como "garante" de una trama de corrupción en la estatal de los correos. 
 
Luego, en una entrevista exclusiva con el diario Folha de São Paulo, Jefferson contraatacó acusando al gobierno y a su principal partido, el PT, de dar apoyo a un sistema de corrupción generalizada que implicaría el supuesto pago mensual de R$30.000 (US$ 14.673) a diputados de varios partidos aliados del gobierno, a cambio de apoyo político.
 
Según Jefferson, el funcionamiento del "mensalão" estaría a cargo de Marcos Valério, en estrecha colaboración con Delúbio Soares, tesorero del PT, y bajo las órdenes de José Dirceu, Ministro de la casa y principal nombre del gobierno de Lula. Valerio sería el responsable de la distribución de los pagos mensuales con dinero supuestamente proveniente de empresas estatales y privadas y que llegaría en maletas a Brasilia, donde luego se distribuiría entre los parlamentarios indicados por Delúbio.
 
Inicialmente, el publicista negó las acusaciones, clasificándolas como "infundadas, fantasiosas y, al parecer producidas por locura, desesperación y cinismo". El empresario confirmaba, sin embargo, tener una estrecha relación con Delúbio Soares: "Nunca negué que soy muy, muy amigo de Delúbio. Yo soy del interior, bicho de la floresta. Delúbio es goianao, bicho de floresta también".
 
Esta versión duró hasta que Fernanda Karina Somaggio, ex secretaria que trabajó con el acusado entre 2003 y 2004, dijo que Valerio mantenía contactos frecuentes con parlamentarios y miembros del PT. Marcos Valério negaba hasta entonces tener participación financiera con PT.
 
Las denuncias se ampliaron a tal punto que provocaron la creación de una Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (la "CPMI de los Correos") para investigar la corrupción en la oficina de correos y otras agencias estatales, y posteriormente la creación de otra comisión parlamentaria (la "CPI del Mensalão y de la compra de votos"), para investigar específicamente las denuncias del "mensalão", extendiéndose hasta las denuncias anteriores de compra de votos en el gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
 
Paralelamente, otras investigaciones pasaron al mando de la Policía Federal y la Procuraduría General de la Unión para investigar las denuncias de corrupción en estatales y las acusaciones de tráfico de influencias y la compra de votos.
 
Las investigaciones finalmente sacaron a la luz que Marcos Valerio realizó grandes y sucesivos préstamos junto a bancos privados, transfiriéndolos al PT y otros partidos de la coalición de gobierno, entre los años 2003 y 2005. Estos préstamos tenían como garantía los contratos de las empresas de publicidad de Valério junto con organismos públicos.
 
En sus declaraciones, Valerio y Delúbio Soares terminaron admitiendo movimientos y préstamos, afirmando, sin embargo, que las transferencias servirían para "caixa 2 de campanha", costeo no declarado (o "no contabilizado", en palabras de Delúbio) de las campañas electorales de 2002 y 2004, no siendo utilizados para comprar votos de los parlamentarios. 
 
Por otra parte, ambos sostuvieron que nunca existió tal uso de recursos públicos, ya que el dinero vendría de los préstamos otorgados por Valério, que tendrían que ser pagados en algún momento por el PT. 
 
Eventualmente, entre quienes recibieron transferencias de las empresas de Valério, fue identificado Robert Brant, del PFL, partido de oposición al gobierno. El diputado dijo en su defensa que el dinero habría sido transferido para su campaña electoral, donado por una empresa privada e intermediado por Valerio.
 
Después de que su nombre salió del anonimato a los titulares, Marcos Valério se convirtió en uno de las personas más famosas de Brasil. Unos meses después de que fue citado por primera vez en la prensa, el " mensalão" despertaba pasiones y ya formaba parte del diccionario y del folklore político brasileño. Las investigaciones continuaban en el Congreso y en otros organismos competentes, con varias víctimas en el gobierno y en los partidos aliados, entre ellos ministros, diputados y dirigentes de partidos.
 
E irónicamente, una de las principales víctimas fue el propio Marcos Valério: el empresario terminó perdiendo todos los contratos de publicidad que poseía con el gobierno.
 
El 2 de diciembre 2011 fue arrestado bajo sospecha de posesión ilegal de tierras en Bahia.
 
El 13 de diciembre de 2011, después de una concesión del Superior Tribunal, obtuvo la libertad. Pero el STJ acaba de condenarlo por el el escándalo tan famoso.

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