LA AFIP PRESIONA Y PRESIONA Y PRESIONA...

La desesperación de Echegaray

Los números de la recaudación tributaria de septiembre confirman que la recuperación del nivel de actividad continúa siendo frágil y que la recaudación todavía está lejos de retomar el dinamismo que tenían en años anteriores. Si hubiera actualización de mínimo no imponible y de escalas, la caída real de Ganancias sería aún mayor. En la estrechez de los ingresos se explica la desesperación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) buscando exprimir hasta a las rocas... Por ejemplo, vía la Resolución N° 3.395 estableció que las agencias de viajes, las aerolíneas y compañías de transporte marítimo de pasajeros deberán presentar una declaración jurada anticipada con el detalle de los paquetes que vendan y necesiten dólares para pagar a sus proveedores de turismo en el extranjero.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones). Los números de la recaudación tributaria de septiembre confirman que la recuperación del nivel de actividad continúa siendo frágil y que la recaudación todavía está lejos de recuperar el dinamismo que tenía en años anteriores. La aceleración observada en julio 12 (+28.2%) y agosto 12 (+29.2%) se interrumpió y la tasa de crecimiento de la recaudación volvió a ubicarse el mes pasado por debajo de la inflación (+20.2%).
 
Puntualmente, en septiembre los impuestos ligados al nivel de actividad perdieron dinamismo.
 
Los ingresos por IVA se incrementaron nominalmente sólo el 19% a/a y el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, el 11% (que, corregidos por la menor cantidad de días hábiles que tuvo septiembre respecto de igual mes de 2011, habría trepado al 15%). 
 
Paralelamente, los derechos de exportación cayeron en términos interanuales (-7%), tras crecer 6% en agosto, sugiriendo que en septiembre se habría mantenido la tendencia a la baja que han venido mostrando las ventas externas. 
 
En tanto, los derechos de importación, si bien no cayeron en la comparación interanual, desaceleraron su ritmo de crecimiento, señalando una débil performance de las compras externas. 
 
El único tributo que exhibe una fuerte aceleración en 2012 respecto de 2011 es combustibles, cuyo aumento (+58%) se basa en un incremento de precios muy superior a la inflación.
 
En pocas palabras, la tasa de crecimiento de la recaudación viene perdiendo dinamismo.
 
Puntualmente, la tasa de crecimiento interanual de la recaudación acumulada cayó más de 4 puntos porcentuales, pasando del 29.6% en enero al 25.3% en septiembre de este año. De hecho, la recaudación total habría crecido a tasas interanuales reales negativas (ajustadas por inflación) en abril; mayo y septiembre pasados.
 
En teoría, la recaudación es una función positiva del nivel de actividad y de la inflación. A más crecimiento y mayor aumento del nivel general de precios, más elevada tiende a ser la tasa de crecimiento de los ingresos tributarios. Más nivel de actividad implica mayor cantidad de transacciones económicas (incluidos puestos de trabajo), y por ende una tasa de crecimiento de los ingresos fiscales más elevada. 
 
Básicamente, lo que ha hecho este gobierno es emitir sistemáticamente moneda para comprar reservas (con las que paga deuda del Estado) y financiar al sector público, generando inflación. La inflación “infla” los volúmenes de negocio de la economía en general, elevando la recaudación de impuestos (IVA, Créditos y Débitos Bancarios; Internos y Combustibles). Esta política se encuentra reforzada por la falta de actualización de los mínimos no imponibles y escalas en Ganancias y Monotributo, lo cual también termina “re inflando” los ingresos fiscales de estos dos gravámenes.
 
En este escenario, a excepción de 2009 cuando el nivel de actividad económica se habría contraído -3.4%, en el período 2005 / 2011 la tasa de crecimiento de los impuestos ligados a la actividad económica superó siempre el aumento nominal de la economía (crecimiento + inflación).
 
Sin embargo a diferencia de lo acontecido en los últimos años, en los primeros 9 meses de 2012 la tasa de crecimiento acumulada (25.3%) de los ingresos tributarios se ubica por debajo del ritmo de expansión nominal (crecimiento + aumento de precios) de la economía (28.0%).
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Uno por uno
 
El enfriamiento del nivel de actividad ha impactado negativamente sobre la recaudación tributaria. 
 
La tasa de crecimiento de los impuestos ligados al nivel de actividad (IVA bruto - incluyendo devoluciones-, ganancias, créditos y débitos bancarios –cheque-, impuestos laborales -contribuciones patronales y aportes personales-, internos y combustibles) se deterioró, en términos reales, marcadamente en el segundo trimestre y todavía luce muy endeble en el tercer cuarto del año.
 
Ganancias, IVA Bruto y débitos y créditos bancarios son los más afectados negativamente por el enfriamiento del nivel de actividad.
 
Puntualmente, la tasa de crecimiento de Ganancias medida en términos reales se desacelera fuertemente entre enero y abril último y luego se torna negativa desde mayo. El enfriamiento de la recaudación de Ganancias viene de la mano de las expectativas negativas que provocaron las medidas proteccionistas de fines de 2011, que forman expectativas de menores ventas futuras. 
 
Si a las expectativas negativas se le suma el aumento de la presión tributaria y los incrementos del costo salarial, se pagan menores “anticipos de ganancia” en función a los menores réditos que esperan en el año.
 
La recaudación de Ganancias presenta una merma en términos reales de casi 4% anual en septiembre 2012. Esta caída sería aún mayor si no estuviera “amortiguada” por la falta de actualización del mínimo no imponible y de las escalas impositivas de los trabajadores en relación de dependencia, que no pueden evadir el impuesto. 
 
Es decir, si hubiera actualización de mínimo no imponible y de escalas, la caída real de Ganancias sería aún mayor. 
 
En este escenario luce poco probable un ajuste del mínimo no imponible y escalas. Si no hubo ajuste en épocas de vacas gordas, más difícil sería que lo hubiera en épocas de vacas flacas.
 
La recaudación de IVA Bruto y Cheques se encuentra directa e inmediatamente ligada al consumo y al nivel de actividad, reflejando la dinámica del ciclo económico. En los auges la recaudación crecía de la mano del nivel de actividad y en las recesiones (2009) disminuía paralelamente con la tasa de crecimiento del producto.
 
Sin embargo, esta correlación unitaria (moverse juntos) entre las 3 series parece romperse a partir de abril de este año; mientras que el nivel de actividad se estanca en tasas de crecimiento en torno al 2% anual, la recaudación de IVA bruto y cheques se reduce a tasas negativas que convergen al -4.0% y -4,7% respectivamente. Es decir, hay una pérdida de asociación entre IVA Bruto, Cheques y el nivel de actividad.
 
La ruptura de esta asociación es muy reciente (5 meses), por lo que todavía es prematuro sacar conclusiones sobre su origen. Sin embargo, se podría establecer alguna hipótesis de trabajo. 
 
La teoría económica y la evidencia empírica han demostrado que en marcos de aumento de presión tributaria y enfriamiento económico el sector privado comienza a financiarse contra el fisco, lo cual afecta negativamente la recaudación (a pesar de la suba de la presión) y rompe la asociación entre recaudación y ciclo económico. 
 
Además, la teoría también sostiene y demuestra (efecto Olivera – Tanzi) que hay un punto a partir del cual el incremento de inflación, que antes jugaba a favor de la recaudación, comienza a impactar negativamente en los ingresos tributarios fiscales.
 
En Argentina, la presión tributaria aumentó 2.2 puntos porcentuales entre 2008 (30.0%) y 2012 (32.2%). De ese incremento, el 27% (0.6 p.p.) corresponde a provincias y el 73% (1.6 p.p.) a Nación. 
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Al mismo tiempo, de acuerdo con el ISAE E&R la tasa de crecimiento del nivel de actividad habría disminuido del 4.9%eneneroal 2.3% enjulio ’12. A su vez, la inflación se habría acelerado 2.3 puntos porcentuales entre enero y septiembre de este año.
 
En pocas palabras, todos los elementos de la teoría y la evidencia empírica que muestran como se puede alterar negativamente la tendencia de crecimiento de la recaudación atada a nivel de actividad, se encuentran presentes en la actualidad de la economía argentina. Esto no quiere decir que indefectiblemente la tasa de crecimiento de la recaudación va a seguir deteriorandose, sino que es tan sólo una posibilidad que hay que considerar.
 
La dinámica de Combustibles se muestra como uno de los componentes más dinámicos de la recaudación, porque en los últimos años el aumento de precio de los combustibles superó la inflación y su consumo se mantuvo constante. 
 
A modo de ejemplo, la Nafta “super” cotizaba entre $3,20 y $3,40 pesos por litro en CABA en enero de 2010, mientras que en agosto de este año abría alcanzado los $6,40 - $6,70 por litro. Es decir, en el periodo 2010-2012, el aumento de precio de la nafta habría alcanzado un 100% aproximadamente, mientras que la inflación (medida con el índice de precios del congreso) ascendería a 78%.
 
De todas formas, el aumento de los precios de la nafta y del gasoil de los últimos meses converge a la tasa de inflación, por lo que de continuar esta tendencia, el ritmo de crecimiento de la recaudación de Combustibles disminuiría y su evolución dependería solamente del consumo.
 
En materia de impuestos al trabajo, tanto los aportes personales como las contribuciones patronales muestran un marcado incremento real interanual del 7,7% en septiembre y del 10% en el promedio de los 9 meses del año; y parece ser uno de los componentes más dinámicos de la recaudación ligada al nivel de actividad. 
 
En efecto, el avance de la recaudación real de este tributo se incrementa como consecuencia del aumento del empleo registrado y de los incrementos salariales por encima de la inflación (expansión del salario real).
 
No obstante, la creación de empleo se desaceleró significativamente durante el 1ro. y el 2do. trimestre del año y los aumentos salariales empiezan a converger a la tasa de inflación. 
 
Es decir, la caída de la creación de empleo sumada a la desaceleración del salario real imponen un techo para la futura expansión de los tributos al trabajo en el corto o mediano plazo.
 
Perspectivas
 
Las retenciones al complejo agro exportador serían el único elemento “dinamizador” que le quedaría a la tasa de crecimiento de la recaudación. Con una cosecha 10 millones de toneladas superior y un tipo de cambio depreciándose en promedio 16% anual en 2013, estos ingresos fiscales aumentarían $17.000 millones en 2013. De esta manera, los impuestos a las exportaciones podrían explicar tan sólo una aceleración de la tasa de crecimiento de la recaudación de 2.52 puntos porcentuales, lo cual contribuiría a que la variación interanual de los ingresos fiscales pasara de 26% (actual) a 28.5%.
 
De este modo, en el mejor de los casos la tasa de crecimiento interanual de la recaudación podría subir a 29%/30% en 2013, lo cual es insuficiente para impedir que el deterioro fiscal se profundice. 
 
Es más, a nivel provincial el deterioro fiscal volverá a ser mayor que a nivel federal, ya que las retenciones a las exportaciones no se coparticipan.

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