PINOCHO EN LA ARGENTINA

'El modelo' y las empresas: A alguien le crecerá nariz...

La economía argentina se encuentra cercana al estancamiento. Éste se explica por el débil comportamiento de la industria y la construcción. El hecho que el consumo tenga un comportamiento más dinámico que la industria y construcción constituye una luz amarilla en términos de presiones inflacionarias macroeconómicas. Lo que complica un cambio de tendencia del nivel de actividad.

 

Cristina Fernández de Kirchner dijo el jueves 01/11:
 
"(...) si hacemos la cuenta desde el año 1993, porque hasta ese año ni siquiera teníamos información desagregada del balance de pagos, bueno, en ese período donde se cansaron de dar señales y decir que todo estaba maravilloso se remitieron utilidades y dividendos por 15.686 millones de dólares; nosotros 41.093 millones; la década de los noventa: 15.686 millones, un 0,7 de aquel PBI contra 1,7 de este PBI, que es muchísimo más alto.
 
Y esto ¿qué es? ¿Por qué es? ¿Cuál es la magia, cuál es la diferencia? Bueno, primero: el manejo y la manipulación mediática de no decir la verdad, de esconder cifras, de lo que ya estamos acostumbrados desde el 25 de mayo del 2003 a la fecha, pero ¿por qué es importante ir al fondo de la cuestión? ¿Por qué? Por una razón muy sencilla, porque el patrón de los '90, que era hacer prevalecer lo financiero por sobre lo industrial, por sobre el mercado interno es el patrón de acumulación que hoy ha producido la crisis más formidable de que se tenga memoria en los países desarrollados y que fue ensayada, en nuestro país, durante la década de los años '90.
 
¿Por qué patrón de acumulación lo sustituimos aquí, en la Argentina? Lo sustituimos por el patrón de acumulación de mercado interno, desarrollo industrial, valor agregado, administración del tipo de cambio, administración del comercio…en fin, todo lo que nos han criticado puntualmente, desde el año 2003 a la fecha. (...)".
 
 
Por su lado, la consultora Economía & Regiones:
 
En línea con la desaceleración estructural de la tasa de crecimiento, los datos de nivel de actividad de septiembre y del 3er. trimestre 2012 muestran que la economía argentina se acerca al estancamiento.
 
De acuerdo con nuestras estimaciones del ISAE2 E&R, en septiembre 2012 el nivel de actividad económica habría experimentado un crecimiento interanual de sólo 0.7% confirmando que la desaceleración económica (iniciada hace 18 meses) continúa.
 
Los datos trimestrales confirman dicha desaceleración. El crecimiento del 3er. trimestre 2012 habría ascendido a 1.7% anual en relación al mismo período del año anterior, lo cual implica una importante disminución con respecto a la expansión interanual del nivel de actividad registrado en el 2do. (+2.8%) y 1er. (+4.9%) trimestres de este año.
 
A nivel sectorial, el estancamiento se explica fundamentalmente por el débil comportamiento de la industria y la construcción, que muestran signos negativos tanto en su variación interanual como en el acumulado del año. Este comportamiento se verifica tanto a partir de los datos oficiales como privados.
 
El consumo es más dinámico que la industria y la construcción. Las ventas en shoppings valuadas en términos reales (ajustadas por la inflación relevante) crecieron 6% y 2% (y/y) en septiembre 2012 y en el acumulado de los primeros 9 meses del año; respectivamente.
 
Paralelamente, las ventas en supermercados (bienes de primera necesidad como alimentos) aumentaron 4% y 3% en los mismos períodos; respectivamente. Sin embargo, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que mide las ventas en comercios medianos y chicos, los volúmenes de ventas minoristas cayeron -4.6% (y/y) en septiembre 2012.
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Es decir, las ventas en grandes centros comerciales y en mega supermercados son más dinámicas que las ventas en pequeños comercios, lo cual muestra que la inflación está impactando sobre los consumidores, que compran bienes en los grandes centros comerciales e hipermercados (que ofrecen promociones y descuentos) de manera de compensar la pérdida de poder adquisitivo ante la aceleración inflacionaria.
 
El hecho que el consumo tenga un comportamiento más dinámico que la industria y construcción constituye una luz amarilla en términos de presiones inflacionarias macroeconómicas, ya que reflejaría que la demanda agregada estaría creciendo más que la oferta. De hecho, las mediciones de expectativas de inflación a 12 meses de la UTDT (Universidad Torcuato Di Tella) han aumentado 6 puntos porcentuales en lo que da de este año, pasando de 28.9% (enero’ 12) a 34.9% (septiembre’12).
 
El sector industrial entró el año pasado en una meseta que devino en caída del nivel de actividad durante el 1er. semestre de este año. Pasado el 2do. trimestre, en el que parecía haberse tocado fondo, el sector manufacturero no logró confirmar la recuperación que vaticinaba en el 3er. trimestre de este año.
 
Peor aún, nuestra industria difícilmente crecerá durante este año. Teniendo en cuenta que la industria acumula una caída en torno al 1,3% en los 9 meses transcurridos del año, para que el crecimiento promedio industrial termine siendo 0% en 2012, el sector debería crecer al 3,9% mensual en octubre, noviembre y diciembre. Este crecimiento (3,9% mensual) implica un crecimiento interanual de 3,8% en el 4to. trimestre.
 
Lo llamativo, es que esto sucede a pesar de que desde el discurso oficial, el desarrollo industrial parecería ser uno de los objetivos de política principales del Estado. Concretamente, las últimas declaraciones del viceministro de Economía (N. de la R.: Axel Kicillof) firman que “las medidas proteccionistas tienen como objetivo cuidar las divisas hasta que se complete el proceso de reindustrialización, el cual es extenso y virtuoso”.
 
Por el contrario, los números muestran que las últimas políticas implementadas por el Gobierno impactan negativamente en el proceso de reindustrialización. La industria es uno de los sectores más golpeados de la coyuntura y por las medidas macroeconómicas y sectoriales adoptadas.
 
> Las licencias no automáticas para las importaciones se fueron intensificando desde el 2010 y representan un obstáculo para la industria que debe importar bienes de capital e insumos. Aproximadamente el 70% de las importaciones son bienes de capital, piezas para bienes de capital e insumos; mientras las importaciones de bienes de consumo alcanzan sólo un 10%. A modo de ejemplo, las importaciones de bienes de capital cayeron un 16% en los 9 meses del año, mientras que el total de las importaciones se redujo un 8%. Concretamente, más licencias no automáticas implican menos producción industrial.
 
> Las restricciones a la compra de dólares provocaron la creación de un mercado de cambios paralelo, que desvía inversiones productivas hacia inversiones especulativas. El desdoblamiento cambiario implica más incertidumbre y menos inversión, afectando negativamente al sector manufacturero (y sobre todo la industria de base).
 
Concretamente, los controles cambiarios generan menos producción industrial.
 
> La elevada presión tributaria (producto de la voracidad fiscal), la política de ingresos y la política monetaria y cambiaria encarecen los salarios y costos de producción en dólares, convirtiéndose en un obstáculo para la viabilidad del sector industrial.
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En pocas palabras, si la intención del Gobierno es potenciar el desarrollo industrial, en términos macroeconómicos, viene teniendo los resultados opuestos. El sector viene siendo uno de los más golpeados por el combo de la elevada presión tributaria, las últimas medias y la inflación con retraso cambiario. Pero además, no hay intensiones de revertir esos obstáculos, sino de potenciarlos.
 
Una ecografía del entramado industrial
 
La dinámica de algunos sectores manufactureros resultó ser muy diferente del agregado. La industria local se caracteriza por presentar una estructura productiva heterogénea en donde coexisten sectores de tecnología de avanzada y elevada productividad (que abastecen al mercado interno, a la vez que exportan parte de su producción); con otros de menor productividad relativa, que -muchas veces- sobreviven gracias a la protección del tipo de cambio elevado o a las barreras a las importaciones.
 
Mientras la producción de vehículos, de metales y la metalmecánica (excluyendo la automotriz) exhiben fuertes caídas, el resto de la industria crece durante los 9 meses del año. De modo que los 3 sectores más castigados -que representan aproximadamente el 36% del agregado industrial- son justamente los sectores exportadores y con más tecnología relativa en sus matrices de producción. Este comportamiento sería consecuencia del menor nivel de actividad en Brasil que viene demandando menos exportaciones de Argentina y, en menor medida producto de la inflación que encarece nuestros bienes en términos de dólares.
 
> La producción de la industria automotriz continúa reduciéndose como consecuencia fundamentalmente de las menores ventas externas, pero también como resultado de las menores ventas internas. Según datos de ADEFA la industria automotriz cayó -14% en septiembre 2012 acumulando una contracción de 13% durante los primeros 9 meses del año. Las exportaciones empezaron a caer un poco menos (pasaron de caer 46% a/a en mayo a 9,8% a/a en septiembre) porque la industria brasilera se recupera y porque Brasil puso incentivos al consumo de automóviles. Es decir, Brasil ayuda pero no alcanza, porque es el mercado doméstico argentino el que “juega en contra”. Los patentamientos en el mercado interno cayeron 24% a/a en septiembre 2012; la peor caída del año.
 
> Según Adimra en el 3er. trimestre del 2012 la producción metalúrgica experimentó una contracción interanual de 6,5%, representando una caída del -3,2% en los primeros 9 meses del año. En este marco, el nivel de utilización de la capacidad instalada (UCI) se ubicó en un 66,8%, un 9,5% por debajo de igual período de 2011. El ciclo de la producción y de las exportaciones es similar, pero en la actualidad mientras que las ventas al exterior se encuentran muy por debajo de 2008 (-21%) la producción está en los mismos niveles de ese entonces. En el 2do trimestre de 2012, tanto la menor actividad del mercado local como la del mercado externo impactaron negativamente en el nivel de producción sectorial. 
 
En este sentido, las exportaciones descendieron un 19% consolidando la caída que viene teniendo desde el 1er. trimestre del año, y la producción metalúrgica cayó un 4%, reflejando la primera caída después de diez trimestres de crecimiento interanual.
 
> La producción de insumos para la construcción (minerales no metálicos) parece recuperarse paulatinamente con un leve aumento de producción en los nueve meses del año (+0,9%); en un marco en el que la construcción (-1.8%) cae según el ISAC7 de INDEC en los ocho primeros meses del año. Que la construcción caiga y la producción de insumos aumente muestra que las firmas estarían ampliando sus stocks para cubrirse de la inflación.

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