AUMENTO DE LA ALÍCUOTA POR SELLOS

Los escribanos le piden a Macri que vete una medida errada

Resulta un error propio de negociaciones políticas de último momento que modifican planes racionales: el incremento de la alícuota de la Ley de Sellos en Ciudad de Buenos Aires arrasa con la actividad inmobiliaria y de la construcción, y así se lo hizo saber el Colegio de Escribanos al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, reclamando un veto parcial de lo que aprobó la Legislatura.

 

Ciudad de Buenos Aires, 26 de diciembre de 2012
 
 
Señor Jefe de Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ing. Mauricio Macri
C. C. al señor Administrador Gubernamental de
Ingresos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires
Lic. Carlos G. Walter
S/D
 
 
Señor Jefe de Gobierno:
 
A través de las noticias periodísticas, este Colegio ha tomado conocimiento del aumento de alícuotas del impuesto de sellos que operará a partir del año próximo. Este incremento se incluye en la ley que dispuso el traspaso del sistema de subterráneos al Gobierno de la Ciudad, es decir que, a muy poco de sancionada la Ley Tributaria para el año 2013, que ―se supone― fue consecuencia de un pormenorizado estudio por parte de las autoridades, se modifica su texto para atender una necesidad fiscal totalmente ajena al hecho que se grava.
 
De las mismas noticias surge que el Poder Ejecutivo previó financiar tal sistema de transporte público mediante un gravamen sobre los combustibles, lo que parecería razonable como modo de desalentar la utilización de vehículos particulares y, a la vez, de mejorar el transporte público. Tal iniciativa tenía una razonabilidad indudable. Sin embargo, durante el debate legislativo, con la finalidad de superar observaciones de algunos legisladores, se modificó la propuesta tributaria y se decidió cargar el financiamiento del servicio de transporte subterráneo sobre actividades que nada tienen que ver él. Esto es, a todas luces, irracional.
 
La norma que cuestionamos establece que, en materia de transferencia de inmuebles, la alícuota del 2,50% pasaría a ser del 3,60%, lo que representaría un sensible incremento, del orden del 44%. Como no escapará del criterio del señor Jefe de Gobierno, este desmedido crecimiento tributario ejercerá un efecto nefasto en las operaciones de compraventa de inmuebles y, particularmente, en el ámbito de la construcción.
 
Es de público conocimiento que la actividad inmobiliaria se viene desarrollando en medio de una marcada depresión, que los medios especializados han llegado a estimar en una baja del 70% de las operaciones, producto, entre otros factores, de las restricciones cambiarias impuestas por el gobierno nacional. Tal merma influye notablemente en la industria de la construcción, cuya importancia en la actividad económica general huelga destacar.
 
El incremento del 44% en la alícuota del impuesto de sellos, además del encarecimiento excesivo que representa:
 
- Ejercerá claramente un efecto negativo, que profundizará la crisis en que se encuentra el mercado de la comercialización de inmuebles.
 
- Dificultará, aún más, la continuidad de las empresas dedicadas a ello.
 
- Afectará negativamente la labor profesional de los escribanos.
 
- Desalentará la construcción de nuevos emprendimientos, con el riesgo de despidos de personal.
 
- Influirá de manera inversa en la recaudación, pues tenderá a generar una disminución de las operaciones.
 
Este importante incremento constituye una injusticia, al exigir un pago adicional a una actividad que no tiene ninguna relación directa con el destino de los fondos que se pretenden recaudar. Por otra parte, desde el punto de vista tributario, las nuevas medidas alejan el impuesto de sellos de su condición de gravamen complementario en cuanto a su recaudación, criticado por la doctrina como distorsivo de la competitividad económica, razón por la cual, en 1993, a través de pactos fiscales que terminaron por no cumplirse, estaba prevista su derogación como medio de propender al desarrollo económico.
 
Por las razones expuestas, solicito al señor Jefe de Gobierno el veto de la aludida ley, en lo que respecta a los incrementos en las alícuotas del impuesto de sellos.
 
Sin otro particular, saludo a usted con distinguida consideración.
 
CARLOS M. D’ALESSIO
COLEGIO DE ESCRIBANOS
PRESIDENTE

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