UN CANADIENSE AL BANCO DE INGLATERRA

Viva la meritocracia

Tantas veces ha aconsejado Urgente24 que el sector público introduzca la meritocracia como único mecanismo de selección y así recompense a los contribuyentes, que no deja de resultar motivo de alborozo que haya ocurrido un caso a utilizar como ejemplo... aunque no en la Argentina sino en Inglaterra.

 

Mark Carney recibirá un salario anual de 480.000 libras (589.000 euros) como gobernador del Banco de Inglaterra, cargo que ocupará a partir de julio de 2013, lo que supone un incremento del 54,7% en comparación con las 306.000 libras (374.000 euros) que ganaba su predecesor en el cargo, Mervyn King.
 
Según informa el Banco de Inglaterra en un comunicado, los directivos no ejecutivos de la institución, que han determinado en su última reunión los sueldos del gobernador y de los vicegobernadores, reconocen que el salario del actual gobernador del Banco de Canadá es "considerablemente más alto" que el de King.
 
Sin embargo, incide en que el ahorro que supone para el Banco no incluir a Carney en el sistema de pensiones que tenía la institución hasta ahora para el gobernador y los subgobernadores, actualmente cerrado, es superior al 100% de su salario.
 
A cambio de no contar con un plan de pensiones como sus predecesores, Carney recibirá en efectivo el equivalente al 30% de su salario, lo que con su sueldo actual equivaldría a 144.000 libras (177.000 euros).
 
En total, Carney recibirá al año 874.000 libras (1,07 millones de euros), ya que a su sueldo y al complemento por no tener plan de pensiones hay que añadir 250.000 libras (307.000 euros) anuales que el organismo le había ofrecido antes de su nombramiento en concepto de ayuda por alojamiento, y que tendrá un impuesto del 45%.
 
Como gobernador del Banco de Canadá, Carney recibió en su 7mo. año al frente de la institución entre 365.200 y 429.600 dólares canadienses (279.300 y 328.600 euros).
 
Entre los dirigentes de los principales bancos del mundo, el sueldo de Carney será de los más elevados, ya que, por ejemplo, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) ganó 371.148 euros en 2011 (sumando los sueldos de Jean Claude Trichet y Mario Draghi), mientras que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, recibió un salario de 199.700 dólares (159.700 euros) en 2012.
 
Liberal
 
Antes de aceptar el 26/11 el cargo de Gobernador del Banco de Inglaterra a partir del 30 de junio de 2013, Carney había sido mencionado como posible candidato a dirigir el Partido Liberal de Canadá, que estuvo en el poder en el país entre 1993 y 2006 pero que actualmente es el tercer grupo político de Canadá.
 
El periódico The Globe and Mail, de Canadá, publicó un artículo en el que señala que durante meses destacados liberales montaron una campaña para convertir a Carney en el nuevo líder del partido.
 
Durante ese periodo, Carney y su esposa pasaron parte de sus vacaciones en la residencia del diputado liberal Scott Brison.
 
El rotativo señaló que la estancia de Carney en un período en el que su nombre figuraba en las quinielas como posible líder liberal fue "una probable violación de las guías de conflictos de interés del banco".
 
Pero el asesor jurídico del Banco de Canadá, Jeremy Harrison, dijo en respuesta al artículo que "la visita a la casa veraniega de Brison no fue discutida con anterioridad con el Departamento Jurídico porque fue una visita personal en el contexto de una vacación familiar".
 
Harrison añadió a través de un comunicado que "ni el Banco de Canadá ni el gobernador Carney tienen una relación de negocios o comercial, presente o potencial, con Brison".
 
The Globe and Mail señaló que, entre otras razones, Carney rechazó presentarse como candidato al liderazgo del Partido Liberal por resultar inapropiado pasar directamente del cargo de gobernador del Banco de Canadá a dirigente de un partido político.
 
La actuación de Carney, de 47 años de edad, al frente del Banco de Canadá durante las crisis financieras de Estados Unidos y Europa le ha convertido en una respetada figura de las finanzas internacionales.
 
Antes de ser designado para dirigir el Banco de Canadá en sustitución de Mervyn King, Carney fue nombrado en 2011 presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), una institución creada en 2009 para reemplazar al Foro de Estabilidad Financiera (FSF) del G7.
 
La elección de un canadiense como gobernador del Banco de Inglaterra anima a pensar en el triunfo de la selección profesional por méritos, la llamada meritocracia. 
 
A diferencia de países como la Argentina, donde el clientelismo/amiguismo es un problema endémico que ahoga la selección de personal, en el Reino Unido se intenta aplicar la meritocracia. Por 1ra. vez fue elegido por concurso al gobernador del Banco de Inglaterra.
 
Un tema lleva a otro: un sistema que se basa en premiar al mejor preparado no significa necesariamente que sea el más justo, porque no todos tienen las mismas oportunidades de acceder a una buena educación...
 
“Inglaterra sigue teniendo un problema de movilidad social y meritocracia. El sector profesional, los trabajos mejor pagados, siguen estando dominados por gente que ha crecido en familias adineradas”, afirma Jonathan Clifton, investigador del Instituto para la Investigación de Política Pública (IPPR), un centro de estudios de centro-izquierda. 
 
El debate
 
“Un ejemplo de eso es la cantidad de gente que ha estudiado en colegios privados y que luego consiguen empleo en las mejores profesiones. Solo en torno al 7% de la población ha estudiado en escuelas privadas, pero las profesiones están dominadas por esa gente. El 75% de los jueces, el 70% de los directores financieros, el 45% de los altos funcionarios o el 55% de los principales periodistas han estudiado en escuelas privadas”, aseguró Clifton, según Walter Oppenheimer y Álvaro Romero, del diario español El País.
 
“Es un problema que empieza en la educación primaria”, explica. “Sabemos que los niños de familias pobres van por detrás que los niños de familias más ricas en el sistema escolar y dejan la escuela con peores notas. Ese problema se traslada luego a las universidades. Oxford, Cambridge y las universidades que llamamos del grupo de Russell [las 20 mejores del país], tienden a tener estudiantes procedentes de familias ricas. En parte porque lo han hecho mejor en el colegio, pero también porque esas universidades no hacen lo bastante para atraer a los otros”, añade este experto.
 
Los puestos relevantes son para los elegidos. Según el centro de estudios británico IPPR, especializado en temas de desigualdad, apenas el 7% de la población de ese país ha estudiado en colegios privados, pero son ellos los que luego copan los puestos importantes.
 
IPPR calcula que el 75% de los jueces, el 70% de los directores financieros, el 45% de los altos funcionarios o el 55% de los principales periodistas que hay en Reino Unido en puestos de influencia no han estudiado en la escuela pública.
 
En ese caso, Finlandia, donde la enseñanza es toda pública, sería el lugar adecuado para instalar la competencia, que es legítima. Los más idóneos deben conducir, y ese es un tema que no podrá negar el tal Clifton.
 
Pero él dice que para la escuela pública hay un techo: "Los grandes despachos de abogados, las grandes empresas financieras, la función pública, tienden a centrar de forma muy intensa sus contrataciones en ese puñado de prestigiosas universidades. Hay un problema con lo que llamamos el techo de cristal, que no se puede traspasar. Ese techo, desde luego, existe sobre todo para las mujeres y para gente de grupos étnicos minoritarios”, advierte Clifton.
 
Sin embargo, ¿eso justifica castigar al contribuyente a la hora de elegir los administradores del Estado?
 
Luego, el networking o red de relaciones: "La razón por la que mucha gente quiere ir a Oxford no es la educación, sino los contactos que pueden hacer allí. Una red de contactos sociales que luego se reproduce a nivel profesional. A quién conoces es tan importante como qué haces en la vida”, según Clifton.
 
Es cierto pero, en ese caso, ¿qué hace la universidad pública para crearle a sus egresados la red de relaciones?
 
Si el contribuyente es quien financia la fiesta, ¿quién preservará sus intereses? Seguro que Clifton no. 
 
Lo cierto es que en la sociedad, en general, el 80% de las ofertas de trabajo no se publican. Las empresas optan por no hacer públicas sus ofertas de empleo porque es más rápido, económico y, en determinados casos, más eficaz, según un informe de Adecco sobre el mercado laboral español. También, porque algunas de esas compañías están reduciendo personal al mismo tiempo y se quiere evitar la mala imagen que ello provocaría.
 
El 56% de los empleos, a través de los contactos. El mismo informe de la empresa de selección de personal Adecco estima que el 56% de las personas que buscan un empleo lo encuentran gracias a su red de contactos, sobre todo entre los que tienen más edad.
 
La falta de información pública sobre muchas de las ofertas hace imprescindible “tener activa” la red de contactos, en opinión de Orestes Wensell, director comercial de Lee Hecht Harrison. “La idea es que los contactos te ayuden a conseguir la información que necesitas para acceder al puesto de trabajo, no que te vayan a dar el empleo”, añade Wensell.
 

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