ABUSO DE LOS CONTRIBUYENTES

Ya es insostenible bajar el desempleo aumentando el empleo público

El gasto público tiene muchos comportamientos inexplicables y otros desoladores. El abuso del empleo público se encuentra en ambas listas. Incrementar el empleo público sin aplicar alguna meritocracia supone solamente empleo público a inútiles, 'ñoquis' y otros 'vividores' del esfuerzo de los que pagan impuestos. El kirchnerismo cristinista considera que es una demostración de equidad provocar empleo público hoy día pero ¿tiene algún sentido incrementar la plantilla del Estado luego de años de supuesto 'éxito' de la economía? Y si no hay otra alternativa que sumar empleados públicos ¿cuál es el concepto conque se definen las contrataciones? ¿La militancia política? ¿El 'amiguismo'' Todo es un disparate en el mundo K.

 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones). Los datos de desempleo del 4to. trimestre se publicarán el próximo 19/02. Sin embargo, la presidente Cristina de Kirchner anunció que el índice de desocupación alcanzó a fines del 2012 el 6,9%, ubicándose “tan sólo” 20 puntos básicos por encima del observado en igual cuatrimestre de 2011 (6.7%), lo cual según la primer mandataria pudo lograrse porque “hay un Estado que tracciona el consumo, la inversión, que mantiene el empleo y la demanda, porque de esta situación se sale no con menos Estado sino con más y mejor Estado".
 
Por lo tanto, no llama la atención que el Estado haya sido el artífice de dicho descenso. La baja de la desocupación sorprende porque el nivel de actividad en el 4to. trimestre fue más débil que en el 3er. trimestre y porque la desocupación había subido en la anterior medición.
 
De hecho, en el tercer trimestre 2012 la tasa de desempleo ascendió a 7.6%como consecuencia fundamentalmente de un debilitamiento de la demanda de trabajo, dado que el sector privado ya no crea nuevos puestos, y por la aceleración inflacionaria que afecta negativamente al poder adquisitivo asalariado, incrementando la oferta de trabajo.
 
Puntualmente, el mercado laboral tiene un antes y un después de 2009. Entre 2003 y 2008 se verificó un descenso genuino de la tasa de desempleo, que estuvo sustentado en la creación de puestos de trabajo en la esfera privada de la economía. 
 
Por el contrario, luego de 2009 la capacidad de creación de puestos de trabajo genuinos se vio fuertemente deteriorada y el descenso del desempleo se abortó: 7.8% (2008) y 7.6% (2012).
 
El sector público fue adquiriendo un rol protagónico como demandante de empleo y la creación de puestos de trabajo en el Estado fue la herramienta que permitió que el desempleo no subiera en 2009 / 2012.
 
La planta ocupada del consolidado provincial se incrementó un 38% entre el 2003 y el 2011; superando al crecimiento del empleo del promedio de la economía (24%). Esto hizo que la cantidad de empleados públicos cada 1000 habitantes ascienda de 36 (2003) a 47 (2011) en las provincias.
 
En la esfera Nacional, el avance del empleo público fue aún más significativo, dado que de la mano de la nacionalización de empresas (Aerolíneas; AySA) los puestos de trabajo del sector se incrementaron un 41% en el mismo período. 
 
En pocas palabras, el Estado tiene una participación cada vez mayor en el mercado de trabajo; y su rol como empleador ha crecido por encima del promedio de la economía.
 
En este marco en el cual no hay datos oficiales correspondientes al 4to. trimestre pero teniendo en cuenta las palabras de la presidenta podríamos sostener la siguiente hipótesis: la caída del desempleo acontecida entre el tercer y cuarto trimestre de 2012 habría sido posible por la incorporación de trabajadores al sector público.
 
No obstante, el aumento del empleo público no es estructuralmente sostenible en el mediano plazo, porque tanto las restricciones fiscales como el impacto macroeconómico del empleo público nacional impiden que el Estado siga absorbiendo indefinidamente empleo.
 
El aumento indefinido del empleo público nacional tiene impacto inflacionario, ya que es financiado mayormente con emisión monetaria del BCRA.
 
La restricción fiscal que enfrenta la creación de empleo público provincial, donde el gasto salarial alcanza en promedio al 50% del gasto total, queda en evidencia cuando se analiza el impacto que tiene una suba salarial del 1% sobre el déficit fiscal provincial. 
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De acuerdo con nuestras estimaciones, cada punto de aumento salarial en las provincias implica un incremento del déficit fiscal consolidado de $1.700 millones. En este marco, se entiende claramente que las paritarias de este año son un factor crucial para las cuentas públicas provinciales.
 
En este contexto, la generación de puestos de trabajo en la esfera nacional financiados con emisión monetaria afecta las finanzas públicas provinciales y el nivel de actividad. 
 
El Estado Nacional crea puestos de trabajo que terminan generando más inflación, lo cual implica mayor ajuste salarial y déficit fiscal en las provincias. 
 
A su vez, este mayor déficit fiscal provincial inducido por los ajustes salariales es financiado principalmente con suba de impuestos subnacionales (IIBB; sellos; inmobiliario; patentes; etc.) que impacta negativamente en el ingreso disponible, consumo, inversión y nivel de actividad. 
 
El mayor déficit fiscal causado por el incremento de salarios también es financiado con mayor endeudamiento, lo cual implica más impuestos, menores servicios públicos y presiona hacia la baja la tasa de crecimiento en el futuro. 
 
A su vez, menor dinamismo económico atenta contra la generación de nuevos puestos de trabajo y la baja sustentable de la tasa de desempleo.
 
De acuerdo con el índice de actividad económica ISAE, de E&R, la tasa de crecimiento ascendió a 1.7%5 en 2012, lo cual implica una desaceleración de 4.2% con respecto al aumento del PBI de 2011 (+5.9%). La desaceleración de la economía no fue homogénea, algunos sectores la sufrieron más que otros. La construcción (-3.2%)6 y la industria (-1.2%)7 cayeron pero el consumo aumentó; aunque sensiblemente menos que el año anterior.
 
En este marco de bajo crecimiento la reducción del desempleo a 6.9% sólo podría sostenerse con más empleo público, lo cual atenta contra la robustez del nivel de actividad y la capacidad de generación de nuevos puestos de trabajo en el sector privado en el mediano y largo plazo.
 
En otras palabras, una reducción de la tasa de desempleo basada en empleo público no es sustentable en el tiempo, y si por el contrario no se generan las condiciones macroeconómicas para que el sector privado invierta y genere nuevos puestos, la tasa de desempleo inexorablemente aumentará en el mediano y largo plazo, quedándose el actual modelo sin su principal activo.

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