PARTICIPACIÓN POLÍTICA

Por 1ra. vez, las Farc y el Gobierno colombiano debaten el post conflicto

En comunicado conjunto, el Ejecutivo colombiano y los guerrilleros de las Farc admitieron el inicio de la construcción de acuerdos en lo que tiene que ver con la participación en política de la guerrilla. "Debemos romper el vínculo entre política y armas. Las Farc deben dejar las armas si quieren hacer política", aseguró Humberto de la Calle, jefe de la delegación gubernamental en las conversaciones con las Farc, en rueda de prensa. Las partes anunciaron que se presentaron y discutieron propuestas sobre: Derechos y garantías de la oposición en general, y en particular para los movimientos que puedan surgir de un eventual acuerdo de paz; Diversos mecanismos democráticos de participación ciudadana; y Acceso a medios de comunicación dentro del marco de la participación política. El aspecto referente a la seguridad fue abordado ampliamente dentro del ámbito de garantías para el ejercicio de la política, dentro de los enfoques diversos de cada delegación.

El Gobierno de Colombia y las FARC comenzaron a construir los primeros acuerdos sobre la futura participación política de la guerrilla, dijeron el sábado ambas partes, tras concluir una nueva ronda del diálogo de paz que sostienen en Cuba para poner fin a un conflicto interno armado de casi medio siglo, afirmó desde La Habana, Nelson Acosta para la agencia Reuters.
 
Las conversaciones entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de Juan Manuel Santos se iniciaron en noviembre y hasta el momento las partes han logrado un acuerdo parcial en materia agraria, el primero de los temas de una agenda de cinco puntos.
 
El grupo de inspiración marxista y el Gobierno discuten actualmente las garantías para que los líderes y militantes de la insurgencia participen en la política colombiana.
 
"Luego de discutir e intercambiar visiones, posiciones y propuestas (...) sobre participación política, iniciamos la construcción de acuerdos sobre Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general, y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final", dijeron las partes en un comunicado conjunto.
 
El ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno, dijo que se está trabajando en los primeros acuerdos sobre ese tópico, pero destacó que no se trata simplemente de dar garantías.
 
"Discutimos de participación política con las FARC porque esperamos que, a partir de la firma del Acuerdo, dejen sus armas, se desmovilicen y se incorporen a la democracia", destacó De la Calle.
 
"Paso a paso le estamos dando una oportunidad a la paz. Nunca se había llegado tan lejos", afirmó.
 
Según el comunicado, las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla se reanudarán el 19 de agosto y deberán abordar también aspectos como el narcotráfico, la compensación de las víctimas y el fin del conflicto.
 
Las FARC, que lanzaron esta semana un paquete de propuestas para llevarlas a la mesa de diálogo, dijo que las conversaciones han avanzado, pese a tener diferencias con el Gobierno en puntos como la creación de una comisión que investigue las causas del conflicto armado.
 
"Los avances son ostensibles", dijo a periodistas el guerrillero Jesús Santrich.
 
Como parte del paquete de peticiones, el grupo rebelde solicitó esta semana que se le asignen directamente escaños en el Congreso si se firma un acuerdo de paz.
 
La guerrilla también ha insistido en tener un futuro acceso a los órganos legislativos locales y regionales, el financiamiento por parte del Estado de un potencial movimiento político que surja tras las negociaciones y la creación de nuevos medios de comunicación.
 
Las más recientes iniciativas de las FARC, considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, incluyen la reducción del gasto militar y la inversión de esos recursos en viviendas, salud, educación y empleo.
 
El presidente Juan Manuel Santos advirtió esta semana que cuando vea que el diálogo de paz esté siendo infructuoso, lo concluirá para evitar que la guerrilla tome un nuevo aire.
 
Santos, un economista de 61 años, dijo que las negociaciones para poner fin a la confrontación armada que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados, "van bien", pero afirmó que deberían acelerarse.

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