DIAGNÓSTICO DE NELSON CASTRO

Síndrome de Hubris: 14 síntomas para mirar en Cristina

La primera marca visible del padecimiento del "síndrome de Hubris", llamada enfermedad del ego, reza que se nota "una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria". Hay otras 13 características que el lector puede observar, basados en bibliografía reciente. ¿Será Cristina realmente una persona que padece de este síndrome, como afirmó el periodista Nelson Castro anoche en TN?

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - "Es difícil y sobre todo cuando alguien padece como es su caso, el síndrome de Hubris, que es la enfermedad del poder y que usted está padeciendo", disparó anoche el periodista y neurólogo Nelson Castro en la pantalla de TN anoche.
 
Inmediatamente las palabras de la editorial de Castro repercutieron en las redes sociales. Pero, ¿cómo reconocer lo verosímil de las palabras de Castro? ¿Acaso las observaciones de la ciudadanía bastan para diagnosticar a la presidente?
 
Sin temor al error, se puede comprobar que una sociedad que condena la gran mayoría de su población a delegar su poder en la papeleta electoral cada 4 o 5 años, sin casi ningún control efectivo sobre los representantes elegidos podría condenarse a tener dirigentes embusteros y embriagados de sus privilegios. Ejemplos abundan y las excepciones son muy pocas.
 
Dos libros, uno de David Owen y J. Davidson (2009) "Hubris syndrome : an acquires personality disorder? A study of US Presidents and UK Prime Ministers over the last 100 years"; y "In Sickness and in Power" (2008) también de David Owen; profundizan este concepto.
 
Las reglas de “detección del síndrome de Hubris” (visibles en la mayoría de los jefes de Estado actuales, de Berlusconi a Putin) van acompañadas de breves observaciones a conocidos líderes políticos supuestamente emancipadores. Aquí van 14 características basadas en los estudios de Owen:
 
1 Una propensión narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder y buscar la gloria.
 
2 Una predisposición para lanzar acciones que puedan dar al individuo una luz favorable, con el fin de embellecer su imagen.
 
3 Una preocupación desmedida por la imagen y la presentación (Stalin, Mao tse Tung).
 
4 Un modo mesiánico de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
 
5 Una identificación con la nación o una organización hasta el extremo que el individuo valora su punto de vista y sus intereses como idénticos (Lenin, Gandhi).
 
6 Una tendencia a hablar de sí mismo en tercera persona o a usar la forma regia de « nosotros ».
 
7 Una excesiva confianza en su propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de los demás (Lenin 1917-1924).
 
8 Un enfoque personal exagerado, tendente a la omnipotencia, de lo que son capaces de llevar a cabo (Stalin en 1939-1941).
 
9 Una creencia de que antes de rendir cuentas al conjunto de sus colegas o a la opinión pública, la Corte ante la cual deben responder es: la Historia o Dios (Fidel Castro y otros líderes de partidos únicos).
 
10 La idea inquebrantable de que aquella Corte les absolverá (Fidel Castro y muchos otros líderes, como Tito, Enver Hodja, etc.).
 
11 Una pérdida de contacto con la realidad, a menudo vinculada a un aislamiento paulatino (Stalin).
 
12 Agitación, imprudencia e impulsividad.
 
13 Una tendencia a privilegiar su « amplia visión » en detrimento de la entereza moral de un derrotero señalado, de modo a pasar por alto la necesidad de contemplar las posibilidades prácticas, los costos y los resultados (Lenin).
 
14 Una incompetencia « hubrística », cuando las cosas van mal porque demasiada confianza en sí mismo condujo al líder a desatender los peligros y las trampas generados por su propia política (Stalin en 1941, Gorbachev en los 1990).

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