ENTREVISTA EN EL VATICANO

Obama visitó al papa Bergoglio: "It's wonderful to meet you. Thank you so much"

El papa Francisco y Barack Obama se han saludado por primera vez en el Palacio Apostólico del Vaticano poco antes de las 10:30 horas de este jueves 27/03, donde mantuvieron un encuentro privado de media hora. Antes del encuentro, en una entrevista con el diario Corriere della Sera, Obama destacó la autoridad moral y la capacidad de influencia de Jorge Mario Bergoglio. “El Santo Padre ha inspirado a la gente de todo el mundo y también a mí con su esfuerzo por la justicia social y su mensaje de amor y compasión, especialmente por las personas que, entre nosotros, son las más pobres y vulnerables. Él no se limita a proclamar el Evangelio: él lo vive”.

El presidente de USA, Barack Obama, ha mantenido en el Vaticano su 1ra. reunión con el Papa Francisco, una cita con la que se inició su visita oficial a Italia.
 
Obama salió de Villa Taverna, residencia del embajador de USA, donde se alojó la noche del miércoles 26/03, y llegó al Vaticano a las 10:17 hora local en medio de fuertes medidas de seguridad.
 
Obama ha llegado al Vaticano sin su mujer, ni sus hijas escoltado por un extenso dispositivo de seguridad, formado por 26 coches blindados y 8 motocicletas.
 
El Presidente estadounidense entró en el pequeño Estado a través del Arco de las Campanas, tras atravesar la plaza de San Pedro, y llegó en coche hasta el patio de San Dámaso, donde recibió los honores de un piquete de la Guardia Suiza y fue recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, quien le acompañó hasta la Sala del Tronetto, donde le esperaba Francisco.
 
"It's wonderful to meet you. Thank you so much" (Es maravilloso conocerle. Muchas gracias)", dijo Obama, mientras que el Papa se limitó a decir "Gracias", en la Sala del Tronetto, anexa a la Biblioteca Privada, donde se reunieron después.
 
El ruido de los flashes de los fotógrafos que cubrían el acto impidió oír las presentaciones entre ambos, pero se observó a un presidente Obama emocionado y sonriente, mientras que el Papa guardaba un semblante más serio.
 
Ambos posaron unos instantes ante los fotógrafos y después pasaron a la Biblioteca privada, donde se sentaron uno frente al otro delante de un escritorio y el Papa le dijo en inglés: "Bienvenido, señor Presidente".
 
Tras algunos minutos de conversación informal entre ambos, los fotógrafos, cámaras de televisión y periodistas abandonaron la sala y comenzó el coloquio privado, con la ayuda de intérpretes.
 
 
La última vez que fue al Vaticano, en julio de 2009, Barack Obama recibió como regalo de Papa Raztinger una copia de la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la bioética titulada “Dignitas personae”. Como para subrayar, más allá de las sonrisas y las cortesías diplomáticas, las posturas tan distantes entre el inquilino democrático de la Casa Blanca y la Iglesia católica en cuanto al aborto, la contracepción y las objeciones de consciencia. Temas que crearon una tensión sin precedentes entre el episcopado estadounidense y el primer presidente de los Estados Unidos de origen afroamericano.
 
La audiencia de esta mañana se llevará a cabo en un contexto diferente. Obama necesita nuevas alianzas con el Vaticano en vista de las próximas elecciones de “mid-term”, debe remendar lo mejor posible la fractura con los católicos de su país y, sobre todo, subrayar las convergencias que existen con la perspectiva de Francisco sobre la pobreza, la justicia social, la inmigración. Frente al aumento de la popularidad del Papa argentino entre los ciudadanos estadounidenses, en su tradicional discurso sobre la política (de diciembre del año pasado), Obama quiso incluir una cita de Francisco, diciéndose sorprendido por estas palabras: «Si un indigente muere de frío no es noticia, mientras cuando la Bolsa pierde dos puntos es muna tragedia».
 
No hay duda de que en la agenda del encuentro de hoy habrá diferentes puntos en común, no solo en el compromiso para reducir las desigualdades sociales, sino también sobre la reforma de las leyes de inmigración, uno de los aspectos más espinosos del segundo mandato de Obama, y que es tan importante para la Iglesia y para esos cuantos millones de “latinos” (casi todos católicos) que esperan regularizar su situación.
 
En cuanto a la geopolítica, un punto importante será justamente el Medio Oriente, a poco tiempo de la visita de Papa Francisco a la Tierra Santa, así como las cuestiones delicadas relacionadas con los vientos de guerra que se sienten en Ucrania y el conflicto sin fin de Siria (en este segundo escenario los puntos de vista del Vaticano y de los Estados Unidos no coinciden al 100 por ciento). Sin olvidar la defensa de las minorías crisitanas amenazadas o el delicado “dossier China”, crucial tanto para el obispo de Roma como para la Casa Blanca.
 
Es probable que se impongan, sobre todo en los comunicados oficiales, las cuestiones sobre las que hay una mayor sintonía. Por lo demás, las preocupaciones sobre algunas de las consecuencias de la reforma sanitaria de Obama (aborto y contracepción) ya habían sido expresadas por el Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, al Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en enero.
 
Es, de cualquier manera, difícil imaginar que, más allá de la cordialidad, se puedan reforzar “santas alianzas” como la que hubo entre Regan y Juan Pablo II, en clave anticomunista, o la que hubo entre Bush y Benedicto XVI, sobre temas éticos. El primer Papa latinoamericano de la historia ve con menor sujeción al líder del “mundo libre” que proviene del mismo continente.

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