HORACIO VERBITSKY AL ATAQUE

Y el kirchnerismo sigue sangrando... (Massa, el enemigo)

Sergio Massa no fue ni es el rival elegido por Cristina Fernández de Kirchner en su plan B (regresar en 2019). El elegido era Mauricio Macri, porque era un plan que tenía Néstor Kirchner, a quien interesaba Macri porque le facilitaba su obsoleta concepción de la política (izquierda vs. derecha, error que, sin embargo, inició la obsesión de Macri por correrse de la derecha al centro). Pero así como Cristina creyó en 2013 que el subestimado Massa no competiría por una banca para diputado nacional y menos por fuera del PJ, luego del doble triunfo del por entonces flamante Frente Renovador, comenzó la persecución de Massa, 'colado' en el diseño que tenía el kirchnerismo. Desde que Massa hizo encallar el anteproyecto de reforma del Código Penal, el kirchnerismo no peronista (o sea el cristinismo), lo declaró enemigo público N°1. Vocero de esa corriente, Horacio Verbitsky, a través del diario que pagan los contribuyentes, Página/12, le dedica párrafos que puedan herir a Massa.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Horacio Verbitsky pretende hacer 'percha' a Sergio Massa pero hay 2 cuestiones a tener en cuenta:
 
> Verbitsky quiso destruir a Jorge Omar Bergoglio, cardenal que llegó a Papa del mundo católico, apostólico y romano.
 
> Verbitsky tiene predicamento en un electorado que no vota por Massa pero que es cada vez más reducido. ¿Quiénes leen Página/12? Una porción de los militantes del kirchnerismo. Y los argumentos de Verbitsky acerca de la inseguridad son totalmente diferentes a los del ciudadano estándar. Que el enorme ego de Verbitsky le impida comprenderlo, termina beneficiando a Massa.
 
De todos modos, para comprender en qué anda el mundo K, es interesante conocer el intento de Verbitsky por sabotear el resultado del viaje de Massa a USA.
 
Es cierto que Verbitsky concretó relaciones importantes entre sectores de opinión pública estadounidense vinculada al ala más 'liberal' (el concepto de liberal en USA es diferente a la Argentina) de esa sociedad. Pero no necesariamente una discrepancia en un comunicado de prensa pueda modificar la percepción de la sociedad que lidera las decisiones estratégicas estadounidenses o del Departamento de Estado, por más que la persona que disentió con la oficina de prensa de Massa sea decano de la Facultad de Derecho de la American University de Washington (el docente Claudio Grossman, integrante del ranking de más influyentes en la educación jurídica que elabora The National Jurist de USA). Lo que para Verbitsky es trascendental, termina siendo una anécdota. Pero para comprenderlo, es mejor reproducirlo.
 
 
(...) Como corresponde (N. de la R.: Massa), en cada escala advirtió que era inmoral hablar de candidaturas, que sólo había una agenda que cumplir. En privado admitió que pensaba vencer sin necesidad de segunda vuelta, porque cree que la primera serán las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Esta proyección mecánica de lo ocurrido en 2011 revela una escasa comprensión del actual cuadro político. 
 
Entonces, el oficialismo tenía una sola candidatura, la de CFK. En 2015 todo sugiere que presentará entre dos y cinco. Quien obtenga la nominación podrá sumar en la elección general buena parte de los votos de sus rivales en las Primarias. 
 
Al contrario de la jactancia de Massa, hay una alta probabilidad de que la de 2015 sea la primera elección presidencial que se resuelva en segunda vuelta. 
 
Acompañado por el ex embajador duhaldista en Estados Unidos, Eduardo Amadeo, por el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, por el diputado Adrián Pérez y por el ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Santiago Cantón, Massa habló con hombres de negocios, banqueros, fondos de inversión, diplomáticos, think tanks, políticos y funcionarios de relaciones exteriores y de economía, incluyendo el Tea Party, las organizaciones judías de Estados Unidos, el Inter-American Dialogue, la Sociedad de las Américas y el Secretario General de la OEA, José Miguel Inzulsa. 
 
En cada lugar dijo lo que sus interlocutores querían oír: habló de relaciones maduras, de combatir la inflación, mejorar la seguridad, cooperar con Estados Unidos en temas nucleares y de lucha contra el terrorismo, garantizar la independencia de la Justicia y presionar a Venezuela para que cumpla con la Carta Democrática de la OEA, a la que exaltó como el principal foro político regional. 
 
Sólo tuvo un traspié en su exitosa gira de instalación presidencial. Fue en la reunión que mantuvo el simbólico 24 de marzo con el ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Claudio Grossman, decano de la Facultad de Derecho de la American University, donde dicta una cátedra de Derecho Internacional y Humanitario. 
 
Nacido en Chile, Grossman conoce bien la Argentina. Durante cuatro años fue observador de la CIDH en el juicio por el atentado a la AMIA. Su informe final ratificó las conclusiones del tribunal oral sobre las conductas ilegítimas y los posibles actos criminales de los jueces Juan José Galeano y Claudio Bonadio, y apoyó el pedido de juicio político contra Bonadio, presentado por el representante del Ministerio de Justicia Alejandro Rúa. 
[ pagebreak ]
 
Massa le explicó sus posiciones sobre política criminal, sus propuestas de mano dura y su oposición a la reforma del Código Penal. 
 
Grossman, quien también fue presidente del Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas y miembro de la Comisión para el Control de Archivos de la Interpol, escuchó con paciencia y replicó con alusiones a la vigencia de los derechos humanos, el Estado de Derecho y la sujeción a la ley. 
 
De ahí su sorpresa cuando el equipo de prensa que también acompañó a Massa difundió en un sitio de Internet que luego de escucharlo Grossman dijo: “Estábamos muy interesados por escuchar los programas de seguridad implementados por Massa, porque consideramos que su cosmovisión representa el respeto por la ley, por los derechos humanos y por el estado de derecho en la lucha contra la inseguridad”. 
 
Muy molesto, Grossman amenazó con una desmentida pública. Cantón, quien trabajó con él en la CIDH, y actualmente es director ejecutivo del Centro Robert Kennedy por la Justicia y los Derechos Humanos, en el que Grossman integra el jurado que otorga un premio anual, se disculpó y el inexistente elogio de Grossman fue levantado de la página, que mantuvo la información sobre el encuentro pero sin las alabanzas imaginarias. 
 
Ante una consulta para esta nota, Grossman escribió que “con posterioridad a la reunión se me atribuyó una cita que no reflejaba correctamente el contenido de lo expresado”. Por eso, “solicité que se retirara de la página web donde dicha cita se había incluido. Se me informo que mi solicitud se cumplió inmediatamente”. 
 
Con la filosa ironía que lo caracteriza, agregó que apreciaba que Massa quisiera “informarse sobre los últimos avances en políticas públicas con una perspectiva en derechos humanos para afianzar el estado de derecho”. El tiempo dirá si aprendió algo en ese curso relámpago que le dio el Decano Grossman. (...)".

Dejá tu comentario