ESCENARIO MUY COMPLICADO

Incendios terribles precisan del ciberbombero

Los incendios forestales podrían convertir el bosque lluvioso de la selva amazónica en un desierto, más que todo, debido a que la actividad humana y el cambio climático están amenazando a los 'pulmones del planeta', advierte un estudio científico. A su vez, desde la tecnología se trabaja para dotar a los bomberos de mayor tecnología para las situaciones de crisis: hologramas láser, drones y máscaras biónicas son parte de los sistemas actualmente disponibles y en desarrollo para mejorar las condiciones de los bomberos en situaciones peligrosas.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Un ejemplo de la situación: sólo en Honduras, en lo que va del año más de 20.000 hectáreas de bosque han resultado arrasadas por incendios forestales. De acuerdo al informe oficial del Instituto de Conservación Forestal (ICF), fueron ya 230 incendios forestales, afectando 20.479,53 hectáreas de bosque.
 
En tanto, de acuerdo a las proyecciones hechas sobre la temperatura, la mexicana Comisión Nacional Forestal (Conafor) espera un aumento en los incendios forestales (más del 90% de los incendios que se registran son provocados por los seres humanos). Y en lugares ricos en biodiversidad como Jalisco -8 millones de hectáreas de superficie forestal-, ya hay operaciones de prevención.
 
Pero, en tanto, otros lugares del planeta, más estratégicos, siguen ardiendo  a diario.
 
Según las investigaciones realizadas por miembros del Woods Hole Reserch Center de Massachusetts (USA), las sequías prolongadas causan incendios forestales más intensos y generalizados, que consumen más bosques de lo que se imaginaba, en regiones estratégicas como la Amazonía. 
 
Aunque los incendios siempre han ocurrido en la Amazonía, en gran parte han sido controlados por la humedad natural de la región. Sin embargo, la desecación del bosque lluvioso amenaza con quemar la selva y convertirla en un desierto estéril, exhorta el estudio publicado en la revista científica 'PNAS'.
 
En la investigación, el equipo quemó durante un periodo de 8 años repetidamente parcelas de bosque de 50 hectáreas en el sudeste de la Amazonía para observar cómo la frecuencia del fuego y las condiciones del clima afectan a la muerte de los árboles. La sorpresa, según los autores, fue "la importancia de la sequía".
 
El bosque no se quemó tanto en el periodo de años analizados, pero se quemó mucho en los años de sequía. "Se espera que el cambio climático haga que las épocas de lluvias más intensas sean más cortas y las estaciones secas más largas, con sequías más frecuentes, como las observadas en este estudio", detallaron.
 
Grandes porciones de bosques amazónicos ya están experimentando sequías y son cada vez más susceptibles al fuego. "El desarrollo agrícola ha creado fragmentos de bosque más pequeños, lo que expone los límites del bosque a condiciones calurosas más secas en el paisaje circundante y los hace vulnerables a los incendios incontrolados", afirmaron los investigadores, quienes alertan de que estos bosques fragmentados son más propensos a estar invadidos por hierbas inflamables, lo que aumenta aún más la probabilidad e intensidad de los incendios en el futuro.
 
"Este estudio muestra que los incendios ya están degradando grandes extensiones de bosques en el sur de la Amazonía y destaca la necesidad de incluir las interacciones entre los fenómenos meteorológicos extremos y el fuego al intentar predecir el futuro de los bosques amazónicos en virtud del cambio climático".
 
Tecnología
 
¿Es posible impedirlo? Por supuesto que hay que trabajar mucho más en la prevención.
 
También en la lucha contra los incendios, que debe ser más sofisticada. Por ejemplo, durante los acontecimientos ocurridos en Valparaíso (Chile) plantearon un debate sobre tecnología que en otras regiones del mundo se incorpora para enfrentar estas situaciones de crisis.
 
Además de los sistemas de vigilancia espacial de la NASA o el uso de helicópteros y aviones para lanzar agua desde altura, en la actualidad varias empresas están enfocadas en mejorar las condiciones de los bomberos y el porcentaje de éxito en el rescate de víctimas. 
 
 
> Máscaras biónicas
 
En 2012 la empresa Tanagram Partners presentó la nueva generación de cascos para bomberos: un sistema que utiliza la realidad aumentada para mostrar al usuario la temperatura, consumo de aire, tiempo de oxígeno restante, signos vitales, batería de la radio, rutas de escape y la ubicación de los otros miembros del equipo, en una estructura que tensdrá un costo inicial de 5 mil dólares la unidad (cerca de 2,7 millones de pesos) pero que bien vale la pena para salvar vidas. Por ahora la tecnología está en espera de los permisos y pruebas necesarias.
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> Hologramas infrarrojos digitales
 
El pasado 27 de febrero el Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR) del Instituto Nacional de la Óptica en Italia presentó un sistema de láseres infrarrojos y hologramas con la capacidad de penetrar sin problemas el fuego y humo, reflejando objetos y personas para crear modelos en 3D de una habitación en llamas. De acuerdo a los expertos, se espera mejorar el aparato con un medidor de actividad cardíaca y respiración de la víctima y podría ser lanzado a fines de este año. 
 
> Drones
 
Hace 50 años, un incendio forestal podría ser fotografiado y las borrosas imágenes eran enviadas a los bomberos en tierra dentro de un tubo. Hoy, la tecnología usada en los drones también puede ayudar en estas situaciones. En el National Oceanic and Atmospheric Administration (Noaa) de Estados Unidos ya están utilizando 60 de ellos para visualizar áreas de difícil acceso a los bomberos. La idea es que sobrevuelen el lugar a baja altura para analizar las condiciones del viento, observar los sitios de más congestión o los potenciales lugares de riesgo, entregando la información en tiempo real a tierra, donde se podrá ver la situación a través de una cámara térmica en una aplicación diseñada para una tableta. La solución es más económica que las imágenes satelitales, donde a lo mucho se pueden sacar dos o tres fotografías diarias y los datos no pueden ser enviados a los especialistas en zonas rurales sin internet. Cada dron tiene una autonomía de ocho horas y tiene un costo de 2 mil dólares.
 
> Google Glass
 
Hace dos meses, Google publicó en su blog la historia de Patrick Jackson, un bombero y desarrollador de software de Carolina del Norte que se inscribió en un programa de la compañía buscando ideas para sus lentes de realidad aumentada Google Glass. Esto dio como resultado dos aplicaciones: Una envía las llamadas de emergencia al dispositivo, mostrando la dirección donde debe acudir, la situación del incendio e indicaciones sobre la cercanía de algún grifo; y la otra muestra un plano esquemático de un edificio en llamas, facilitando la labor a los bomberos incluso antes que lleguen al lugar. El sistema ya está en las pruebas y simulacros correspondientes.
 
> Antonov An-32P Firekiller
 
Durante los últimos días hemos visto fotografías del Antonov An-32P, un avión multiuso de transporte táctico perteneciente al ejército de Ucrania, fabricado originalmente en 1976 y popularizado ampliamente en las redes sociales. Entre sus características, cuenta con excelente rendimiento en ambientes tropicales, climas calurosos, de gran altitud, puede ser modificado dependiendo de las necesidades de su uso (existen 10 versiones), alcanza los 540 Km/h y es capaz de soportar hasta 27 toneladas de peso. El modelo Firekiller incluye dos tanques externos con los que es capaz de soltar 8 toneladas de agua a una altura de 40 metros desde el suelo y a una velocidad de 240 Km/h. En el mundo hay un total de 240 aviones operativos y su costo alcanzaba en el año 2000 entre 6 y 9 millones de dólares.
 
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