PARANA (Especial para Urgente24). Hace apenas dos años, mediante conexión de video conferencia, la presidente Cristina Fernández y el gobernador Sergio Urribarri ponían en funcionamiento el frigorífico Procesadora Ganadera Entrerriana S.A. (Ex Swift) en la localidad de San José, conformada con un 85% de capital estatal provincial y 15% privado, gracias a un millonario crédito del Bicentenario. De esta forma se daba por terminado con dos años de parate desde que había sido cerrada por sus dueños anteriores: la brasileña JBS.
DESPUES DEL ESCANDALO DE LAS COSECHADORAS
Urribarri visita a Stiglitz pero se le caen otras 2 empresas estatizadas
Sergio Urribarri en USA dialogando con el premio Nobel K, Joseph Stiglitz, cuando empresas que fueron estatizadas y administradas por su gobierno están al borde de la quiebra.
22 de abril de 2014 - 23:11
Al frente del directorio de la nueva empresa y para administrar ese crédito millonario, quedó designado el actual ministro de la producción de Entre Ríos, Roberto Schunk, casualmente el mismo que propició los créditos para la empresa que iba a construir las famosas cosechadoras y que todos ya saben en que terminó. Hoy el frigorífico nuevamente fundido por los desmanejos de los nuevos administradores estatales, está a la espera de un comprador que permita seguir con la operatoria, mientras los trabajadores están nuevamente a la deriva.
Un poco antes de lo del frigorífico de San José, en diciembre de 2010, el gobierno de Urribarri se hizo cargo de la empresa Láctea Cooperativa Tambera de Paraná (COTAPA), para lo que se dispuso inicialmente una inversión de otros diez millones de pesos y fue nuevamente el actual ministro de la producción el mayor impulsor de esa estatización.
Cuatro años después COTAPA se encuentra al borde de la quiebra y sus trabajadores en retención de servicios por falta de pago de los salarios “Nos deben tres meses, más los cheques del aguinaldo, la situación ya no da para más”, señalaron a la vez que explicaron que respecto a una supuesta venta “la información que tenemos del Gobierno es que está vendida, pero nosotros no sabemos nada. Estamos en el aire y esto está repercutiendo en nuestras familias”.
El secretario general del gremio de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), delegación Paraná, Mario MIldenberger, sostuvo que “He mantenido reuniones con los responsables actuales de la empresa, pero sus explicaciones son poco claras”, al tiempo que manifestó “El lunes 21/04 hicimos una denuncia por vaciamiento de la empresa, porque esto está provocado desde noviembre”. Esta denuncia tiene una significación muy fuerte ya que el supuesto vaciamiento se está produciendo en una empresa del estado lo que constituiría un delito muy grave.
Gran parte de la sociedad entrerriana no entiende que ante la gravedad de las denuncias que se hacen sobre los desmanejos y el vaciamiento de estas empresas estatizadas por el gobierno de Urribarri, no haya ningún fiscal que actúe de oficio, como lo hacen cuando deben defender al gobernador, para investigar que está sucediendo con las mismas y fundamentalmente para saber qué destino se les están dando realmente a los fondos del erario público que se dicen consignar para la “reactivación” de estas empresas. Hasta ahora los únicos beneficiados parecerían ser todos aquellos que han sido designados por el gobierno para integrar los directorios y los amigos del ministro de la producción Roberto Schunk, quien con la complacencia de Urribarri ha destinado millones de pesos sin ningún control.
En tanto, y como una burla grotesca del destino, el gobernador de Entre Ríos, cumpliendo con una orden de la presidente Cristina Fernández, visitó en Nueva York al premio Nobel de Economía, Joseph Stglitz: “Le dije que quería ser presidente de la Argentina, y que por eso me parecía crucial que los grandes referentes mundiales de las ideas progresistas en economía formulen una base realista sobre la cual comenzar a actuar desde los gobiernos, para garantizar un desarrollo equilibrado entre el capital, sus negocios y las personas y las regiones. Tener esa base es esencial para no fracasar en el mediano plazo”, cuenta Urribarri que le manifestó al economista.
Seguramente nada le dijo acerca de lo que pasa realmente en su provincia, donde indudablemente Urribarri nunca pensó en eso de “Tener esa base esencial para no fracasar en el mediano plazo”. Por eso su gobierno, por más que el relato diga lo contrario, es un verdadero fracaso que le costará muy caro revertir a los entrerrianos.