LA DROGA EN SANTA FE

Con o sin Gendarmería, el delito no cesa en Rosario

La diputada provincial Alejandra Vucasovich, presidenta del Bloque Federal, dijo descreer de las estadísticas sobre la reducción del delito en la provincia y sostuvo que “los muertos están, seguimos con la triste estadística de 1 muerto por día en los primeros 10 días estando Gendarmería acá”. Definición del autor: "La droga en Santa Fe tiene destino impredecible. No se sabe cómo actuar ante un hecho indisimulable: la droga está con nosotros y no se irá."

N. de la R.:
 
> Ya son 150 los menores de edad procesados tras ser capturados en búnkers en Rosario, desde 2011, todos de entre 16 y 18 años. Jurídicamente niños, son el extremo más vulnerable de la cadena de venta de estupefacientes. La defensora pública de Menores Ad Hoc ante los Tribunales Federales de Rosario, María Fernanda Tugnoli, afirma que el procesamiento verifica un fracaso global de la política criminal: el 'perejil' paga por el verdadero mafioso.
 
> La legisladora provincial Alejandra Vucasovich, presidenta del Bloque Federal, dijo que “según los datos proporcionados por el Ministerio de Seguridad, a poco más de 15 días del desembarco de las fuerzas federales en Rosario, los delitos se redujeron más de un 50%, pero nos parece muy extraño enterarnos de estas cifras. Los muertos están, seguimos con la triste estadística de 1 muerto por día en los primeros 10 días, estando Gendarmería acá”.
 
> 2 jóvenes fueron heridos de bala en la zona sur de Rosario en hechos confusos: un muchacho de 21 años, identificado como Ezequiel O., ingresó a las 18:00 del domingo 17/04 al hospital Roque Sáenz Peña con 5 impactos de bala. Dijo que había sufrido las heridas durante un incidente en una fiesta en un domicilio en el que no hubo ninguna fiesta. A las 3:00 del lunes 28/04, Nicolás M., de 18 años, fue trasladado al Roque Sáenz Peña con 2 impactos de bala en la pierna izquierda y uno en la derecha.
 
 
por RAÚL ACOSTA
 
SANTA FE DE LA VERA CRUZ (El Litoral). Deseo transcribir, textual, una respuesta que recibí en un reportaje radial; es ésta: “Básicamente, la lucha contra el narcotráfico tiene que ver con una decisión política. Hoy por hoy, el narco que tenemos no lo vamos a poder sacar. Eso sería engañar, una utopía si se la quiere llamar así. Lo que hay que hacer es contener al narco que se tiene, hay que convivir con ese narco, pactar con ese narco -pactar entre comillas- para que no siga proliferando...”.
 
La respuesta, tan cruda como inatajable, es de la socióloga Laura Etcharren. Su libro sobre “las Maras”, esa suerte de combo de barra brava, pandilla asesina y ligazón con narcos, más presencia en territorios definidos, más juramentos de secta ciega y feroz, apareció en 2009. Aún hoy muchos actores políticos no saben de qué se trata. No sabemos.
 
La presencia de los Monos, triunfadores sobre los Garonpas en territorio de la ciudad de Rosario califica. Son bandas locales, no es un narco importado, es un territorio, una venta, un negocio, una clandestinidad que se vuelve paseo impune. Todos vemos, parece que sabemos, pero no entendemos. Nunca tan claro que el conocimiento no es posible sin estudio.
 
Asusta recordar declaraciones de altísimos funcionarios oficiales: “Ajuste de cuentas de bandidos”. Espantan declaraciones de opositores: “El socialismo debería ocuparse de lo que pasa...”. Unos, aún hoy, no entienden de dónde viene y adónde va la sociedad por la que caminan. Otros creen que están en la tribuna y pueden comentar el partido, en rigor batallas de una guerra que vamos perdiendo todos. Ambas miradas pertenecen a un pasado de ignorancia sobre el asunto. El asunto es la droga en Santa Fe. Que no llegó ayer.
 
Una espantosa lógica de Moebius nos lleva al mismo lugar. “Deben ocuparse las autoridades. Las autoridades locales son impotentes. Las autoridades locales no tiene jurisdicción. Las autoridades nacionales son escasas. Pocos jueces. Ahora vienen fuerzas de ocupación. Nos quedaremos el tiempo que sea necesario. No se sabe cuál es el tiempo necesario. Venimos ante una situación de emergencia. Nos llamaron. Necesitamos esas fuerzas en otros sitios. Pronto delegaremos la responsabilidad en las fuerzas locales. Sólo fuerzas especiales pueden manejar este tema. El poder judicial es necesario con jueces que tengan toda la competencia. Los jueces locales arruinan los procedimientos federales. El Ejército no puede hacerse cargo. Gendarmería debería estar en la frontera. Esto es una guerra de la sociedad contra los narcos...”.
 
Hay ex funcionarios, hoy muy enojados porque no les dieron cargos en la Justicia, que se ocupan de atacar la actual política de policía y de justicia de quienes fueron sus jefes hasta hace poco tiempo. Ni siquiera es traición, es egoísmo de pavo real que no entiende que, en el Titanic, todos viajan en el mismo barco rumbo al mismo iceberg.
 
Los actores políticos deben hacerse cargo, junto con la sociedad (a la que representaron muy mal), lo que hace años que en el mundo se sabe. Tráfico de armas, trata de personas (mujeres y niños, con el apéndice terrible: pederastia) y venta de drogas. Son negocios empresariales mundiales. Nunca los combatieron bien, sólo con discursos de tribuna jactanciosa, con hábeas corpus y su elongación, hábeas data, con tres padrenuestros y un Ave María. Vamos: nunca los combatieron.
 
Jorge Obeid decía que (N. de la R.: Roberto Rossúa, su ministro de Gobierno) era Maradona. Más allá de la broma sobre las virtudes sociales de Maradona, lo cierto es que el veterano ministro nunca miró el siglo XXI por una razón: vive aquí pero no le pertenece. Cuando hubo una matanza en la cárcel de Coronda era simplemente eso: una matanza. Reutemann no mencionó a la droga jamás. Aun hoy no sabe de qué se trata. Binner lo trató de costado. Los jefes policiales denunciados, encarcelados, tenían fojas de servicios intachables. Algunos están ricos, gordos y corruptos. En qué escalafón subieron de flacos a ricachones corruptos. La policía entreverada con las mafias crece desde el pie. Algunas vez fueron agentes de policía con jefes de vista gorda e investigadores internos más ciegos o más cómplices. Superti no mencionó esta continuidad jurídica cuando ganó la licitación.
 
El tratamiento multipropósito comienza cuando se reconoce que hace falta eso: un tratamiento, porque todos estamos enfermitos. Honestidad, vigilancia. Justicia. Transparencia. Okey. Educación sistemática y contención social. Desarrollo cultural. Trabajo. Planes.
 
Hay dos miradas ausentes. Lo que pasa en Rosario pasa en toda la provincia, en toda Santa Fe. Nadie mira a los costados. Lo que pasa en Rosario se inscribe en un problema nacional que la nación no trata. Cristina y sus jóvenes turcos, los Camporitas, creen que es un invento de Clarín. Nadie mira hacia delante. Roberto Arlt decía que no se podía curar la TBC con inyecciones de agua destilada. Nada cambió desde 1930. Hoy, quieren pelear contra la narcosociedad con fotos en los diarios.

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