CRUCES DE LLAMADAS COMPLICAN A LA ADMINISTRACIÓN URRIBARRI

A propósito de los narcos en el poder: El narcochofer es un problema

Empiezan a conocerse más datos sobre el tema del narco chofer del gobernador hiperkirchnerista Sergio Urribarri, y la tropa de colaboradores ya se siente muy nerviosa por los resultados que podrían derivar de las escuchas telefónicas. Incluso parece que el chofer aceptaría la figura del arrepentido y estaría dispuesto en dar a conocer detalles de la trama. Los dichos de un senador provincial se tornan una realidad.

PARANÁ (Especial para Urgente24). En su apuro por tratar de desmarcarse lo más rápido posible de la situación que involucró a su propio chofer, que fue detenido transportando 20 kilos de cocaína, el gobernador Sergio Urribarri, recibió hace unos días al sacerdote católico en uso de licencia, Juan Carlos Molina, titular del Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico), para anunciar (y nada más como siempre), la apertura de 8 centros de atención a la drogadicción y, además, él hizo aprobar sobre tablas una ley provincial para actuar contra el narco-menudeo. 
 
Pero, a pesar de ello, las connotaciones acerca de lo sucedido con su chofer ya empiezan a poner muy nerviosos a muchos en el gobierno entrerriano.
 
La revista Análisis, de ésta capital provincial, aportó nuevos datos acerca de Marcelo Alejandro Acosta, el chofer de la secretaría privada de la gobernación, detenido en Rosario (Santa Fe), con 20 kilogramos de cocaína de máxima pureza. El hecho sucedió en mayo y fue celosamente ocultado hasta que tomara estado público, 2 semanas atrás. La revista Análisis revela que el narco chofer, detenido en Ezeiza, declararía como "arrepentido", decisión que habría generado especial preocupación en el oficialismo.
 
Algunas de las cuestiones que develó la publicación demostrarían las relaciones de Acosta con otros narcos muy conocidos en Paraná, y de estos con funcionarios del actual Ejecutivo provincial. Según la revista, las relaciones de Acosta con el narco Gonzalo Caudana están prácticamente demostradas pero también hay escuchas telefónicas a otro narco, Petaco Barrientos, audio en el que aparecen diálogos con un allegado a Urribarri. El gobernador siempre se movió con 4 choferes de confianza. Uno de ellos era Acosta, quien incluso, en Paraná, era quien siempre lo llevaba a la kinesiología para ser asistido por un problema muscular que aqueja al mandatario.
 
Otro de sus choferes, hijo también de otro experimentado conductor oficial, prácticamente desapareció de escena y no se lo ve más por Casa de Gobierno desde la detención de Acosta en la autopista Santa Fe-Rosario. Al parecer él ha pedido un interminable “parte de enfermo”. Hay quienes sostienen en ámbitos oficiales que él quedó muy “golpeado” por la situación de su amigo.  
 
La investigación periodística reveló también que Acosta habría manifestado, a quienes lo visitaron, que había que “sacarlo lo antes posible de la cárcel porque de lo contrario cantaba algunas cosas del poder”.
 
Al narcochofer Acosta le secuestraron, además de la cocaína, 2 dispositivos de comunicación móvil (1 Motorola, de Nextel; y 1 Blackberry, de Telecom Personal, cuyos cruces de llamadas de los últimos meses se están procesando y depararían sorprendentes novedades). 
 
En una de las escuchas, uno de los narcos dijo: “Tengo que ir a a Nogoyá, que hay un camión de harina y debo traerlo”. En la jerga del narcotráfico se entiende que harina es cocaína. Pero allí quedó claro que no solamente hay relación con gente de Paraná, sino también con Nogoyá. En otra escucha, a la que tuvo acceso Análisis, otro narco rosarino dio cuenta de que había estado “de vacaciones por Entre Ríos”.
 
“El principal temor son los diálogos de Acosta con algunos hombres del gobierno entrerriano”, acotó una fuente del oficialismo, que podría revelar determinados contactos con empleados estatales o hasta funcionarios de 2da. o 3ra. línea, en función del negocio del narcotráfico. En estos días, las versiones sobre tal aspecto iban y venían en los pasillos de la Casa Gris, como así también en ámbitos de los tribunales paranaenses tanto en el edificio de calle Laprida, como en la casona judicial de calle 25 de Mayo. 
 
La revista cuenta también que un alto funcionario judicial reconoció que en las escuchas telefónicas que la División Homicidios de la Policía de Entre Ríos le hizo a Gustavo “Petaco” Barrientos, antes y después del doble crimen que él cometiera en noviembre de 2012, aparecieron varios diálogos del narcotraficante con un hombre muy cercano al gobernador Sergio Urribarri, que se mantuvo bajo absoluta reserva, al considerarse que no tenía que ver directamente con los hechos denunciados. Barrientos, tal como se sabe, era uno de los jefes de la barrabrava del club Patronato, además de ser considerado uno de los jefes del narcotráfico en Paraná.
 
Otro ejemplo de ocultamiento: en una dependencia oficial de Casa de Gobierno, en forma confidencial, hicieron funcionar una especie de mesa de dinero con gente de Paraná ligada a la política, que llegó a reunir sumas millonarias durante 2013, y en la que, según el rumor, se vendían dólares por debajo del valor del blue, cuando la brecha cambiaria alcanzaba un 60%. ¿Cuál era el origen de esos billetes estadounidenses? Esa persona que manejaría el negocio, cuyas iniciales son S.R., tenía directa vinculación con allegados al gobernador y, desde principios de 2014, no aparece más por la citada oficina pública. Incluso, él habría sufrido un atentado incendiario en su domicilio, al parecer como vendetta a alguna cuestión pendiente.
 
También se comenta que los viajes de los choferes de Urribarri a Punta del Este (Maldonado, Uruguay), estarían relacionados con esto último, y casi siempre habrían finalizado en una conocida torre denominada “Van Gogh”, en la que casualmente algunos funcionarios del actual gobierno tendrían viviendas de propiedad horizontal. 
 
Hace apenas 2 días el senador por Concordia, Enrique Cresto, señaló que Entre Ríos es “un paraíso” en materia de drogas “comparado con Córdoba o Rosario”, explicó. Pero no aclaró en qué sentido, aunque conociendo todo lo descripto, quizás no sea demasiado necesario hacerlo.

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