“LA ROSADA” EN LA MIRA

Combinación letal: Corrupción y narcotráfico

Que los fondos buitre, el precio del dólar, la recesión, la inflación, el desempleo y la inseguridad no impidan ver que la Presidencia de la Nación tiene en su propio seno dos de los exponentes máximos de la inmoralidad que ha provocado parte de la decadencia que hoy sufre el país. La corrupción y el narcotráfico, dos flagelos enormes que atormentan al poder y condenan a los argentinos. Ambos avanzan, aunque la justicia sea lenta y el poder que esta enfrenta sea gigante. Oportuno recordar, antes de comenzar la nota: la jueza federal María Servini de Cubría le pidió al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que detalle qué funcionarios o empleados de la Casa Rosada utilizaban una docena de teléfonos investigados por el tráfico de efedrina. La investigación se reactivó con la declaración de Lucas Paradelo, un abogado de Río Gallegos que involucró de manera directa a Máximo Rito Zacarías, el mayor de los hermanos, en las gestiones para importar 1.000 kilos de efedrina. Empleados del juzgado de Servini se presentaron en la Sedronar y en el Registro de Precursores Químicos con una orden de presentación. También allanaron la Asociación de Industriales y Comerciantes de Artículos de Caza y Pesca (AICACYP), el ente cooperador que administraba los fondos del RENPRE. Y amenazaron con ir por la Casa Rosada.

por JORGE HÉCTOR SANTOS
Twitter: @santosjorgeh
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Que el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, entre otras causas; se encuentre:
 
· Procesado por corrupción, en el caso que se conoce como “Caso Ciccone”  desde el 27 de junio de 2014, por cohecho y negociaciones incompatibles con su condición de funcionario público donde, de acuerdo a la Justicia, Boudou aceptó como soborno el 70% de las acciones de la imprenta Ciccone (que cuenta con tecnología para imprimir papel moneda) para hacer negocios para sí, y se interesó en los trámites para levantar su quiebra.
 
· Procesado, por haberse otorgado y pagado el 75% de un préstamo a la empresa encargada de construir 484 viviendas y 2 escuelas -que nunca se construyeron- cuando Boudou era Secretario de Hacienda y Finanzas  del Municipio de la Costa (2003-2006).
 
· Procesado por falsificar los documentos del departamento y el auto que compró cuando estaba casado para no darle la parte que le corresponde a su ex esposa luego del divorcio.
 
· Investigado en una causa por presunto enriquecimiento ilícito.
 
· Denunciado e imputado por malversación de fondos (jubilatorios para la compra de electrodomésticos destinados a propaganda política y otros programas) durante su gestión como director de la ANSES.
 
· Imputado por la supuesta malversación de fondos en la compra de bonos a precio superior que el del mercado.
 
No solo resulta un despropósito inaceptable semejante prontuario de sospechas para una autoridad como la que Boudou detenta, sino que es inadmisible que la Presidente de la Nación no solo lo mantenga en sus funciones sino que hasta llegue a actuar como su abogada defensora en las sombras, en las penumbras y hasta a pleno sol.
 
¡Cómo no preguntarse qué rol jugaron Néstor y su viuda en todo el affaire “Ciccone”! (para que Cristina Kirchner no se desligue de Amado Boudou, justamente, un vicepresidente impensadamente elegido a dedo por la primera magistrada; cuando semejante inmoralidad ya había tomado altura en las esferas del poder).
 
Pero la “Casa Rosada K” no resulta impune a toda sospecha de negociados enriquecedores para el acotado pero férreo grupo K que rodeó a Néstor y Cristina Kirchner; y, ahora, obviamente a la ex mujer de negro.
 
Tal como si lo de Amado Boudou no fuera suficiente; ahora el tráfico de efedrina golpea al gobierno central.
 
La jueza María Servini de Cubría, en un hecho inusual, advirtió un probable allanamiento a la Casa de Gobierno ante supuestos vínculos de funcionarios nacionales con el narcotráfico.
 
Servini de Cubría detectó que entre los años 1999 y 2010 se importaron 54.184 kilos de efedrina más de los necesarios para atender la producción farmacéutica local de gotas para los ojos o medicamentos para la gripe.
 
En esos 11 años esa desmedida cantidad de droga fue entrada al territorio argentino por tan sólo 5 empresas.
 
Una de esas 5 empresas es Unifarma, que figura como una de las firmas que aportó dinero para la campaña electoral de 2007 la que consolidó a Cristina Kirchner en su primer mandato presidencial.
 
La efedrina o las llamadas drogas sintéticas eran "cocinadas" en la Argentina y remitidas a través del tráfico ilegal a México, ya que en aquél país se había prohibido la importación de efedrina.
 
El ilícito negocio alcanzó tal magnitud que Jesús Martínez Espinoza se afincó en la Argentina.
 
Martínez Espinoza fue condenado junto con el conocido como “rey de la efedrina” Mario Segovia, a 14 años de cárcel, en el año 2012 en Argentina,  por ingresar 9.800 kilos de efedrina a México.
 
Servini destaca que "había total desidia por el control" en la Sedronar, y no duda en apuntar "el fin perseguido era abastecer al narcotráfico”.
 
José Granero,  el ex secretario de Lucha contra las Drogas junto a 2 de sus funcionarios de su mayor confianza en la Sedronar fueron procesados como participes en el tráfico de efedrina.
 
Servini de Cubría señala en su resolución que se detectó, también, llamados telefónicos entre funcionarios de la Sedronar y las compañías farmacéuticas que importaban la efedrina y, además, comunicaciones con teléfonos de la Presidencia de la Nación, la Casa Militar y el PAMI.
 
Máximo Rito Zacarías, un empleado del PAMI, fue acusado ante la Justicia por un ex trabajador de la Sedronar de interesarse en la importación de 1.000 kilos de efedrina.
 
Máximo Rito Zacarías, forma parte del “clan Zacarías”. Es hermano de Miguel Zacarías, ex secretario privado de José Granero. Es también hermano de Rubén Zacarías, ex jefe de Protocolo de la Casa de Gobierno, y hermano de Luis Zacarías, que se desempeña en la Secretaría Privada de la presidente Cristina Kirchner.
 
Como si todo esto resultase poco, los 4 hermanos Zacarías -que trabajan junto a los Kirchner desde que estos se alzaban con todo el poder en Santa Cruz-,  el juez Sebastián Casanello investiga la vinculación entre estos y la empresa de ambulancias Emerger, que tiene el permiso de ingresar a 29 aeropuertos del país.
 
En 2013, Emerger ganó una licitación para poder entrar sin restricciones en las pistas de Río Gallegos y El Calafate.
 
Ambos casos, Boudou y la efedrina, salpican de cerca de la Presidencia de la Nación.
 
Podrían ser considerados como corrupción y narcotráfico; dicho de otra forma algo que la mayoría de los argentinos saben que existe y no tanto les preocupa en función de otras urgencias más cotidianas.
 
Sin embargo, así como la corrupción mata y lo hace de verdad o atrofia vidas que no pueden desarrollarse por falta de educación, de salud, de vivienda o de comida, entre otras consecuencias; el narcotráfico es tan letal que una vez insertado en todos los niveles del Estado se ramifica por la sociedad sin piedad.
 
El narcotráfico está tan metido en todo el territorio nacional que no es necesario ir a Rosario, provincia de Santa Fe, para ver cómo se apoderó de todo y de todos.
 
Hasta en la misma, Buenos Aires, la capital de la Argentina, deambula por las calles multipilicando los puestos de venta de drogas, los drogadictos, la violencia y la inseguridad que acorrala a la comunidad.  
 
La corrupción y el narcotráfico, una combinación letal que no encuentra límites para su tránsito indemne.

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