RAZONABLE POSICIÓN DE UNA PRESIDENCIABLE

Chasco ladriprogre con Marina: Se distanció del matrimonio homosexual

Marina Silva es creyente cristiana (de lo contrario ¿por qué habría de convertirse a una iglesia pentecostal de la Asamblea de Dios?) y la Biblia no contempla la homosexualidad, más allá de las aberrantes interpretaciones que, de vez en cuando, algunos clérigos realizan para justificar su propia sexualidad. Hay abundantes citas en la Biblia que cuestionan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, le guste o no a la gran cantidad de homosexuales que hay en el mundo. Por lo tanto, siendo una integrante de la feligresía pentecostal, ¿por qué Marina iba a enunciar como bandera electoral lo del matrimonio igualitario? Si el Congreso brasilero desea debatir el tema, será una cuestión del Legislativo, pero no puede ser bandera de proselitismo, y menos cuando el voto de la potente comunidad cristiana brasilera (católica, evangélica y pentecostal) no ha manifestado interés prioritario en esa cuestión. Para muchos homosexuales brasileros, un chasco porque ellos confunden progresismo con cambio de valores, y eso es más bien kirchnerismo, no necesariamente progresismo.

N. de la R.: Silas Malafaia Lima es el líder del ministerio pentecostal "Victoria en Cristo", integrado a la Asamblea de Dios. Malafaia también es tele-evangelista, licenciado en Psicología, presidente de la editorial Central Gospel, y vicepresidente del Consejo Interdenominacional de Ministros Evangélicos de Brasil (CIMEB), entidad que agrega cerca de 8.000 pastores de casi todas las denominaciones brasileñas. Malafaia es bien conocido por ser muy crítico con cuestiones tales como los derechos de los homosexuales y el derecho al aborto.
 
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La candidata a la presidencia por el Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, dijo que las propuestas sobre derechos de homosexuales que presentó recientemente no representan completamente el consenso de su coalición, en una respuesta a las críticas de un influyente evangélico, el telepastor Silas Malafaia.
 
Vinculado como Marina al grupo evangélico Asamblea de Dios, Malafaia es un duro crítico de los derechos de los homosexuales y al aborto. El pastor es un activo telepredicador, y calificó a la propuesta de Marina sobre los derechos de los gays "peor que la del PT (Partido de los Trabajadores) y el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña)" y "vergonzoso" debido a su apoyo al casamiento entre homosexuales.
 
Entonces, bastaron 24 horas para que Marina Silva diera un paso atrás sobre la defensa que había hecho durante la presentación de su programa de los derechos para la comunidad LGTB. La candidata había dicho, en São Paulo, que su candidatura buscaba “un país socialmente justo” y apoyó el matrimonio civil igualitario y la eliminación de obstáculos para la adopción de las parejas de las comunidades gay, bisexual y transexual. 
 
Pero los cambios sorprendieron a su electorado evangélico (la propia Silva se convirtió al evangelismo pentecostal en 1988) y Silva retiró los apartados en los que manifestaba su respaldo. Quedan en el cajón las propuestas que hablaban sobre criminalizar la homofobia, la distribución de material didáctico en los colegios para educar sobre la cuestión de género e identidad sexual y la defensa enérgica del derecho de los homosexuales a casarse y adoptar.
 
Ante las críticas de Malafaia, Marina, favorita en los sondeos para ganar la presidencia de Brasil en las elecciones de octubre, difundió un comunicado indicando que el programa en relación a los derechos de los gays "infelizmente no retrata con fidelidad los resultados del proceso de discusión sobre el tema durante las etapas de formulación del plan", agregando, en su particular lenguaje etéreo, el texto "incorporó una redacción del referido capítulo que no contempla la mediación entre los diversos pensamientos que se dieron para contribuir para su formulación".
 
En la presentación del programa de la candidata, seria rival de la actual presidenta, Dilma Rousseff, dominó el tema económico. 
 
A la derecha de Marina Silva estaba Neca Setubal, la heredera de Banco Itaú, uno de los principales bancos del país. 
 
A la izquierda, el presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), Roberto Amaral, quien lanzó férreas críticas al capitalismo y defendió la distribución de renta. 
 
En el centro, la candidata a la Presidencia presentaba su programa de Gobierno, liberal en lo económico y progresista en las áreas sociales, aunque no en todas, ya que la ley sobre el aborto no presentará cambios en su posible Gobierno.
 
Silva defendió una intervención estatal menor en la economía. En un libro 242 páginas, con propuestas distribuidas en seis ejes, está una de las más criticadas por la izquierda: la autonomía del Banco Central, considerada por el PT como una política típica de partidos “neoliberales” como el PSDB de Aécio Neves, ya que daría el control del banco al sector financiero del país.
 
También defendió el mantenimiento de la tasa de cambio libre, sin la intervención del Banco Central, salvo en circunstancias “ocasionalmente necesarias”. Esto, “con el objetivo de señalizar para el mercado que las políticas fiscales y monetarias serán instrumentos de control de inflación de corto plazo”.
 
El extenso documento enumera las “reglas para el sector privado y sus relaciones con el sector público: poner fin a las políticas discrecionales; reducir las normas para los sectores productivos; fortalecer y dar independencia a las agencias reguladoras; dejar la economía respirar”. Silva se hizo una candidata por un partido socialista en una reunión celebrada por el mercado financiero, que apoya sus políticas económicas y cree que ella es quien tiene más oportunidades de derribar a Dilma Rousseff (PT). Una encuesta de Datafolha publicada esta semana muestra que las dos están empatadas en la primera vuelta con un 34%. En la segunda vuelta, Silva ganaría por diez puntos.
 
Neca Setubal, quien algunos identifican como la representante del mercado financiero en la campaña de Silva desde su primer intento en 2010 por sus lazos familiares con el banco Itaú, insistió en que no influyó en el programa, que no tiene relaciones con el mercado financiero y que se ha especializado en su carrera, mayormente, en el área de educación, trabajando, incluso, para la Unicef en América Latina. “No tengo ninguna experiencia en el área económica, nunca ejercí ningún cargo en esa área. Yo entiendo que vosotros me miréis como si yo representara al mercado financiero. Pero yo no conozco ese mercado, no frecuento ese mundo ni socialmente, ni profesionalmente”, declaró.
 
Setubal es una de las coordinadoras del programa de Gobierno, al lado del expetista Maurício Rands, exsecretario en el Gobierno de Eduardo Campos, antecesor de Silva y primero en la fórmula de la coalición por la presidencia, muerto en un accidente de avión en 13 de agosto. Según ellos, el programa fue construido con la ayuda de internautas, sindicatos, entidades de la sociedad civil y tuvo más de 6.000 contribuciones.
 
Si en el área financiera el programa se aproxima de las pautas del PSDB, en el área social el texto trae propuestas bastante progresistas, alineadas y hasta más avanzadas que las petistas. La candidata promete mantener los programas del actual Gobierno federal, como la Bolsa Familia, el ProUni, el Programa Salud de la Familia, y también destinar el 10% del PIB para la educación durante los próximos cuatro años, mucho antes de lo previsto por el Plano Nacional de Educación aprobado el 3 de junio. También promete destinar otro 10% del PIB para la salud pública.
 
Silva afirmó que cree que es posible gobernar sin alianzas para que todos los partidos “ayuden” a construir “un nuevo Brasil”. “No creo que el PSDB, que tiene históricamente un compromiso con la estabilidad económica, sea negligente con esos objetivos en el Congreso solo porque ganamos el Gobierno. Decimos de antemano que pretendemos conversar con Lula y con Fernando Henrique Cardoso”, afirmó la candidata, que también destacó que, en caso de salir elegida, no intentará la reelección.

Dejá tu comentario