BOTÍN MÁS ALLÁ DE SANTANDER

Un día de luto en Ferrari

Emilio Botin fue el financista de Fernando Alonso como corredor de la F-1 tanto en el salto de Renault a McLaren Mercedes como después a Ferrari, que así pudo reemplazar el rojo de Marlboro por el rojo de Santader sin perder su color habitual desde el inicio de la Scuderia.

por V. OSORIO, E. VIAÑA y A. GIL
 
MADRID (Expansión). Durante los últimos años ha sido tan habitual ver a Emilio Botín en un acto de Santander como en un circuito de Fórmula 1, una reunión de rectores organizada por Universia o la presentación de una obra de arte financiada por la fundación que lleva su apellido o el nombre de su banco.
 
La pasión por este deporte del motor, la apuesta por la formación y la promoción de la cultura han sido algunas de las líneas que guiaron la actividad del presidente del Santander durante la última etapa de su vida, un tiempo en el que Botín se dedicó a devolverle a la sociedad parte de lo que ésta le dio a él.
 
Ferrari aceleró la internacionalización de Santander
 
La entidad financiera comenzó a patrocinar a la escudería más importante en la historia de la Fórmula 1 en 2010. Desde entonces, Santander le ha dado mucho a Ferrari y Ferrari le ha dado mucho a Santander. “La Fórmula 1 es el mejor márketing de nuestra historia”, aseguró Emilio Botín el pasado mes de abril. Por ejemplo, el patrocinio ayudó a Santander a unificar su marca en todo el mundo. “Hace 10 años teníamos 40 marcas distintas, algunas incluso azules”, bromeó en ese mismo acto el empresario.
 
El patrocinio de Ferrari no ha sido barato para Santander, pero sí muy rentable. Los alrededor de 40 millones que paga el banco a la escudería, con la que estará ligada al menos hasta 2017, han supuesto un retorno en concepto de imagen y notoriedad de su marca de cinco euros por cada uno invertido. Botín estaba tan contento con este patrocinio que lo extendió a los pilotos del equipo McLaren y a muchos grandes premios, especialmente los de Reino Unido, Alemania, España e Italia.
 
La Fórmula 1 tiene un gran atractivo para Santander ya que un 30% de los aficionados a este deporte se concentran en sus mercados más importantes (los países antes mencionados, además de Brasil). El banco ha aprovechado este contexto para traducir su asociación en negocio: ha distribuido 600.000 tarjetas Ferrari Santander. Algo parecido ha hecho con el fútbol en Sudamérica, donde patrocina las principales competiciones continentales y a estrellas como Neymar o Pelé.
 
Su apuesta por la educación
 
Durante el mes de julio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro Emilio Botín presidió el III Encuentro Internacional de Rectores Universia 2014, uno de los últimos actos públicos en los que se le ha visto este año. En el marco de esta reunión el presidente de Banco Santander, conocido popularmente como uno de los grandes mecenas de la educación, hizo balance de la inversión de su entidad en este sector. Desde 2010, Santander ha invertido 594 millones de euros en proyectos universitarios en todo el mundo y ha implementado el programa de 18.000 becas de movilidad iberoamericana.
 
Uno de los grandes legados que Botín deja entorno a la educación superior es Universia. Creada en el año 2000 es la Red de universidades más importante de Iberoamérica, constituida por 1.290 universidades de 23 países, que representan a 16,8 millones de estudiantes y profesores. Junto a Universia, la entidad también cuenta con la División Santander Universidades, que colabora desde hace más de 17 años con la educación superior. Desde esta área mantiene más de 1.100 convenios de colaboración y ha destinado más de 1.000 millones de euros a proyectos de colaboración con universidades y centros de investigación de todo el mundo. En 2013 se destinaron 142 millones de euros.
 
Devolver a la sociedad lo que ésta le dio
 
La labor como mecenas de Emilio Botín y su familia es una de las facetas quizá menos conocida del presidente de Santander. Su apoyo al mundo de la cultura desde la Fundación Banco Santander y la Fundación Botín fue siempre unos de sus principales objetivos.
 
>“Paliar las necesidades y promover el desarrollo social”,
 
> “hacer más accesible el arte público”,
 
> “recuperar la memoria en el arte, la literatura y la historia”, o
 
> “tomar el pulso a la actualidad debatiendo” para “hacer una sociedad más justa, equitativa y sostenible”,
 
son algunos de los fines de estas instituciones a las que Emilio Botín dio un especial impulso con un único objetivo: devolver a la sociedad lo que ésta le dio a su familia.
 
El año pasado la Fundación Banco Santander destinó más de siete millones de euros a distintas actividades relacionadas con el mundo del arte y la cultura (exposiciones, mantenimiento de una colección de mil obras y financiación para la restauración de otras, conferencias, publicaciones, talleres para familias para acercar el arte a los más pequeños, préstamo de obras a otras instituciones…). Por su parte, la Fundación Botín es la “primera fundación privada de España por volumen de inversión”, en palabras del propio Botín. En 2013 destinó 65 millones de euros, un 30% más que en 2012, a pesar de la crisis, como una muestra más por su apuesta por el arte.

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