CRISIS EN LA RELACIÓN IGLESIA CATÓLICA/PARTIDO POPULAR ESPAÑOL

Nooooo: Un obispo acusa a Rajoy de servir al lobby gay

El Partido Popular español nació con una notable impronta católica apostólica romana. Uno de los motivos por el que se dijo que José María Aznar, en su momento, eligió como delfín a Mariano Rajoy y no a Rodrigo Rato, fue que éste era laicista mientras que aquel era un laico respetuoso del clero. Sin embargo, Rajoy decidió no recortar la Ley del Aborto, provocando la renuncia del ministro más católico del PP, Alberto Ruiz-Gallardón; y ahora el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Plà, embistió contra el Presidente del Gobierno, acusándolo de estar influenciado por el lobby gay. Pero ¿perjudica o favorece esto a Rajoy? Por ahí, el clero conservador termina logrando todo lo contrario a lo que buscaba.

MADRID (Europa Press). El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà, ha indicado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha actuado "con deslealtad" a su electorado y "con insensatez" al retirar la reforma de la ley del aborto que, a su juicio, "pretendía limitar cuantitativamente el holocausto silencioso que se está produciendo" y ha advertido de que los partidos políticos mayoritarios se han convertido en "verdaderas estructuras de pecado".
 
"Conviene denunciar, con todo respeto a su persona, que el presidente del Gobierno ha actuado con deslealtad respecto a su electorado al no cumplir su palabra en esta materia, explicitada en su programa electoral; también ha actuado con insensatez pues ha afirmado que lo sensato es mantener el derecho al aborto, es decir, el derecho a matar a un inocente no-nacido, el crimen más execrable", subraya Reig Plà en un comunicado publicado este jueves.
 
Según señala, "ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e infectado como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ" (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. En uso desde los años 1990, el término «LGBT» es una prolongación de las siglas «LGB», que a su vez habían reemplazado a la expresión «comunidad gay» que muchos homosexuales, bisexuales y transexuales sentían que no les representaba adecuadamente).
 
Además, Reig Pla acusa a Rajoy de "faltar a la verdad" pues, según recuerda, "su partido tiene mayoría absoluta en el Parlamento y, sin embargo, afirma que no hay consenso, algo que no ha aplicado a otras leyes o reformas infinitamente menos importantes".
 
Asimismo, advierte de que "no es justificable moralmente la postura de los católicos que han colaborado con el PP en la promoción de la reforma de la ley del aborto a la que ahora se renuncia". "
 
Cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos", recuerda.
 
El prelado también precisa que el jefe de la oposición, Pedro Sánchez, se ha mostrado "falto de rigor intelectual y con un déficit de sensibilidad ante la dignidad de la vida humana" y califica de "asombroso" que telefoneara a Sálvame para denunciar la fiesta del Toro de la Vega y, sin embargo, "olvide la violencia criminal contra dos millones de niños abortados: decapitados, troceados, envenenados, quemados".
 
Además, recuerda las palabras de Sánchez en la Estación de Atocha, cuando habló del "tren de la libertad" desde el que mujeres reclamaban "el derecho a decidir" y compara este tren con los de Auschwitz. "Debería llamarse, no el tren de la libertad sino el tren de la muerte, del holocausto más infame", remarca.
 
Por otro lado, el obispo afirma "con dolor" que, en ocasiones, "algunas instancias de la Iglesia Católica en España no han propiciado, más bien han obstaculizado, la posibilidad de que aparezcan nuevos partidos o plataformas que defiendan sin fisuras el derecho a la vida, el matrimonio indisoluble entre un solo hombre y una sola mujer, la libertad religiosa y de educación, la justicia social y la atención a los empobrecidos".
Por todo ello, Reig Plà pide insistir en la educación sexual y en la responsabilidad de las relaciones sexuales, "es decir, educar para el amor"; la abolición total de toda ley que permita el aborto provocado directo; una respuesta civil organizada y capaz de movilizar las conciencias; y estudiar la posibilidad de regenerar los partidos políticos mayoritarios.
 
También aboga por acompañar "con misericordia" a las mujeres que se encuentran en situaciones "muy duras", que se plantean abortar, y que a veces se ven "presionadas para que aborten por el padre de su hijo, por su entorno personal y laboral y por la sociedad", y recuerda que el aborto es "un crimen" y que tanto "el que mata" como "los que cooperan voluntariamente con él cometen un pecado" que la Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión.

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