BLOQUEO INFORMATIVO

Con FireChat, Occupy Central agita Hong Kong (pero no China)

FireChat es una de las claves del éxito del movimiento Occupy Central, que ha organizado, durante los últimos 3 días, las mayores protestas en Hong Kong desde 1997, cuando la región pasó a formar de nuevo parte de China. Sin embargo, en el resto del país continental gran parte de los jóvenes chinos parecen saber muy poco sobre el conflicto, que desde la madrugada del domingo 28/09 bloquea las principales arterias de la antigua colonia británica.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). FireChat es el arma social que utilizan los manifestantes en Hong Kong para sortear los bloqueos del gobierno chino o una sobresaturación en las redes sociales.
 
La ventaja de esta aplicación es que permite enviar mensajes sin necesidad de una conexión a Internet. Por lo tanto, 
 
Esta característica es útil cuando como en China están bloqueados Facebook, Twitter, YouTube y algunas búsquedas de Google, de acuerdo con el sitio Blocked in China.
 
FireChat utiliza Bluetooth o radiotransmisores para comunicarse con todo aquel que esté a 200 metros uno de otro, por lo que cada nuevo participante aumenta el alcance del foro de discusión.
 
Los chats que se inician pueden ser de múltiples temas... hasta una protesta que busca un sistema democrático en Hong Kong.
 
Uno de los puntos débiles de esta aplicación es que los mensajes que se envían no están codificados. Ante esto, la empresa advirtió a los usuarios en Hong Kong no utilizar su nombre real, a través de su cuenta oficial en Twitter.
 
El software gratuito de Open Garden ha sido utilizado en Irak, Irán, Taiwán pero no con la frecuencia que ahora es usado en Hong Kong. En las últimas 48 horas se han registrado 200.000 descargas sólo en Hong Kong, según la empresa propietaria.
 
La aplicación es gratuita y está disponible para Andorid y iOS.
 
El silencio
 
A diferencia de los medios internacionales, la prensa y la televisión chinas han optado por dar poca cobertura al conflicto y recordar a la audiencia que las manifestaciones son “ilegales”. 
 
El periódico nacionalista Global Times, conocido por su línea editorial conservadora, destacaba en un editorial  en inglés el martes que “los extremistas han manipulado la política con métodos ilegales”, y advertía de que los jóvenes no conocen “las consecuencias de cruzar las líneas de la ley”.
 
Beijing ha puesto en marcha también el poderoso sistema de censura del país. El lunes, Instagram, una de las pocas redes sociales extranjeras disponible en China, fue bloqueada. 
 
A su vez, la web de la Universidad de Hong Kong Weiboscope, que monitoriza la censura en el portal de microblogs chino Weibo, indicaba que el domingo 28/09, el día en que empezó la ocupación, el volumen de mensajes borrados por el Gobierno se había multiplicado por cinco respecto a las jornadas anteriores. 
 
En una referencia velada a Tiananmen, un mensaje eliminado afirmaba: “Con el problema de hace unos años, se criticaba que ‘los dirigentes fueron estúpidos, los estudiantes eran locos sin experiencia, y que había muchas personas malas’. Parece que todo sigue igual hoy en día”.
 
Pero la red china también está repleta de eslóganes nacionalistas contrarios a las protestas. A menudo, se atribuye parte de estos mensajes al conocido como “ejército de los 5 céntimos”, personas que estarían pagadas por el Gobierno para redactar información favorable al Partido Comunista de China en la red. 
 
“Debemos castigar con mano dura a los criminales y usar medidas severas para terminar con los instigadores detrás del conflicto, para mostrar al mundo las ventajas de los estados socialistas”, opinaba, en los comentarios de un portal de noticias, una usuaria de Kunming apodada “Poder o no poder”.
 
La acción
 
En cambio, en Hong Kong todo es acción. Clare Baldwin y John Ruwitch lo reportaron así para Reuters:
 
Miles de manifestantes pro democracia desafiaban la lluvia y se volcaban en masa a las calles de Hong Kong en las primeras horas del miércoles, intensificando la presión sobre el gobierno local alineado con Pekín que calificó de ilegal la protesta y aseguró que seguirá adelante con los festejos del Día Nacional de China.
 
Al cumplirse el sexto día de una campaña masiva decidida a ocupar partes de la ciudad y expresar la ira popular por la decisión del Gobierno chino de limitar las alternativas de los votantes en las elecciones previstas para 2017, había pocas señales de un decaimiento en la energía de los manifestantes.
 
Esto ocurría pese al temor a que la policía use la fuerza para dispersar a la multitud, que consiguió paralizar grandes áreas de este centro financiero asiático, afectando a todo tipo de negocios, desde bancos a joyerías.
 
Truenos, relámpagos y lluvias torrenciales no fueron capaces de enfriar el ánimo de los manifestantes, que buscaron refugio bajo pasajes techados mientras los policías con impermeables y sombreros miraban pasivamente desde cerca.
 
Durante el fin de semana, agentes anti disturbios usaron gases lacrimógenos, espray de pimienta y bastones para intentar controlar la protesta, pero desde entonces las tensiones han amainado en ambos bandos, que por el momento parecen optar por la espera.
 
Las protestas se extendieron a Tsim Sha Tsui, una de las zonas comerciales más populares de la ciudad para los ciudadanos de China continental, que normalmente estarían comprando en masa durante el feriado que conmemora la fundación de la República Popular China en 1949 por parte del Partido Comunista.
 
Sin embargo, desde bien temprano, cientos de manifestantes daban vueltas en torno a las tiendas de lujo y levantaban barricadas anticipándose a posibles enfrentamientos. Como en la mayor parte de Hong Kong, la presencia policial era escasa.
 
M. Lau, un jubilado de 56 años, aseguró que ya salió a protestar en las calles de Hong Kong en la década de 1980 y quería volver a hacerlo en señal de solidaridad con un movimiento que ha sido liderado por estudiantes y activistas más veteranos.
 
"Nuestros padres y abuelos vinieron a Hong Kong por la libertad y el imperio de la ley. Esto es para conservar nuestro sistema legal de 160 años para la siguiente generación", dijo.
 
China gobierna Hong Kong con la fórmula de "un país, dos sistemas", que da cierta autonomía y libertades a la ex colonia británica que no existen en China continental, con el sufragio universal establecido como un objetivo eventual.
 
Pero cuando Beijing decidió hace un mes que vetaría a los candidatos que quisieran competir por alcanzar la jefatura de Hong Kong, los manifestantes reaccionaron con ira y exigieron la dimisión del jefe ejecutivo del territorio, Leung Chun-ying.
 
Los líderes estudiantiles dieron a Leung un ultimátum para que se dirigiera a la multitud antes de la medianoche del martes, amenazando con ocupar más instalaciones gubernamentales, edificios y vías públicas si no hacía caso.
 
Leung no cumplió, pero aseguró que Beijing no cederá ante las protestas. También afirmó que la policía de Hong Kong puede mantener la seguridad sin la ayuda de tropas del Ejército de Liberación Popular chino.
 
Líderes del Partido Comunista en Beijing temen que las demandas de democracia se extiendan al continente, y están censurando agresivamente en las redes sociales las noticias y los comentarios sobre la crisis en Hong Kong.

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