VERSIÓN TAQUIGRÁFICA

Exclusivo: Todo lo que no se contó de la guerra de mujeres en Diputados

En la sesión de este miércoles (22/10) en la Cámara de Diputados –donde se aprobó la estatización de la Universidad de las Madres- hubo un fuerte cruce entre las diputadas Elisa Carrio, Sandra Mendoza, Graciela Camaño y Diana Conti a raíz de una discusión entre las dos últimas durante una reunión de comisión sobre la Ley de Hidrocarburos. Ese pleito se llevó al recinto y se tradujo en varias cuestiones de privilegio cruzadas, con fuertes acusaciones y reproches entre las legisladoras mencionadas que no trascendieron completamente a la prensa. Urgente24 rescató la versión taquigráfica de todo lo que se dijo en esa explosiva sesión.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Escandalosa sesión la de este miércoles (22/10) en Diputados ante de comenzar el tratamiento de la ley que estatizó la Universidad de Madres de Plaza Mayo. Las diputadas Diana Conti (FpV) y Graciela Camaño (Frente Renovador) trajeron al recinto un pleito ocurrido antes en la comisión que trató la ley de hidrocarburos, donde hubo cuestiones personales de por medio. En ese cruce se metió Elisa Carrió y luego Sandra Mendoza, ex mujer de Jorge Capitanich. Pero faltaron detalles con respecto a lo que difundieron los medios.

Urgente24 consiguió la versión taquigráfica –ante de su publicación en la web de la Cámara de Diputados- de todo lo que se dijo en esa sesión, tal y como ocurrió. Esta es el versión oficial y completa sin editar:

Sra. Carrió.- En realidad había pedido la palabra para plantear dos cuestiones de privilegio, aunque puedo hacerlo en los cinco minutos. No hay problema.

       En cuanto a la primera cuestión de privilegio quiero aclarar que no se trata de una cuestión personal -sobre la cual la verdad siento pena- sino que se trata de una decisión profunda a los efectos de plantear esta cuestión de privilegio contra la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, diputada Diana Conti. 

       En mi caso se imaginan que no me preocupa hablar en primer o último lugar, porque puedo hablar cuando y donde quiera. No me importa ser diputada rasa y nunca tuve un cargo ni de secretaria de comisión. Así que no es esta la cuestión.  Pero en la reunión de comisión celebrada en el día de ayer he visto destratar y humillar a diputados nacionales -esto no es bueno para la Cámara ni para la señora presidenta-, y violenta nuestra dignidad.  

       Ustedes pueden imponer la mayoría. No necesitan la guaranguería, la prepotencia ni la vulgaridad, y menos la sobreexposición para parecer PJ ante funcionarios peronistas. 

       Vi a Adelina Dalesio de Viola hacer lo mismo.  Se puede hacer por derecha o por izquierda, y uno se inmola como quiere, pero pido sinceramente que se respeten las normas reglamentarias y que se nos trate con respeto y educación. 

       Nunca contesté a la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, pero fue destratada la señora diputada Camaño con cuestiones personales degradantes para una presidenta de Comisión y fueron interrumpidos señores diputados nacionales del radicalismo con un desprecio absoluto, y creo que esto le hace muy mal al Parlamento nacional porque quienes nos observan, nos ven a todos, y la verdad es que damos vergüenza. 

       Tengo cariño por esa presidenta de Comisión y la conozco hace demasiados años, pero basta. 

       Quiero que esta cuestión de privilegio se gire a la Comisión de Asuntos Constitucionales y dado que la persona imputada es la señora diputada Diana Conti, presidenta de dicha comisión, solicito que esta cuestión sea tratada por su vicepresidente.

       Nosotros no vamos a contestar agravios, y me parece que ni siquiera es necesario; pero la vulgaridad es detestable, por eso puse el ejemplo de Antonio Cafiero: se puede ser señor y aplicar la mayoría, pero no vulgar, prepotente y guarango para imponerla. Por estos motivos, solicito que la cuestión de privilegio planteada pase a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

       La segunda cuestión de privilegio que deseo plantear es contra el señor diputado Martín Insaurralde. Al comienzo de las sesiones hemos planteado impugnaciones a aquellos intendentes electos en funciones que pidieron licencia para asumir como diputados nacionales, violando claramente las incompatibilidades establecidas por la Constitución Nacional y degradando la política. Hemos hablado con cada uno de los diputados, y agradezco al señor diputado Mario Negri que haya normalizado la situación del intendente de Charata, que dejó la diputación nacional. Del mismo modo, agradezco al señor diputado Giustozzi –con quien hablé, dado que se trató de un consenso en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento  que haya renunciado a su intendencia. Sin embargo, el señor diputado Martín Insaurralde persiste en la inconstitucionalidad, por lo cual solicito que, dado que no hay sesiones ordinarias, antes de casarse opte por ser diputado nacional o intendente de Lomas de Zamora.

       Por las razones expuestas, solicito que la cuestión de privilegio planteada pase a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

Inmediatamente, pidió la palabra Diana Conti, quien también planteó una cuestión de privilegio:

Sra. Conti.- Señora presidenta: no soy de plantear cuestiones de privilegio, pero en este caso, como presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, creo que la Cámara en su conjunto fue afectada en su honorabilidad, fueros y libre disponibilidad.

       En la Cámara, quien preside una comisión a veces tiene la grata o ingrata tarea de ordenar una reunión.

Estoy planteando una cuestión de privilegio por primera vez en mis largos años de legisladora nacional, porque estoy harta.

Coordinar un plenario de tres comisiones como el de ayer, por la cantidad de integrantes e invitados  entre ellos se encontraban funcionarios del Poder Ejecutivo nacional y el presidente de YPF S.A., señor Galuccio, no es tarea sencilla.

       Se pactó con los bloques parlamentarios llevar a cabo dicha reunión de la manera más respetuosa y productiva posible. Primero disertaron los invitados. Se sabía que no podían formularse preguntas. La mediocridad a la que alude la señora diputada preopinante la planteó una de las mujeres de siempre, solicitando la palabra y queriendo interrumpir  al secretario legal y técnico de la Presidencia o a otros que no recuerdo. Obviamente, no le cedí el uso de la palabra. Los bloques políticos formularon sus preguntas y ninguno planteó objeciones, más allá de algunas chicanas que podemos hacernos cuando se trata de reuniones que a veces son largas.

La diputada Camaño, que habló por el Frente Renovador, entre los diputados Roberti y Das Neves, hizo una larguísima alocución.

       Escúcheme, diputada Carrió, porque como usted sale tanto de las reuniones, a lo mejor se perdió una parte, y cuando tengo razón me defiendo.

Luego de hablar largamente –tomé el tiempo y superó los 20 minutos-, le pedí que formulara preguntas porque estaba prácticamente dando un discurso y rompiendo el esquema de trabajo. Fue esa diputada la que con bajeza apeló a cuestiones de mi vida personalY ustedes, machos, ¿por qué no salen a defender cuando alguien hace las cosas mal? Yo le pedí a la diputada pertinencia, que es lo contrario a la impertinencia, y pertinencia es abocarse a la agenda y a la tarea. Me dirigí a ella en esos términos; en mi llamado al orden no había una sola mala palabra ni un solo golpe bajo. Ella, como ahora no cachetea, da golpes bajos y dijo que yo era la que le tiraba la ropa a mi marido afuera de la casa.

       Además de estar mal informada, usar un golpe bajo para descentrar a una legisladora que está abocada a su tarea no sólo es de mala persona sino también de mala compañera, e indigno para el cuerpo entero, y en eso debería centrar usted su cuestión de privilegio, diputada Carrió. Lo que pasa es que como son parecidas... (Aplausos.)...en las chicanas, o vienen acá a rompernos esquemas, o como antes llamabas a las puertas de los cuarteles ahora vas y hacés denuncias penales ante los jueces. Eso también afecta los fueros de esta Cámara y así lo dejo planteado.

       Solicito que esta cuestión y la que formuló la diputada Carrió las resuelva la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento.

Luego, intercede el diputado Roberti, del Frente Renovador, también planteando una cuestión de Privilegio:

Sr. Roberti.- Señora presidenta: hice este planteo como una cuestión de privilegio porque es lo que corresponde reglamentariamente, pero lo que quería decir en realidad, desde mi condición de hombre, es que ayer participé del plenario de las tres comisiones con la presencia de los funcionarios del Poder Ejecutivo nacional para tratar el tema de hidrocarburos. En esa reunión no pude ver satisfechas las preguntas que tenía, porque no tuve respuestas, y si nosotros pedimos la presencia de los funcionarios del Poder Ejecutivo y estos vienen a la comisión es para poder tener un intercambio y recibir las respuestas correspondientes. Tengo 29 interrogantes que se me plantearon frente a la presentación de ese expediente girado desde el Senado, y no pude presentar absolutamente ninguno en virtud de lo que dijo la señora diputada Conti en cuanto a que no se podían hacer preguntas.

       El ámbito para formalizar preguntas y discutir es el de la comisión. Si no vamos a poder discutir en ese lugar, en el plenario de los diputados, sobre una ley tan importante para la Argentina, ¿para qué trajeron a los funcionarios?

       Se trata de una norma que va a cambiar las reglas de juego sobre los hidrocarburos, que ha sido planteada para la República, y que si es aprobada sólo será el traje a medida para una empresa cuyo titular criticó al Poder Ejecutivo cuando ayer dijo que la Argentina había practicado una devaluación, cosa que ustedes nunca reconocen.

       No tengo mucha antigüedad en la Cámara, pero presumo que ante actitudes grotescas o fuera de lugar como las que sucedieron ayer, no estábamos en el ámbito adecuado.       

       Entonces, pido que la cuestión pase a la comisión respectiva para que se estudie focalizándola, en cuanto a la diputada Conti, que tuvo a su cargo el debate de ayer, en que a mi juicio falló al no darle la palabra a los diputados para que pudieran preguntar, por lo cual nos fuimos sin tener respuestas.

       En cuanto a la situación de carácter personal, está muy claro que si la actitud fue grotesca y hubo una sobreactuación, evidentemente eso no forma parte de las reglas de juego del Poder Legislativo, independientemente de que uno acepta todas las cuestiones, inclusive las que formalizamos los distintos partidos políticos. Uno también entiende que si las preguntas las formula el Frente Renovador, tal vez tienen una espina muy grande porque entienden que se trata del partido que se va a hacer cargo de la Argentina que ustedes nos van a dejar el año que viene.

       Les pido que la cuestión pase a la comisión correspondiente.

Luego, pide la palabra la ex esposa de Jorge Capitanich, Sandra Mendoza:

Sra. Mendoza (S.M.).- Señora presidenta: por la memoria y la dignidad que tengo y por la honorabilidad de mi apellido, me parece que los que agreden –sean de la oposición o del oficialismo  no se dan cuenta de que el país está resolviendo problemas mucho más graves de lo que aquí se plantea.

       Hace varias sesiones en este Congreso se está haciendo un papelón. Sé que por lo que voy a decir quizás muchos integrantes del Frente para la Victoria duden de mi honestidad de peronista y de mi lealtad hacia Néstor y Cristina. No voy a callarme la boca porque no suelo hacer eso para quedar bien con alguien. Quiero salir en defensa de la diputada Lilita Carrió... (Aplausos.) ...porque ella tiene padres radicales, esa es su procedencia. Y yo voy a ser respetuosa del padre de Lilita que ocultó y defendió a Ferdinando y a Adrián Pedrini. No es ninguna dictadora.

       Que me denuncien a mí, pero no se puede hablar así de una chaqueña como la diputada Carrió. No me voy a callar la boca en este Parlamento. No se puede defenestrar de esa manera a personas honorables como los Carrió, en el Chaco. ¿Qué nos pasa?  Los Carrió han sido democráticos como los Mendoza, como los Pedrini.  Me parece que todos debemos tener un poco de responsabilidad.

       No voy a permitir que en el Congreso se mienta.  Critiquen a Carrió de todas las formas que quieran, pero decir que es de la dictadura es una mentira.  Mi padre, Guillermo Mendoza, que durante la dictadura fue preso –cada vez que había dictadura vivíamos del sueldo de mi madre, maestra , nombró a Carrió haciéndola entrar en el Poder Judicial.

       Debemos ser respetuosos de las personas.  Tenemos que acabar con el agravio, tanto de nuestra parte como del lado de la oposición. (Aplausos.) 

       Desde hace tres horas estamos aquí, para empezar a debatir un tema importante: la educación, las universidades. Somos cuadros políticos. ¿Qué estamos haciendo acá? La alegría es revolucionaria, pero la mentira es grotesca y también es dictadura. (Aplausos.)

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