ARGENTINA, LA ÚLTIMA VÍCTIMA

Efecto Cristina: México prepara una emisión de bonos blindada contra buitres

"Argentina es simplemente la última víctima en la larga batalla legal de los buitres para cambiar las reglas de juego", afirmaron hace poco dos expertos en Economía. Hoy lo confirma México, que prepara una emisión de bonos blindada contra los fondos buitre. Busca proteger al gobierno en un remoto caso de reestructuración, para que no enfrenten la misma batalla que hoy tiene por delante Cristina Fernández.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Según comentó Alejandro Díaz de León, titular de la Unidad de Crédito Púlico de la Secretaría de Hacienda de Mexico, para fin de año o principios de 2015, podrían emitir bonos en el mercado internacional y por primera vez éstos estarán blindados contra la acción de los fondos holdout.
 
Según el sitio 'El Economista' de México, el funcionario indica que la emisión incluirá la Cláusula de Acción Colectiva que blinda al gobierno de una eventualidad como la acción de los llamados fondos buitres, en un "remoto caso de una reestructuración".
 
Entrevistado por el mencionado sitio, descartó que este clausulado dificulte la colocación de los títulos, o que eleve su precio, pues además de proteger al emisor, garantiza la compra del bonista.
 
"La gran base de inversionistas que compran nuestros instrumentos no tiene una estrategia agresiva de compra como los holdout. Los tenedores tradicionales sufren también un riesgo importante porque —en el caso de la reestructura reciente de Argentina— por una interpretación real de las cláusulas tradicionales, no están cobrando los cupones que compraron. Así que es también para beneficio de los inversionistas no holdout", detalla.
 
El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz y el investigador argentino Martin Guzmán lo dijeron hace unos días: la Argentina es "la última víctima en la larga batalla legal de los buitres para cambiar las reglas de juego".
 
El reconocido profesor de economía de la Universidad de Columbia y el investigador argentino en dicha institución, realizaron un análisis sobre las recomendaciones hechas por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA) sobre los nuevos términos para los bonos de gobiernos, según informó un artículo titulado "El corte del pico de los buitre" que fue publicado en el sitio especializado 'Project Syndicate'.
 
Los especialistas señalaron que si bien "la propuesta de ICMA deja sin resolver los cientos de miles de millones de bonos escritos bajo los términos viejos, el nuevo marco dice, de hecho, que la interpretación (del juez neoyorquino Thomas) Griesa 'sobre la cláusula pari passu (de tratamiento igualitario),' estaba mal y reconoce que dejarla en su lugar haría las reestructuraciones imposibles".
 
En la nota reproducida por 'Ambito Financiero', explicaron que "lo que la cláusula intentaba asegurar era que el país emisor trate a tenedores de bonos idénticos, de forma idéntica; pero siempre reconoció que acreedores mayores -como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional- son tratados diferente".
 
Así es que, "Griesa, no pareció captar el entendimiento común de la cláusula", dijeron explicando luego que la interpretación de la misma por parte del magistrado de Nueva York es que si el país paga intereses a los bonistas reestructurados debe también pagar a los fondos buitre en su totalidad.
 
Los expertos mencionaron que "el negocio de los buitre fue habilitado, en parte, por el litigio sobre la llamada doctrina Champerty basada en una doctrina inglesa de larga data adoptada luego por las legislaturas de USA, que prohíbe la compra de deuda con el intento de presentar una demanda".
 
Bajo este marco, "Argentina es simplemente la última víctima en la larga batalla legal de los buitres para cambiar las reglas de juego, para permitirles a ellos aprovecharse de países pobres que tratan de reestructurar sus deudas", afirmaron los economistas tomando el caso de lo que le ocurrió a Perú en 1999 con el fondo buitre Elliot.
 
En ese año, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito "determinó que el intento de los demandantes de comprar deuda con descuento era ser pagados en su totalidad o si no demandar", decidiendo entonces que el "intento de Elliot 'porque era contingente' no cumplía con el requisito Champerty".
 
Sin embargo, los buitres "no estuvieron satisfechos y fueron a la legislatura de Nueva York, la que en 2004 eliminó efectivamente la defensa de (la doctrina) Champerty sobre cualquier compra de deuda por encima de 500.000 dólares".
 
"Decisión que contradijo entendimientos según los cuales cientos de miles de millones de dólares de deuda ya habían sido emitidos", exlicaron.
 
Abordando a su vez otro "cambio importante en el marco legal", como es "el cambio de facto en `derechos de propiedad´", Stiglitz y Guzmán concluyeron entonces que los buitres fueron "injustamente enriquecidos, por partida doble, con la nueva e injustificada interpretación de la cláusula pari passu".
 
Por otro lado, los expertos consideraron otro aspecto en la "reforma" introducido por ICMA en cuanto a la Cláusula de Acción Colectiva (CAC), la cual deja aún "el campo abierto a los buitre" al no existir en deudas soberanas escritas en muchas jurisdicciones, mientras que además "sufren del problema de `agregación´.
 
Esto es que si una CAC requiere "digamos, el 75% de los tenedores de cada clase de bonos, los buitre podrían comprar 26% de sólo una clase de bono y bloquear toda la reestructuración", tal como ocurrió con Grecia.
 
Ante esto, el nuevo marco presentado por ICMA dice que "la mayoría calificada se define por la aceptación del monto de capital total de los títulos de deuda en circulación de todas las series afectadas", siendo las decisiones de este grupo mayoritario, "vinculante para todos los otros inversores".
 
El premio Nobel de Economía y el doctor en Economía, Martín Guzmán, finalizaron su análisis advirtiendo sobre los "dos desafíos" que enfrenta hoy la comunidad internacional.
 
"Uno es lidiar con los cientos de miles de millones de dólares de deuda escritos bajo los términos viejos, que no puede ser reestructurada bajo el fallo de Griesa. El segundo es decidir sobre los términos que deberían imponerse en el futuro", concluyeron en el artículo.
 

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