OPOSICIÓN A UNA ECONOMÍA MÁS RACIONAL

Previsible: Los ultras del PT reclaman un kirchnerismo a la brasilera

La izquierda populista latinoamericana carece de la comprensión indispensable de los límites que la realidad impone a la economía cotidiana. Escucharla es condenarse al fracaso. Le sucede aún hoy a Cristina Fernández de Kirchner, en la Argentina; y es el peligro que acecha a Dilma Rousseff, en Brasil. Dilma se encuentra muy embretada no sólo por la mala performance en la creación de empleo sino por la corrupción en la empresa estatal Petrobras. Pero la izquierda populista pretende que ella persista en nombre de una delirante "revolución" que sólo llevaría a Brasil a una pérdida veloz de los logros socioeconómicos logrados en el pasado reciente. Ganar en las urnas un comicio es bien diferente a ganarlo en los mercados, que es donde se abren o se cierran las oportunidades de empleo. La izquierda populista latinoamericana pretende desconocerlo porque vive o de subsdios del Estado o del empleo público que pagan los contribuyentes privados. Pero una democracia moderna requiere de esa doble vuelta obligada: comicios convencionales + comicios no convencionales. Y recién entonces se podrá gestionar en forma satisfactoria.

BRASILIA (247). Un manifiesto firmado por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), grupo comandado por João Pedro Stédile, y profesores universitarios, periodistas y militantes de movimientos sociales de izquierda divulgaron un manifiesto en el que expresaron su rechazo a los nombramientos de Katia Abreu y Joaquim Levy para el Ministerio de Agricultura y de Hacienda, respectivamente.
 
"La presidenta Dilma Rousseff ganó una chance más en las urnas no porque cortejó las fuerzas del rentismo y del atraso y si porque los movimientos sociales, sindicatos y miles de militantes voluntarios fueron capaces de mostrar, correctamente, la amenaza de la regresión con la victoria de la oposición de derecha", afirmó el texto del documento.
 
Las indicaciones de Levy y Abreu "señalizan una regresión de la agenda victoriosa en las urnas", agregó, indicando que ambos son conocidos por "la solución conservadora y excluyente del problema fiscal y por la defensa sistemática de los latifundistas contra el medio ambiente y los derechos de los trabajadores y comunidades indígenas".
 
El manifiesto se denomina en "Defensa del Programa Triunfante en las Urnas, contra Joaquim Levy y Kátia Abreu".
 
Límite
 
El eventual nombramiento del ejecutivo bancario y ex secretario del Tesoro, Joaquim Levy, como ministro de Hacienda (que aún no ha sido confirmado oficialmente), "funcionará como un contrapunto a la presidente Dilma Rousseff", en la opinión del columnista político Kennedy Alencar. Según el analista, el gobierno necesita a una persona que sepa hacer algo más que "decir amén" a las decisiones u opiniones presidenciales, y alguién capaz de discrepar con la mandataria no existe en el actual gabinete.
 
Según dijo Alencar en su columna radial del lunes 24/11 en CBN, Levy constituye "una excelente elección para poner en orden las cuentas fiscales", después de que el actual ministro de Hacienda "Guido Mantega y el actual secretario del Tesoro, Arno Augustín, destruyeron la credibilidad de la política de control del gasto público".
 
"El equipo económico actual aplicó un desarrollismo que derivó en inflación alta, bajo crecimiento y riesgo de pérdida de grado de inversión", dijo el columnista.
 
Levy, según el columnista, fue uno de los nombres sugeridos a Dilma por su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien sugiere a la mandataria hacer un ajuste en las cuentas públicas ya desde los primeros días de su nuevo gobierno.
 
Sobre la demora presidencial para confirmar oficialmente a los ministros del gabinete económico, Alencar dice que la decisión se debió a la molestia de Dilma por las filtraciones a la prensa, y añadió que la demora "es un error político, con más desventajas que ventajas".
 
No es fácil
 
Son días complejos para Brasil porque la realidad impone límites. Por ejemplo, eregistró un déficit de cuenta corriente de US$8.131 millones en octubre, un récord para el mes, según datos del Banco Central divulgados el lunes, por encima de lo esperado por el mercado y del rojo de septiembre, que ascendió a US$7.907 millones.
 
El país acumuló en los primeros diez meses del año un déficit en sus transacciones con el exterior de US$70.697 millones, el mayor saldo negativo en cuenta corriente ya medido en el período.
 
La diferencia negativa entre los recursos enviados por el país al exterior y los recibidos desde afuera entre enero y octubre del año pasado habían sumado US$67.378 millones.
 
El resultado negativo en las transacciones con el exterior creció este año por los mayores gastos con el pago de intereses de deuda y el aumento de las remesas de ganancias al exterior.
 
Brasil acumuló en los diez primeros meses del año un déficit en su balanza comercial de US$1.870 millones, ligeramente inferior al del mismo período de 2013 (US$1.990 millones).

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