HAY QUE CAMBIAR EL ESTATUTO

Armando Pérez quiere la re-re en Belgrano

El presidente de Belgrano, el empresario Armando Pérez, envió a los socios del club un mail pidiendo que califiquen su gestión, y la posibilidad de reformar el estatuto para ambicionar a un 3er. mandato consecutivo. La verdad es que sin Pérez, Belgrano ni habría alcanzado la 1ra. A ni hubiera permanecido en ella. Por lo tanto quienes lo critican, o son periodistas que simpatizan con Talleres de Cordoba o Instituto (los clubes rivales en Córdoba), o no tienen ni idea de las dificultades para administrar una institución deportiva en el interior. Por supuesto que todos los simpatizantes de Belgrano quieren, por ejemplo, dar la vuelta olímpica. Pero con un presupuesto modesto, ha llegado bastante más lejos que cuando presidia radio AM Del Plata, por ejemplo. Hay aspectos muy interesantes en la siguiente crónica escrita en la ciudad de Córdoba:

CIUDAD DE CÓRDOBA (Diario Alfil). A pesar de que aún falta tiempo para el 2017 y que en Belgrano no hay movimientos en las arenas políticas, parece que el actual presidente Armando Pérez ya está preparando el terreno, pensando en su gestión, incluso con posibilidades de extenderla con un mandato más. ¿Se puede? De acuerdo al estatuto del club, un gobierno o comisión directiva solo puede tener una reelección. En teoría, entonces, no podría aspirar a la continuidad. Sin embargo, se encuentra trabajando en ese sentido. 
 
¿De qué manera? 
 
En la última consulta que envía regularmente la secretaría de socios vía correo electrónico, en un ítem “pone a consideración” la posibilidad de reformar el estatuto y apuntar a un tercer ciclo en frente de la entidad, desde que la quiebra fuera levantada en 2011. La novedad no generó demasiadas controversias en el ambiente por barrio Alberdi, ya que Pérez goza de buena imagen en el ánimo del socio y los arcos opositores lucen anestesiados, por el momento.
 
“Responde está encuesta y participá por una camiseta oficial  de Belgrano”, indica el mail que cada socio activo de Belgrano recibió en su casilla, a mitad de diciembre. Como ocurre periódicamente,  la secretaría del club realiza este mecanismo de feedback y comunicación. En este caso, se trató puntualmente de una calificación de gestión de Pérez, con la simpática frase “queremos conocer tu opinión”.
 
Son ocho puntos los que se encuentran a disposición para resolver, con preguntas que abarcan desde lo deportivo, hasta lo edilicio y lo institucional. Por ejemplo, empieza la encuesta consultando  ¿cómo calificaría la gestión de la actual Comisión Directiva?, con las opciones tradicionales : excelente, muy buena, buena, regular,  mala, muy mala. Se descarta que en este  punto Pérez obtendrá resultados positivos, con un club saneado, estabilizado, a punto de ingresar a la Copa Sudamericana y sin deudas ni juicios que acechen.  Son pocos los cuestionamientos.
 
No obstante, continúa con un auto-elogio: ¿cuál de estos logros le parece el más importante alcanzado con el club?, con apenas dos posibilidades de respuesta: “Villa Esquiú” (el predio) o “consolidación de jugadores propios”, que representan importantes alcances de gestión, sin lugar a duda.
 
¿Cuál cree que debería ser el objetivo de Belgrano hacia adelante?, continúa el cuestionario. “Consolidación en Primera División”, “Clasificación a una Copa Internacional”, “Consolidar a un equipo con jugadores propios” y “objetivos más ambiciosos”. El hincha de Belgrano en muchos casos mostró síntomas de no querer estancarse y soñar con un campeonato. 
 
Sin embargo, no fue tan exigente en ese reclamo, como siendo consciente de que los avances del club en esa materia fueron significativos. El hecho histórico de haber mandado al descenso nada menos que a River sigue siendo el “caballito de batalla” en la jerga popular. Como también lo fue la clasificación a la Copa Sudamericana, primer torneo internacional de su historia, aunque no pasó de Liniers en su primer cruce. La revancha es algo que se hizo carne en el ánimo de todos, y entonces,  no sería raro que la mayoría elija esa opción.
 
La pregunta que sigue apela a la nostalgia y al arraigo sentimental: ¿Dónde prefiere jugar de local? “Estadio Mario Alberto Kempes” y “Gigante de Alberdi” conforman las opciones que por mucho tiempo dividió a los hinchas. A propósito de eso, Pérez ya dio a conocer un plan de ampliación de la cancha, detalle que abordaremos más adelante.
 
¿Cómo calificaría la gestión de Zielinski? Muchos hinchas a veces pretenden un equipo más ofensivo y ambicioso, pero desde hace ya cuatro años su DT recurrió a un estilo de juego que le dio más réditos que amarguras. Entonces, la mayoría se amoldó a ese paladar. El “Ruso” es una leyenda por Alberdi, y Pérez se basa mucho en su producción para sostener su imagen positiva. “Excelente, muy buena, regular, mala y muy mala”, son las respuestas que uno puede elegir. Voto cantado.
 
Continúa con una obviedad para acumular puntos:  ¿Está de acuerdo con la promoción de jugadores de las inferiores del Club? A pesar de que por muchos momentos la gente reclamaba la incorporación de jugadores y refuerzos de jerarquía, parte del orgullo “Pirata” son los jugadores propios: Lucas Zelarayan (pretendido por Independiente), Emiliano Rigoni (River ofertó casi dos millones de dólares por su pase), Luciano Lollo (campeón con Racing Club), Lucas Pittinari, ya son una realidad. El “Si” o “No” es parte de un formalismo necesario para la pregunta. Sin embargo, el desafío de Pérez será ahora de qué manera reemplazar a sus delanteros más trascendentes, porque Julio Furch ya emigró a México, y su emblema del ascenso y más mimado por su hinchada, César “Picante” Pereyra, con intenciones de cambiar de aire y con Perú, más precisamente Sporting Cristal, en el horizonte. Quizás la decisión más crucial que tenga que tomar la dirigencia desde el ascenso a Primera División.
 
Vamos por la re-re
 
En punto más llamativo de la encuesta es la pregunta 7 del “plebiscito” popular, ya metiéndose de lleno en lo institucional. Lo deportivo quedó en claro. Pero la pregunta ¿Cuál debería ser el futuro de Armando Pérez al terminar este período de gestión?  A pesar de ser protocolar y respetuosa, le abre una puerta a la continuidad de su gestión.  Las respuestas no son ambiguas ni nada por el estilo, incluso parecen ser razonables de acuerdo al contexto. Sin embargo, la opción “A” trata un tema que puede ser espinoso como novedoso: “Reformar el estatuto para presentarse nuevamente”.
 
¿Se puede dar? Claro que sí, en caso de que sea este ítem el que obtenga mayores respuestas. Deberá ser aprobado en la asamblea anual ordinaria, pero primero debe ser uno de los temas de la orden del día. Y con la aprobación de esta encuesta al socio, se puede poner a consideración, más allá de que amerita un tratamiento especial.  Desde 2005 en adelante, casi 10 años de proceso, Pérez le encontró la vuelta a la identidad del hincha, con obras, resultados, promoción de juveniles y, sobre todo, con trabajo efectivo silencioso, es decir, sin verborragia, ni soberbia,  ni declaraciones rimbombantes que después puedan pasarle factura, como les sucede a menudo  a sus primos de Talleres.
 
“Apartarse del Club”, “Quedar como un referente de dirigentes” y  “Conformar un equipo de recambio para que sigan sus pasos”, son las otras opciones. Medido, calculador y sin dejar un cabo sin atar. Y está claro que en caso de que se concrete un referéndum, lo más probable es que el hincha decida por un nuevo mandato de Pérez, habida cuenta de los logros y alcances institucionales y deportivos sobre todo. Además, el hombre de los cosméticos no cuenta con una oposición definida  ni tan feroz como hubo en barrio Jardín en su proceso de quebranto. Y porque supo tener cintura para enfrentar/debatir algunos de los puntos débiles en su gestión, como la localía en el estadio “Julio César Villagra”. A eso hace referencia el octavo y último punto:
 
“Reformar Alberdi debería ser”: A-“Prioridad a cualquier costo”;  B- “Prioridad pero sin hipotecar el Club”; C- “No es prioridad”. Y ni lerdo ni perezoso, Pérez anunció la semana pasada el modelo elegido para la remodelación del inmueble insignia del club, que fue caballito de batalla para los cuestionamientos de los opositores, como el concejal Marcelo Rodio y Santiago Montoya, hoy con otros proyectos políticos y más lejano a las ambiciones por la conducción del club. Se trata de un estadio con 35 mil espectadores, con una bandeja por encima de la tribuna Popular y la preferencial en la Calle Hualfín, que tendrá un costo de financiamiento de 170 millones de pesos.
 
Gran capacidad de reflejos mostró Armando Pérez, porque pone en escena sus puntos inconclusos con papeles en la mesa para que nadie aproveche para pegar. Salvo que la pelota pegue en el palo, la re-re no está tan lejos.

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