CRISTINA NO SE RINDE...

De mal en peor: Se viene la Side de La Cámpora

Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, la presidenta Cristina Kirchner (quien no envió condolencias a la familia de quien fue un funcionario público designado por la Procuración General a pedido de Néstor Kirchner) anunció que convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso para tratar un proyecto que apuntaría a "transparentar" los servicios de inteligencia, por el cual se impulsará la "disolución" de la Secretaría de Inteligencia (SI), a fin de que sea reemplazada por la "Agencia Federal de Inteligencia", con nuevas funciones. No es la primera vez que ocurre algo semejante. Por ejemplo, en días de Raúl Alfonsín se creó la Central Nacional de Inteligencia como instancia superadora de la Secretaría de Inteligencia de Estado. Y no funcionó porque el deseo de espiar al opositor doméstico fue más fuerte que todo...

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La Secretaría de Inteligencia (SI), antes denominada Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), es el mayor servicio de inteligencia del país, y dirige el Sistema de Inteligencia Nacional
 
Dirigida por el secretario de Inteligencia, quien es un miembro especial del Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación (rol importante si hubiese reuniones de ministros pero con los Kirchner no las hay), se maneja por leyes y decretos de carácter constitucional secreto hasta 2001, cuando se creó la nueva Ley de Inteligencia Nacional N°25.520.
 
En 2005, Néstor Kirhner, por entonces Presidente de la Nación, la rebautizó Secretaría de Inteligencia, al redefinir el Sistema de Inteligencia Nacional.
 
 
"(...) ARTICULO 4° — Ningún organismo de inteligencia podrá:
 
1. Realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir, por sí, funciones policiales ni de investigación criminal, salvo ante requerimiento específico realizado por autoridad judicial competente en el marco de una causa concreta sometida a su jurisdicción, o que se encuentre, para ello, autorizado por ley.
 
2. Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción.
 
3. Influir de cualquier modo en la situación institucional, política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior, en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo.
 
4. Revelar o divulgar cualquier tipo de información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que mediare orden o dispensa judicial. (...)".
 
Insistentes comentarios y rumores llevarían a sostener que hay una violación en forma constante de lo previsto en el artículo 4to. Y cabe preguntarse cómo hará la próxima Side, en el esquema de la Administración Kirchner, para no repetir los errores ya citados, en especial cuando se encuentre repleta de militantes kirchneristas, comenzando por gente de La Cámpora, que ya había iniciado su copamiento de la ahora ex Secretaría de Inteligencia.
 
Precisamente esta situación obliga a la próxima Administración a una revisión profunda de la planta de personal que designe Cristina, incluyendo despidos generalizados. Quizá hasta una nueva Ley de Inteligencia Nacional.
 
"Debemos comenzar a trabajar sobre un proyecto de reforma del sistema de inteligencia argentino para transparentar un sistema que no ha servido a los intereses nacionales", anunció Cristina Fernández de Kirchner en su mensaje transmitido por cadena nacional.
 
Ella, que igual que su marido Néstor, convivió con Antonio Horacio Stiusso, y con Fernando Gonzalo Pocino, personajes tan mediocres y miserables como tenebrosos, proclama ahora una reforma de lo que los Kirchner promovieron.
 
La mandataria agregó que el decreto para convocar a extraordinarias será a partir del 01/02 y que el proyecto establece que la nueva Agencia Federal de Inteligencia estará encabezada por un director y subdirector cuya designación deberá contar con el acuerdo del Senado, entre otros puntos.
 
Cristina anunció también la transferencia del sistema de escuchas a la Procuración General de la Nación, que es, desde 1983 a la fecha, una oficina que representa a los intereses del Ejecutivo Nacional. Hoy día, Alejandra Gils Carbó. ¿Por qué no dejarlo en jurisdicción de la Corte Suprema? Sin duda provocaría más credibilidad.
 
"Se establece también la transferencia a la Procuración General del Sistema de Observaciones Judiciales, conocido con el nombre de "Ojota", que es el sistema de escuchas que ordenan los jueces y que hoy está en el ámbito del Poder Ejecutivo", explicó Cristina.
 
Asimismo, señaló que decidió "transferir la totalidad del sistema judicial de escuchas, cuando se pinchan los teléfonos por ordenes judiciales, al Ministerio Público Fiscal, porque una razón muy sencilla: es el único ministerio extrapoder". No es cierto. Es otra de las mentiras de la Presidente de la Nación. Los hechos demuestran la hipocresía y perversidad de Cristina cuando realiza afirmaciones como esa.
 
"De ahora en más, todo juez o fiscal que quiera pedir una escucha deberá dirigirse a la Procuración General", concluyó la jefa de Estado. O sea Alejandra Gils Carbó, un ejemplo de genuflexión a la Caa Rosada.

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